domingo, 30 de diciembre de 2018

NARUTO: SENTIR

Corría por los pasillos en busca de algo, de alguien, de la salida. Estaba preocupado, no lo encontraba. Gritaba por si lo que fuese contestaba pero no había respuesta. A parte de él vociferando, lo único que había era silencio. Él ya era nervioso de por sí, pero verle en esa situación significaba que había algo más. Pero, ¿el qué?
Siguió corriendo cuando tropezó y algo le hizo gemir de dolor. Se intentó poner de pie pero cayó al suelo. Seguía sollozando cuando se dio cuenta que delante de él se encontraba la salida. Arrastrándose por el suelo como pudo, avanzó hasta su objetivo. El sol le iluminó y se vio envuelto en un halo de luz blanca. Pegó un último grito y se le quebró la voz.

Naruto se despertó sobresaltado, sudando, sin saber qué había pasado. ¿Lo había soñado? ¿Era real? Después de unos segundos con la mente en blanco se fue a lavar la cara para visualizar bien lo que tenía alrededor. La levantó empapada de agua y mirándose en el espejo sonrió. Comenzaba un día en su vida como otro cualquiera, lleno de aventuras.

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¡Feliz Año Nuevo 2019!

viernes, 30 de noviembre de 2018

CAPÍTULO 6: REENCUENTRO


Después de caminar y correr todo el día, llegó la noche. Naruto y los demás ya estaban cerca del lugar donde los miembros de Tormenta Silenciosa habían decidido quedar con Naruto. Ese lugar era una de las cuevas antes de llegar a la Aldea de la Arena. Una de ellas. No sabían cual. Aunque sí tardarían un poco menos que tres días. Por eso, esa noche perfilaron los últimos detalles de la reunión del día siguiente:

-Naruto, tú ya sabes que debes ir por delante. Nosotros tendremos los ojos puestos en ti y en tu alrededor en todo momento.

-Ya sé que estáis, pero tampoco necesitaré mucha ayuda.

-Al menos agradécenos que estamos… -Sakura se molestó.

-¿No debería ir yo a su lado? –preguntó Temari-. Sin mí podríais llegar a la aldea, pero las cuevas están más separadas y las tormentas de arena aparecen cada cierto tiempo. Esto puede hacer pensar al enemigo que yo debería guiarle. Si no estoy, pueden pensar que estoy vigilando, o también vosotros.

-Saben que Naruto tiene un gran poder y también pueden pensar que con él se basta para guiarse solo –dijo Yamato.

-Nos metemos en sus mentes –dijo Kakashi-, pero lo más sencillo es lo que ya saben. Naruto no irá solo. Aunque vayas a su lado –se dirigió a Temari-, pensarán que este encuentro en el que quieren tenerte, Naruto, es de gran importancia no solo para la aldea, sino para el mundo ninja. Por eso, siempre habrá alguien vigilando su espalda. Y puede que ellos también tengan a esas personas. El más rápido en localizarlas ganará ventaja.

Después de decidir que solo Naruto irá de frente, planificaron varias estrategias en función de lo que podría ocurrir. No es una misión cualquiera. Es de vida o muerte.



Como la noche anterior, hicieron guardias. Cuando fue el turno de Naruto y Sai, el rubio le dijo que se durmiese, que estaba demasiado despierto como para poder dormir. Aunque a Sai se le pasó por la cabeza alguna locura que pudiese cometer Naruto, se tumbó con los ojos abiertos pero acabó durmiéndose.

Ante el silencio del viento y la armonía del bosque, Naruto se puso de pie. Creó un clon que se sentó cómodamente en el suelo. El verdadero Naruto miró a sus amigos, dio media vuelta y se marchó. No quería que sufrieran por él. Pensó en el caso de que fuera al revés. A él no le gustaría que otra persona se enfrentase sola a sus enemigos pudiendo necesitar ayuda. Pero se negó que esa persona fuera él.

Sakura escuchó el crujir de una rama y adormilada se despertó. Ojeó su entorno y vio algo extraño. Sai no estaba vigilando con Naruto. Por eso, se acercó a él:

-Naruto, ¿Sai no hacía de guardia contigo?

-Sí… -sonrió excéntricamente.

Sakura se percató de su voz. Era la misma pero sonaba más tímida.

-No te enfrentarás solo a ellos. ¿Lo sabes, verdad?

-¿Qué? –preguntó el clon pensando que no había escuchado bien-. Aa sí, lo sé. Iremos todos juntos.

Con lo que acababa de decir, Sakura descubrió el truco de Naruto.

-Lo siento Naruto.

Y antes de que el clon dijera nada, Sakura le golpeó fuertemente en el costado tirándolo contra un árbol. El clon desapareció.

-Naruto… -dijo en voz baja preocupada por él.

Sakura les miró a los demás, tal como hizo Naruto y siguió el mismo camino. Tenía que alcanzarlo, o al menos, saber dónde estaba. No dejaría que se enfrentase él solo ni que cagase con toda la responsabilidad.

Sin embargo, ni Naruto ni Sakura se dieron cuenta del clon de madera de Yamato. Este avisó al verdadero y los cuatro se despertaron.

-Parece ser que si nos enfrentamos a ellos, será antes de lo esperado.



Naruto ya iba avanzado y se encontraba en medio del desierto. El viento soplaba la arena provocando pequeñas tormentas que permitían cruzarlas. A lo lejos pude ver unas cuantas cuevas y se adentró en ellas lentamente, para asegurar el paso. Pero no había nadie.

Temari dijo la noche anterior que probablemente se encontraba en una cueva a la derecha de las que acababa de ver. Allí, las grandes rocas hacían de muro contra las tormentas pero era difícil localizar ese hueco. Gracias a las indicaciones de Temari, Naruto lo encontró y se preparó para ver a aquellos que habían matado a gente inocente.

A pesar del tramo estrecho, la cueva era larga y ancha. El ruido del exterior se fue desvaneciendo a medida que avanzaba hacia el interior. También la luz. Estaba a oscuras intentando observar si había alguien, pero nada. Aun así siguió adentrándose hasta que desapareció completamente el fragor. De repente, se encendieron unas luces. Ese era el lugar.

De entre la permanente oscuridad que tenía delante, alguien se acercó. Sus ligeros pasos resonaron en toda la cueva.

-Cuanto tiempo, Naruto. –Sasuke se dejó ver ante el gran asombro de Naruto.

-¡¿Sa-Sasuke?! ¿Qué haces aquí? –Naruto sonrió porque hacía bastantes meses que no se veían.

Su sorpresa le hizo olvidar a lo que realmente había ido. Se acercó a Sasuke pero éste cogió un kunái señalándole.

-No te muevas.

-Sigues siendo como siempre. ¿No has cambiado?

De repente los dos se ensalzaron en un duelo de kunáis. El sonido del metal empezó en el centro y los dos se vieron de cerca las caras. Sasuke no expresaba nada, como siempre, seco y, al parecer, sin sentimientos. Naruto había hecho un cambio en un segundo.

Los dos se alejaban y se volvían a acercar para golpearse los kunáis entre ellos, haciendo uso de gran parte de la cueva.

-Ni siquiera me preguntas cómo estoy –Naruto no quería pensar lo que pensaba en realidad.

Ante el silencio de Sasuke, los dos volvieron a combatir haciendo uso de la misma arma.



Sakura estuvo siguiendo a Naruto, que a pesar de las tormentas de arena, lo pudo ver de lejos. Y después llegó cerca de la misma cueva para poder observar lo que había dentro. Se encontraba en el punto estratégico pero lo dejó para acercarse más. Puede que fueran ilusiones suyas, pero creyó reconocer a alguien, a una persona que hacía tiempo que no veía, como Naruto. A Sasuke. Se acercó cada vez más y lentamente se adentró en la cueva escuchando el combate del sonido metálico. No pudo creer lo que estaba viendo. Naruto vio como Sakura entraba y se separó de Sasuke posicionándose al lado de ella, mientras el del pelo azabache se colocó en el lado opuesto. Sakura dio dos pasos adelante y entre lágrimas dijo su nombre:
-Sasuke…

miércoles, 31 de octubre de 2018

HALLOWEEN: LA VILLA OCULTA DE LAS HOJAS MUERTAS


Naruto sintió un escalofrío. Estar en medio del bosque, a oscuras y en silencio le provocaba algo de miedo. Llevaba más de diez minutos esperando. Sakura, Sasuke y Sai lo habían citado allí pero ninguno aparecía. El silencio de las hojas era interrumpido por ligeros ruidos que Naruto era capaz de captar, aunque no el sitio concreto de dónde venían. Era el eco de las sombras. Uno le parecía que provenía de la izquierda, otro de la derecha y otro detrás de él que no lo era cuando giraba todo el cuerpo rápidamente.

Soplaba el viento, ahora más intensamente. De repente, el contacto directo de algo contra el suelo hizo sobresaltar a Naruto y lanzó un kunái hacia ese lugar. Se dirigió hacia allí y le había dado en la parte plana. La de una piedra. Seguidamente lanzó otro kunái hacia el lado opuesto, corrió de nuevo y se encontró con otra piedra. No sabía qué estaba sucediendo pero aparte del temor, sintió ganas de pelear con lo que sea que allí se encontraba.

Algo grande se asomó a lo lejos. Una cosa de color blanca y negra. Se fue acercando poco a poco y Naruto se posicionó con un kunái en la mano delante de él preparado para luchar. Cuando esa cosa se dejó ver, Naurto no dio crédito a lo que ocurría. Era un león. No. Más de uno. Cuatro leones más llegaron colocándose a los lados del primero.

-Serán cinco contra cinco –dijo Naruto antes de utilizar la técnica-. ¡Kage Bunshin no Jutsu!

Los leones fueron corriendo hacia Naruto y él y sus cuatro clones pelearon. El verdadero Naruto le dio con el kunái a uno de los leones y éste desapareció: tinta. Los demás también pero unas serpientes cogieron de los pies a los clones y los estrujaron hasta desaparecer. De repente salió delante de él un payaso.

-¡¿Qué?! –Naruto se quedó boquiabierto.

El payaso vestía un luminoso arlequín. Se fue acercando a Naruto. Pudo deshacerse de la serpiente pero algo lo agarró por detrás. Giró la cabeza y se encontró una cara con arañazos y sangre. Gritó de inmediato. Volvió a girarse y se vio con la cara totalmente blanca aunque con la nariz roja del payaso.

-¡Ahhhh! ¡¿Qué?! ¡Noo! –estaba desesperado y no podía escapar, la fuerza de la chica que la agarraba era bestial-. ¿Qué queréis? ¿Quiénes sois?

En seguida dejó de sentir esa fuerza y con el puño golpeó al payaso en el estómago que salió disparado hacia los árboles. Dio media vuelta y unos pasos más para saber dónde estaba la chica pero se llevó una alarmada sorpresa:

-Hola –dijo Sasuke colgado con la cabeza boca abajo.

-¡Aaahhhh! –Naruto cayó al suelo del susto y se quedó mirando a su amigo. Era Sasuke colgado del revés gracias a una rama de árbol.

-¡¿Qué haces tú aquí?! –Naruto estaba físicamente paralizado.

Sasuke se dejó caer con los pies al suelo. La chica con arañazos ensangrentados en la cara se fue acercando. Llevaba puesto un vestido rojo con capucha. A Naruto no le gustó:

-¡Cuidado, Sasuke! Atrás si no quieres salir herida.

El silencio desapareció con la carcajada de la chica, Sakura. Naruto no entendía por qué se reía. Ni tampoco qué hacía Sasuke con esa chica. Pero Sakura lo desveló:

-Soy yo, Naruto –dijo quitándose la capucha y mostrando su color de cabello rosa natural-. Sakura.

Sasuke esbozó una pequeña sonrisa al ver la cara de Naruto.

-Anda, levanta –Sasuke le tendió la mano a Naruto.

-¿Habéis sido vosotros quienes provocabais los ruidos?

-Sí –respondió Sakura-, y Sai.

-¿No será Sai el payaso? –Naruto se arrascó la frente recordando el golpe que le había dado.

Sakura fue rápidamente hacia el lado opuesto para encontrarse con Sai. Naruto y Sasuke la siguieron. El pelinegro estaba en el suelo, recostado sobre un tronco. Se levantó con dolor en el cuerpo.

-No sabía que golpearas tan fuerte, Naruto.

El rubio se rio pero dejó de hacerlo al ver la vestimenta de Sakura y Sai.

-¿Qué hacéis así vestidos? ¿Son de alguna fiesta?

-Hoy es la noche anterior a la Noche de Muertos. ¿No lo recuerdas, Naruto? Mañana es Halloween.

Naruto se sorprendió. No se acordaba de una de las festividades que más le gustaba.

-Como mañana verías en las calles a los niños y niñas disfrazadas y no te dejarías asustar tan fácilmente, lo hemos hecho hoy. Para dar paso a la verdadera noche. ¡Sí! Primera víctima conseguida.

-Sakura-chan… No es justo.

-Ya probarás la sangre de la gente mañana.

-¿Y tú? –Naruto señaló a Sasuke-. ¿Qué haces metido en una trampa de sustos hacia mí?

-No tenía más remedio –se excusó-. Sakura me lo pidió y cuando dijo que vería tu cara de gato miedica no me pude negar.

Naruto suspiró pero ya estaba planeando algo para al día siguiente. Disfraces, sustos de muerte, bromas… Rio al pensarlo.

-Y mira a Sai, Naruto –dijo Sakura-.  ¿A qué le queda bien el disfraz de payaso?

-Bueno… contando que su piel ya es demasiado blanca… sí…

Sai daba bastante miedo y era extraño verlo así, pero él tampoco había rechazado la oferta de Sakura. Sólo faltaba que asomase una de sus antiguas sonrisas falsas y el miedo sería terror.

Los cuatro volvieron a la aldea y se fueron hacia sus casas. Necesitaban dormir bien porque el día siguiente era Halloween y la noche sería muy larga.



El despertar fue maligno. Naruto sacó de debajo de su cama una caja. Tosió cuando una humareda se desprendió por toda la habitación. Sopló y abrió la caja. Los ojos le brillaron. Allí guardaba algunos disfraces que había utilizado años anteriores.

Se probó el primero, de esqueleto. Cuando se miró en el espejo se desilusionó. No le quedaba nada bien. Después uno de momia pero ni siquiera le entraba. Había crecido. Y el último se lo pudo poner pero le venía demasiado estrecho.

-¡¿Qué puedo hacer?! –apretó los puños.

Después de varios segundos dando vueltas a la habitación recordó el regalo que le llegó hace una semana. Fue por la mañana pero no lo pudo abrir ya que se iba a una misión y cuando volvió no se acordó de abrirlo. Lo guardaba en el armario.

Sacó la caja (ésta no tenía polvo) y la abrió. Se encontró con un sobre en lo alto, y en la carta leyó: “Feliz Halloween, Naruto”. Miró quién era el remitente pero no encontró ningún nombre. Pensó quién podía haber sido pero no se le ocurrió nadie. Depositó el sobre en el suelo y sacó un vestido, un disfraz. No parecía muy especial pero aun así se lo puso. Cuando se giró para verse en el espejo él mismo se asustó. Era un buen disfraz, el mejor que había tenido hasta la fecha: la monja. Saltó de alegría porque ya tenía el disfraz perfecto.

Lo dejó sobre la cama, se vistió con su ropa de siempre y salió. Al bajar las escaleras se encontró con Sakura.

-Venía a buscarte. La Hokage nos llama.

Naruto y Sakura fueron hacia la Mansión Hokage. Al entrar en la oficina de Tsunade, vieron a Sasuke, Sai, todos los demás de los 11 de Konoha y los cinco líderes de los equipos.

-¿Qué hacéis todos aquí? –preguntó Naruto extrañado.

-Calla y escucha –le susurró Sakura.

Los dos se pusieron a la altura de los demás y Tsunade habló:

-Como sabréis, hoy es Halloween, una fiesta que se celebra por todo el mundo ninja. Nosotros no seremos menos. Os he traído aquí para encargaros, a vosotros, esta celebración. Adornaréis Konoha, hoy no será la Villa Oculta de la Hoja, será la Villa Oculta de las Hojas Muertas. Es una misión, una importante. No puede faltar el Túnel del Terror. Espeluznante y cadavérico, la macabra noche que os pondrá de punta los pelos.
A Naruto se le erizó la piel, como acababa de decir Tsunade con tono inquietante. Los 18 bien apretados asintieron. Siguieron las indicaciones de Tsunade, Kakashi y Asuma y se pusieron manos a la obra.

[continuará]

domingo, 30 de septiembre de 2018

CAPÍTULO 5: ¡EN MARCHA! COMIENZA LA MISIÓN

-Con mis debidos respetos, ¿no deberíamos haber acabado con la hermana del Kazekage?
-Demasiado fácil e incómodo, Katsu.
-Deberías divertirte con tu trabajo, Katsu. Tómatelo como un juego. Un juego de vida o muerte.
-No matarla resultará eficaz. El Jinchuriki del Kyubi vendrá y gracias a ella nos encontraremos. No será el único, seguro que otros inútiles que se hacen llamar ninjas vendrán.
-El placer de jugar con ellos será mío. ¡Diversión!
-Reserva esa energía para otra ocasión, Masaru.
-¡¿Por qué?! Tenía ganas de demostrar mis nuevas habilidades. Gracias al almacenamiento que hemos estado haciendo, me he vuelto más poderoso.
-Tu turno llegará. Te lo aseguro. Pero es la prueba y el momento que tiene el novato de demostrar de lo que es capaz. ¿Preparado, Sasuke Uchiha?

Los cinco ninjas de Konoha junto a Temari corrían y saltaban por las ramas de los árboles. Naruto iba unos pasos por delante. Deseaba encontrarse con los culpables para pedirles explicaciones de sus objetivos y de las acciones que habían hecho hasta el momento.
-Naruto -le recordó Sakura-, aún no debes distanciarte.
-Quiero llegar cuanto antes. Para eso hay que ir más rápidos.
Sin decir nada, Sai se colocó al lado de Naruto y éste se sorprendió. Parecía que Sai también quería llegar pronto.
-Kakashi, ¿crees que Naruto responderá bien ante las provocaciones del enemigo? -le preguntó Yamato sin que los demás le escucharan.
-Estás hablando de Naruto. Por dentro escuchará pero las palabras que digan serán su límite. Incluso sin decir nada, él estará dispuesto a pelear. La preocupación que siente, no solo por Gaara, sino por todos es mayor de la que piensas.

Cayó la noche y los seis decidieron descansar. A Naruto no le parecía buena idea pero acabó aceptando para recuperar fuerzas. Desde Konoha hasta la Aldea de la Arena se tardan tres días. Mañana será el segundo.
Todos se acomodaron en el suelo del bosque. Naruto recordó las palabras del Hachibi antes de que se levantara y decidió contárselo a sus amigos.
-Entendí que dijo que intervenían entre nosotros. También pidió ayuda.
-¿Pueden los Biju contactar contigo? -preguntó Temari sorprendida.
-Sí. Solo es posible sin restricciones y si la relación que guardan los Biju entre ellos y con los inchuriki es afable.
-Si puedes hablar con ellos, ¿cómo es que no entendiste bien lo que dijo? -preguntó Sai.
-No estoy seguro. Es como si los enemigos intentaran cortar la conexión.
-Igual que pasa entre Iwagakure y Sunagakure -lo relacionó Yamato con lo que acababa de decir Naruto.
-Si querían cortar la conexión, lo han conseguido. Pero lo que me preocupa es el estado en el que deben estar tanto Hachibi como Killer Bee. Alguien debería ir hacia allí.
-¿No recuerdas lo que dijo Temari? -preguntó Sakura sin esperar respuesta-. Todo quien cruzaba esa línea imaginaria que separaba las dos aldeas moría.
-Eso es verdad -afirmó Sai-, pero ahora estarán más preocupados por la llegada de Naruto.
-Podríamos aprovechar la ocasión para separarnos -reflexionó Kakashi-. Sai tiene razón. Sin embargo, esa técnica que tienen para reconocer a quien sea a cualquier distancia es peligrosa y no podemos menospreciarla. Estarán ocupados con Naruto, pero no todos. Por el mensaje que enviaron a la arena y por el que trajo Temari, se creen superiores y no todos irán a su encuentro.
-¿Y qué hacemos? -preguntó Naruto-. Yo tengo que ir a la cueva pero no podemos dejar de lado a Killer Bee.
-Separarnos hará ganar ventaja a nuestros adversarios. Primero te acompañaremos todos hacia la cueva y una vez allí decidiremos qué hacer. Si el Hachibi te pidió ayuda, no tiene por qué estar en la Aldea de las Rocas donde planeaba sus vacaciones. Tendrá lugar el encuentro y allí obtendremos pistas.
A Naruto le dio  rabia pero sabía que era lo más sensato. Sai y Sakura comenzaron la guardia mientras los demás dormían en el suelo o recostados sobre los troncos de los árboles.

Las hojas dificultaron el paso de la luz pero aun así, no lograron opacar el amanecer. Temari estaba de guardia y Naruto se levantó estirazándose como un auténtico dormilón, aunque fue el primero en despertarse. Se dirigió a Temari:
-Veo que es tu turno.
-Así es, y la hora de ponernos en marcha. ¿Crees que podrás solucionar algo?
-Sí. No me rendiré hasta conseguir un acuerdo o un desenlace en el que ninguno de los nuestros salga herido.
-Sabes -dijo Temari mirando hacia el cielo-, para Gaara significas mucho. Le diste una lección aquél día... Y eres la mayor razón por la que es como es. Gracias.
-Para eso estamos los amigos.
Justo después de esas palabras, se fueron despertando los demás, excepto Yamato. Kakashi le despertó con un susurro que le sobrecogió y le hizo despertarse del susto.
-Bien, ya estamos todos.
Se pusieron en marcha. Quedaban dos días y Naruto estaba ansioso aunque lo único que podían hacer es seguir el camino.

Mientras Naruto y los demás se dirigían hacia su destino, Killer Bee se encontraba atado en una barra de madera sobre un círculo dibujado en el suelo. Su localización: las afueras de Amegakure, la Aldea Oculta entre las Lluvias.
-¿Dónde estamos? -rapeaba-. Aquí atado, a oscuras y sin manos- ¡Yeah!
Hacía poco que se había despertado. Miraba su alrededor y no lograba discernir nada. Todo estaba a oscuras excepto lo que sus pies pisaban. El círculo violeta fluorescente iluminaba algo a Killer Bee, pero nada más.
-Si hay alguien por ahí que responda, o mi compañero y yo pelearemos hasta con la boca, ¡yeah!
-No creo que puedas hacer nada -dijo una voz grave que salía de enfrente de Bee-. Parte de la energía que hemos ganado la hemos utilizado en encerrarte. Estás acorralado por el símbolo de tu propio Biju.
-Eres tú, el mismo que peleó conmigo me puso una cruz, sal a la luz. Hachibi, responde si sigues ahí, recuperando fuerzas para darle a ese su merecido, devolverle lo que recibí. Lo que recibimos, ¡yeah!
-No te molestes en hablar con tu Biju. Hemos roto la conexión que había entre vosotros.
Un hombre con capa y capucha se fue acercando poco a poco a Killer Bee. De repente una luz le iluminó. Se quitó la capucha y le mostró su cara al Jinchuriki. Tenía el pelo negro alborotado y unos ojos oscuros que penetraban a cualquier ser. Presentaba algunas cicatrices que lo hacían más perverso.
Se arrimó a Bee sin cruzar el símbolo. Al instante y veloz como el rayo, Killer Bee se desató las manos como pudo, cogió su espada e intentó matarlo. Su espada rebotó haciéndola caer al suelo. La cogió rápidamente y siguió pegando algo que no era el cuerpo del que tenía delante.
-No te molestes. Ya te he dicho que estás encerrado. Éste círculo forma una barrera de la que no puedes salir a no ser que sea yo quién te libre. Es inútil. No malgastes la poca energía que te queda.
-¿Quién eres? -Killer Bee se puso serio.
-Soy Osamu, el líder de Tormenta Silenciosa. Es un honor haber combatido con el mismísimo Ocho Colas. Aunque el honor debería ser tuyo.
-¿Dónde está Hachibi? A parte de su poder, ¿qué quieres?
-Tranquilo, sigue dentro de ti, si no, ahora mismo estarías muerto, y no quiero eso. Aún. Y a parte de poder, ¿qué es lo que quiero? Nada más. Con poder podré dominar todos los países. Ese poder me pertenece a mí, no a unos debiluchos que sin él no son nada.
El hombre dio media vuelta y empezó a caminar. Pero recordó una cosa que necesitaba decirle:
-No te preocupes por Naruto. Estará en buenas manos.
La luz se apagó y Osamu desapareció entre la oscuridad. Killer Bee ya tenía las manos libres así que las utilizó para poder realizar alguna técnica. Fue ineficaz. Todo jutsu que realizaba era absorbido por la barrera. Además, la mayor parte de Chakra lo había gastado en su pelea. Estaba encerrado y no se podía comunicar con su amigo. ¿Cómo saldría de esa situación?

sábado, 18 de agosto de 2018

CAPÍTULO 4: EL MICROCHIP

-Me entregaré -dijo Naruto convencido.
-Es eso lo que quieren -debatió Tsunade-. Pero, ¿y luego qué? Te tendrán. ¿Crees que no atacarán la aldea igualmente?
-Sólo hay que comprobarlo. No cederé sin más.
-Naruto, sabes que tienes al zorro de nueve colas en tu interior. Y sabrás que será eso lo que quieren. No puedes ir tú sólo. Temari, ¿Te dijeron dónde esperarían?
-Sí, en el mismo sitio en el que me los encontré. Una de las cuevas cerca de la aldea de la Arena.
-Bien -dijo Naruto frunciendo el ceño-, esta misma noche saldré.
-¡Naruto! -Sakura le golpeó en la cabeza provocándole dolor-. ¡Que no vas a ir sólo!
-Auch.. Sakura… -suspiró mientras Sakura se sacudía las manos.
-Iréis los seis -dijo Tsunade a los ninjas-. Cuando estéis llegando, que Naruto vaya por delante y los demás lo seguís por detrás, acechando por cualquier peligro.
-Son fuertes -asumió Temari-. Tienen claro que quieren poder y lo están consiguiendo. Evitaremos el combate cuerpo a cuerpo. Si recibimos varios golpes, en cualquier momento nos pueden poner el símbolo y acabar con nosotros.
-Sí -dijo Tsunade-, tened cuidado.
-Descuida, vieja -dijo Naruto levantando el brazo derecho con ánimo.
Naruto cerró los ojos por un segundo y cuando los abrió sintió un fuerte golpe en el pecho y otro en la espalda.
-No me llames vieja -dijo Tsunade mirando a Naruto fijamente de cerca.
La Hokage había provocado grietas en la pared por el golpe y Naruto se había quedado allí tirado, en el pasillo.
-No, no -dijo el rubio con la voz entrecortada.
Cuando pudo levantarse, apoyándose en la pared, caminó hacia la oficina sin puerta.
-Saldréis mañana a primera hora -Tsunade les dijo la hora de salida y cuando se marchaban les recordó a Naruto y a Sai que tenían que ir a buscar el microchip y conocer la nueva información.
-Yo iré a averiguar de qué está compuesta esta sustancia -Sakura sacó de su bolsillo una cápsula pequeña alargada.
En la cápsula había introducido la tinta que formaba el símbolo que extrajo del cuerpo de Temari.
-Iré contigo -dijo Sai inexpresivo.
Sai utilizaba la tinta en sus ataques así que sería útil en la investigación. Tenían que descubrir qué escondía la tinta cuanto antes, ya que mañana saldrían a la misión.

Sakura y Sai se marcharon hacia una sala de investigación en la que no había nadie. Kakashi y Yamato también se fueron junto a Naruto y Temari que luego se separaron de los dos.
-¿Cómo va todo por la aldea? -preguntó Temari a Naruto mientras daban un paseo.
-Muy bien, como siempre -dijo Naruto con el pulgar derecho hacia arriba-. Cuando llegaste vimos a Shikamaru.
-¿A sí? -preguntó queriendo disimular.
-Sí, y creo que estaba muy contento de que estuvieras aquí. Se sonrojó, como tú ahora mismo.
Naruto se rio y Temari giró la cara hacia el otro lado para que el rubio no la viese. Cuando ésta se dio cuenta, habían llegado al lugar donde entrenaba el Equipo 10.
Naruto, interrumpiéndolos, saludó a Shikamaru, Choji e Ino. Los tres se voltearon y se sobresaltaron cuando vieron que la roca grande que Naruto tenía detrás lo iba a aplastar. El rubio no se dio cuenta pero se quedó inmóvil saludándolos. Se giró para ver a Temari, quien ya había sacado su abanico. Lanzó una fuerte ráfaga hacia la roca, cortándola en pedazos. Naruto sintió el viento en su cara pero la de la arena lo controló bien.
-Naruto, espero que la próxima vez estés más atento -dijo Temari guardando su abanico gigante.
-¡Hola Temari! -saludó Ino a lo lejos y luego susurró a Shikamaru-. ¿A qué esperas? Ves a hablar con ella.
Shikamaru soltó un suspiro y se dirigió hacia Temari. Cuando se cruzó con Naruto le saludó sin siquiera mirarle y siguió andando.
-H-hola, Temari -dijo con el corazón acelerado.
-Hola Shikamaru, ¿estabais entrenando?
-Sí... ¿Y tú qué haces por aquí?
-He venido por una misión. Mañana nos iremos.
¿Nos?
-Bueno, sí... El Equipo 7 me acompañará. No puedo hablar sobre la misión.
-Ahh… lo entiendo -dijo cabizbajo-. Bueno, me vuelvo con Ino y Choji. Ya nos veremos.
-Yo no los entiendo -dijo Choji.
-Está claro que se quieren -asumió Ino-. ¿Es que no se dan cuenta?
-Yo sí que quiero a una persona -dijo Naruto soñando mientras se le caía una baba-. Sakura-chan...
Ino levantó la pierna y empujó a Naruto suavemente con el pie. Se quedó demasiado cerca así que le dio un golpe que lo llevó hasta Temari y le hizo volver a la realidad.
-Naruto -dijo Temari viendo al rubio en el suelo-. Yo me voy. Recuerda que tienes a ir a buscar el microchip.
Temari se fue y Naruto asintió sin que ella se diese cuenta. Naruto se despidió de sus amigos y se dirigió hacia las salas de investigación para encontrar a Sakura y a Sai.

Sai le abrió la puerta cuando llegó. Otro microscopio pero más pequeño que el del Equipo de Análisis de Konoha se encontraba en la esquina derecha que tenía delante. Era una especie de laboratorio pero no con tantos utensilios. Sí los propios de los médicos.
-Hola, Naruto -dijo Sakura removiendo un vaso lleno de líquido blanco y negro-. Hemos descubierto parte del funcionamiento de la técnica.
-¡Muy bien, Sakura!
-Sin Sai no hubiese sido posible -dijo agradeciendo al pelinegro-. Hemos comparado su tinta con la que está dibujado este símbolo. Tanto Sai como el otro usuario infunden Chakra a la tinta para hacer vivo aquello que dibujan.
-En este caso -habló Sai-, el símbolo lo dibuja en la piel, y no muere hasta que es arrancado.
-Exacto. Cuando extraje la mayor parte de la tinta, ésta ya murió. Los gritos de Temari eran a causa del símbolo, éste se movía. Cuando le saqué el microchip, el resto de tinta que tenía en la piel desapareció.
-Creemos que el símbolo de tinta protege al microchip para que éste pueda hacer su función, aunque no sabemos cuál es.
-Pero Temari ya está bien -dijo Naruto pensativo.
-Sí, pero cuando aún tenía el microchip se desmayó. Supongo que le volvería la estabilidad al quitarle el microchip, aunque necesite reposo.
-...¿Y si vamos a ver cómo va Shun? -preguntó Naruto sin entender muy bien qué ocurría.
-¿Del Equipo de Análisis? -preguntó Sakura ya que no sabía quién era.
-Sí -respondió Sai a ambas preguntas-. Vamos allí y después volvemos.

Naruto y Sai salieron de la sala y se dirigieron a aquella habitación llena de máquinas. Cuando llamaron a la puerta, Shun les abrió y les dejó pasar, llevándolos a través de una puerta a otra habitación más pequeña.
-¿Recordáis que os dije que el microchip tenía virus? -preguntó Shun enseñándoles el objeto dentro de un recipiente de cristal-. Pues no me equivocaba del todo. No es un virus, es una sustancia peligrosa y tóxica. No sé cuál. He pedido ayuda a mis compañeros pero no saben nada. Nos es desconocida.
-¿Y qué pasa con la sustancia?
-No sabemos qué es, pero sí cómo funciona. El microchip está programado para que cuando entre en contacto con algún cuerpo, esta sustancia se libere. La tiene en su interior, dentro de este mini objeto. Lo que pasa es que sólo es utilizable una vez. Cuando se le extrajo del cuerpo de la ninja, se rompió y dejó de funcionar.
-¿Qué sucede cuando la sustancia se libera por el cuerpo?
-La he investigado pero como ya he dicho el microchip muere y con él la sustancia. Sé que es tóxica por algunos de sus componentes y supongo que dañará al cuerpo, pero no puedo saber a qué afectará en concreto.
-Está bien, ya nos has ayudado mucho -dijo Naruto sonriendo.
-He hecho todo lo que he podido.
-Iremos a avisar a la Hokage para que guarde el microchip -Sai mostraba preocupación a la vez que alivio por saber algo más-. Es inservible pero el usuario que lo haya diseñado podría utilizarlo de nuevo si lo consiguiese.
-¿No sabéis nada acerca de ese individuo? -se interesó Shun.
-¡Nada! -exclamó Naruto enfadado-. Pero noso…
-Pero nosotros esperamos que lo averigüen cuanto antes -rectificó Sai lo que iba a decir Naruto para mantener la misión en secreto, según dijo Tsunade.
-Alguien con un poder desconocido es peligroso -dijo Shun acompañándoles hasta la puerta y dándole el microchip a Naruto-. Que os vaya bien.
-¡Gracias! -volvió a exclamar Naruto, esta vez con alegría-. ¡Y tú y los demás seguid ayudando a la aldea como lo hacéis!

Naruto y Sai se fueron a la sala de investigación para ver a Sakura. Le explicaron lo que les había dicho Shun y luego fueron a la oficina de Tsunade para también decirle qué habían averiguado respecto el símbolo y el microchip.
-La carta que envió el Kazekage hace unos días decía que ese tal Toshio quedó en un estado de sueño. Debería tener el mismo símbolo aunque no sé si le habrán quitado el microchip.
-Temari se desmayó -continuó Sakura-, y se despertó al rato de que se lo extrajéramos. Así que no creo que los médicos de la Arena lo hayan sacado. Una de las consecuencias de tenerlo incrustado debe ser esa, desmayarse y caer en un sueño.
-Puede ser así. Evitaremos enviar un ave ya que la conexión entre la Arena y la Hoja creo que es la que ahora están intentando cortar. Es más seguro que vayáis vosotros mismos, después de derrotar a esos integrantes del grupo.
Siguieron hablando poco más. Tsunade se quedó el microchip y luego cada uno se fue hacia su casa. Ya era de noche y necesitaban descansar para mañana levantarse con energía.

Naruto le dio varias vueltas al asunto. Lo querían a él y no dejaría que los demás sufrieran solamente por intentar salvarle. Seguiría las instrucciones de la Hokage pero él sería la barrera que separaría a sus compañeros de los de Tormenta Silenciosa. Se puso el pijama y ya en la cama se durmió.
Poco antes de levantarse, algo en su interior resonó bien fuerte. La nada se desvaneció y apareció delante de Kurama. El enfado que expresaba no se debía a Naruto. Alguien le hablaba, pero no sabía quién. Después de varios segundos lo recordó, era el Hachibi. No se le entendía pero lo que Naruto logró escuchar fue:
-Interfieren entre nosotros y... ayuda.
-Naruto -dijo Kurama con su voz oscura-, detengamos a esos tipos.
-Eso está hecho -le dijo sonriendo de oreja a oreja.

Naruto abrió los ojos y se encontró en su habitación algo desordenada. Desayunó, recogió lo que se llevaría y se dirigió a la puerta principal.
Sakura, Sai y Temari ya se encontraban allí. Yamato llegó junto a Shizune y Tsunade. Ellas querían desearles buena suerte. No era una misión cualquiera.
-¡Siempre igual! -se irritó Naruto-. Kakashi-sensei llegando tarde...
-Sí... ¿te esperabas otra cosa, Naruto? -le preguntó Sakura sin necesitar respuesta.
Un par de minutos después, Kakashi apareció. Naruto y Sakura estaban indignados, siempre hacía lo mismo.
-¿Dónde estabas, Kakashi-sensei? -le preguntó Naruto.
-Perdón por llegar tarde -dijo rascándose detrás de la oreja-, pero me encontré con una anciana y tuve que ayudarla...
Naruto refunfuñó pero dejó de pensar en eso para hacerlo en la misión.
-Tened cuidado -se despidió Tsunade mirando sobre todo a Naruto-. Sin imprudencias.
Shizune se rio por lo que acababa de decir. Tsunade también era imprudente.
Naruto, Sakura, Sai, Kakashi, Yamato y Temari se dieron media vuelta y se adentraron en su camino de derrotar a Tormenta Silenciosa y devolver todo a la normalidad.

viernes, 27 de julio de 2018

CAPÍTULO 3: EL SÍMBOLO

-Saben que venía aquí -dijo Tsunade.
-¿Y cómo le han dibujado el símbolo? -preguntó Naruto-. Significa algo.
-Sí, que vendrán a por nosotros.
-A por mí, dirás -corrigió Naruto sin dudar.

Naruto salió de la oficina y fue al hospital. Sakura y Shizune habían llevado a Temari en una camilla a una sala para inspeccionarla. Solo estaban ellas dos, la Hokage prefería que por el momento nadie más supiese sobre lo ocurrido.
-Aún no ha despertado -dijo Sai sentado enfrente de la sala.
A través del cristal podían ver qué hacían las dos ninjas médico. Dejaron de analizar su cuerpo y salieron.
-Solo queda esperar a que despierte.
-¿Está bien?
-Tiene unos cuantos cortes en el cuerpo y algunos moratones, pero se está recuperando.
-¿Por qué le harían daño? -preguntó Naruto.
-Saben la información que ha venido a darnos -dijo Sakura.
-Podrían haber acabado con ella -habló Sai-, pero no lo han hecho. Ese dibujo guarda algo más.
-Lo hemos comprobado -dijo Shizune-. No tiene veneno ni nada contagioso. Se desmayó por la poca energía que le quedaba. Solo necesita descansar.
Todos se callaron cuando vieron a Temari chillar y saltar estirada sobre la camilla. Le estaba entrando algo. Sakura y Shizune se metieron rápido dentro para sujetarla. Cuando Shizune le iba a inyectar un suero para estabilizarla, Sakura la detuvo.
-Sai tenía razón.
El símbolo se movía, como si Temari tuviese dentro de su cuerpo un ser vivo. Pero estaba en su piel. Ese movimiento le dolía. Temari seguía gritando de dolor.
-Intentaré sacarle lo que tiene dentro -dijo Sakura-. Si no funciona tendré que hacerle una incisión. Luego le inyectas el suero.
Las dos tumbaron a Temari del lado opuesto como pudieron. Sakura colocó su mano izquierda sobre su espalda y con la otra intentó extraer el símbolo. Poco a poco se fue diluyendo, dejando la tinta que sacaba en cuenco vacío. Tmeari se fue calmando, aunque cuando Sakura le quitó gran parte del dibujo, Temari volvió a gritar.
-Shizune, dame el bisturí.
-¿Estás segura, Sakura? Hay que sedarla antes.
-No hay tiempo. Está inconsciente, notará poco dolor cuando le quite lo que lleva dentro.
Sakura notó un pequeño cuadrado justamente donde le quedaban los restos del dibujo. Le hizo una pequeña incisión justo encima. Temari dejó ir un grito más fuerte. Naruto y Sai lo veían todo y escuchaban a la hermana de Gaara gritar. Querían ayudar, pero no sabrían qué hacer.
Cuando Sakura hizo el corte, cogió las pinzas y le sacó un pequeño cuadrado de dentro, un microchip. El dibujo desapareció completamente al sacarlo y Temari se tranquilizó. Sakura dejó el microchip en el cuenco junto al resto de tinta.
Shizune le inyectó el suero para estabilizarla y dormirla. Sakura aplicó Ninjutsu Médico avanzado para sanar la incisión que le acababa de hacer. Cuando la palió, le puso una venda que le rodeó el hombro derecho.
-Ahora sí -dijo Sakura secándose el sudor de la frente mientras asentía con la cabeza a Naruto y a Sai.
Cuando recogieron todo, Shizune se quedó dentro por precaución y Sakura salió.
-¿Qué ha ocurrido, Sakura? -preguntó Naruto impaciente.
-Era ese símbolo, como dijo Sai. Guardaba un microchip dentro.
-¿Un microchip? -repitió el rubio.
-Sí, no sé por qué, pero hay que analizarlo.
-¿Y cómo lo vamos a hacer? Tsunade no quiere que nadie sepa sobre Tormenta Silenciosa.
-Y no tienen por qué saberlo.

Naruto y Sai fueron a ver al Equipo de Análisis de Konoha. Allí podrían descubrir el funcionamiento del microchip. Cuando entraron, microscopios, libros y máquinas llenaban el piso.
-Hola, soy Shun -se presentó un hombre moreno con gafas y sonriendo-. ¿En qué puedo ayudaros?
-Venimos para que nos ayudéis a saber qué función tiene este microchip -Naruto se lo enseñó.
-...Está bien. ¿De dónde lo habéis sacado?
-Una ninja lo tenía incrustado en su cuerpo. Necesitamos vuestra ayuda.
-Está bien, podéis venir conmigo.
Naruto y Sai siguieron a Shun y se dirigieron a un microscopio. El hombre depositó el microchip sobre la platina y lo observó a través de los oculares.
-¿Qué ves? -preguntó Naruto agachándose y rodeando la mesa para ver el microchip.
-Parece un microchip normal -empezó a decir Shun-, pero... esto es muy raro.
-¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Sai miró a Naruto y sacó una pequeña sonrisa.
-El microchip tiene... virus.
-¿Ehh? -se extrañó Naruto-. ¿Y eso es bueno o malo?
-Malo, te lo aseguro -dice Shun-. Necesitaré una investigación más a fondo, pero puede que esos virus... se hayan escampado por el cuerpo de la ninja.
Naruto y Sai se quedaron inmóviles al escucharle. Temari podría estar en peligro.
-Hay que avisar a Sakua -dijo Naruto preocupado.
-Ya voy yo, tú quédate aquí por si te dice algo más.
-No -dijo Shun-, os tendréis que marchar los dos. Cuando acabe la investigación os aseguro que os avisaré. Necesito tiempo.
-¿Cuánto tardarás? -preguntó Sai.
-Puede que hasta la tarde. Venid cuando podáis.
-Está bien. ¡Gracias, Shun! -dijo Naruto saliendo hacia el hospital junto a Sai.

Cuando llegaron a la sala, vieron a Sakura, Tsunade y Shizune dentro. Temari se había despertado. Las cuatro salieron a verles.
-Temari, ¿estás bien? -preguntó Naruto.
-Sí, sí -dijo ella pestañeando.
-¿Qué os han dicho?
-El hombre se ha quedado el microchip y cuando lo ha visto en el microscopio ha dicho que tenía virus. Y que podría haberse escampado... por tu cuerpo -dijo Sai mirando a Tmeari.
-¿Pero yo estoy bien, no? -preguntó ella confusa.
-Sí. No tienes ningún virus, sino, lo hubiéramos percibido. Aunque no sé cómo no nos dimos cuenta del microchip.
-Y Temari… ¿qué sabes? -preguntó Naruto asustado por lo que pueda oír.
-Será mejor que vayamos a mi oficina -dijo Tsunade.

Todos subieron. Kakashi y Yamato estaban en la puerta, esperando.
-¿Habéis encontrado algo?
-Nada -respondió Kakashi.
-No hay ninguna pista ni ningún indicio de que hayan estado acerca.
Todos entraron y Tsunade cerró la puerta tras ella.
-Temari, explícanos todo lo que sepas y lo que te ha ocurrido.
-Cuando Toshio volvió, el ninja que ahora está sumiso en un sueño, me dispuse a seguir la misma ruta que él y sus compañeros siguieron, pero haciendo un rodeo. Cuando llegué a la misma altura que ellos, pero más lejos y unos pasos atrás, vi a un hombre. No le vi la cara pero él controlaba todo lo que cruzaba esa línea imaginaria.
-¿A cualquier distancia? -preguntó Yamato.
-Eso creo. Unos ninjas de mi aldea me siguieron. Los vi más a la derecha, más lejos del hombre como estaba yo. Desgraciadamente, vi como solo haciendo un paso más, ese hombre voló delante de mí y se reunió con más encapuchados. Allí se toparon con mis compañeros y... bueno... no acabó bien.
-Si tú no cruzaste esa línea, ¿quiere decir que en ese momento no te vieron? -preguntó Tsunade-. Hay un margen.
-Eso mismo. Todo quién cruce muere.
-¿Y qué pasa con Gaara? -preguntó Naruto deseando que Temari fuese al grano-. ¿Por qué están en peligro?
-Quieren el poder y la destrucción. En el bosque me acerqué más a ellos. Después de atacarles, aunque dejándoles con vida, uno de ellos les dibujó, no sé cómo, el mismo símbolo que después me puso a mí. Vi como arrancaban el alma a mis amigos. Les quitaban la vida. Les quitaron la vida delante de mis propios ojos y no pude hacer nada.
Casi se le cae una lágrima pero despertó el dolor y la rabia.
-Esos malditos hablaron que acabarían con todas las aldeas, incluida la vuestra.
-¿Cuántos eran?
-Cinco. Vestían una capucha negra. Solo pude ver el color rubio de uno de ellos. Cuando se marcharon los seguí. Fueron a una cueva en Ishigakure. Allí tenían dibujado el mapa de todos los países y aldeas. La Aldea de las Rocas tenía una cruz. No les escuché hablar pero cuando salieron, un de ellos dijo que era el turno de la Arena.
-Cuando venías a avisarnos, ¿te encontraste con ellos?
-Me encontré con dos de ellos. Llevaban la misma capa y capucha. Parece que se dieron cuenta que los vigilé. Me enfrenté a ellos. Son fuertes. Uno utilizó solamente armas ninja pero el otro... atacaba con los cinco elementos.
-¡¿Qué?! -gritaron Tsunade, Yamato y Shizune a la vez.
-Quitan almas, uno tiene los 5 elementos, ¿hay algo más?
-Cuando caí, el de las armas me puso su símbolo en la espalda. Sentí un fuerte pinchazo. Noté cómo la energía se me fue desvaneciendo. Aun así me dejaron ir. Me dieron un mensaje.
-¿Cuál?
-Que si queréis que vuestra aldea no corra el mismo destino que Iwagakure, que entreguéis a Naruto.

viernes, 29 de junio de 2018

AVENTURA EN BARCO: QUINTA PARTE

-Bien, entonces acabemos con todos ellos -dijo Sasuke dispuesto a atacar.
-Sí, pero no les hagáis daño.
-No si nos lo hacen ellos antes.
Sakura se dirigió fuera al que le había dado un buen puñetazo y siguió su pelea con él. Sasuke se ocupó de otro de los que estaba allí dentro, junto a Neji. Asuma, entre ataque y ataque iba observando y pensando cómo acabar con todos esos experimentos para que no diesen más problemas. Mientras, también vigilaba a los dos enemigos por si volvían a la realidad.
Sai, Kiba y Akamaru e Ino salieron a ayudar a Kakashi. Éste también se dio cuenta que atacar al círculo negro ya no servía de mucho. Se habían vuelto más fuertes. Seguramente sería por esa especie de energía que les había traspasado Kuma. Relucían más corpulentos que antes, aunque sin la capa azul de Kuma. Éste se había quedado frente a Naruto. Su pelea estaba a punto de comenzar.

Después de varios minutos luchando duro, todos vencieron a los seis animales que habían estado encerrados allí abajo. La lucha entre Naruto y Kuma seguía. Él era distinto a los demás, ya lo habían dicho Kasumi y Arashi. El gran animal estaba listo para la batalla mientras que los demás eran experimentos recientes.
Cuando Kuma se dio cuenta que estaba rodeado de todos los shinobis, la capa azul que lo envolvía se volvió más gruesa, aunque en algunas partes carecía de ella por los ataques del rubio. Golpeó el suelo y las rocas se movieron haciendo tambalear a los ninjas. Rápidamente saltó muy alto y aunque Kiba saltó también, el animal le dio un pisotón que lo llevó a toda velocidad hacia el suelo.
Kuma cogió a sus amos y se dirigió hacia la torre del centro de las ruinas, donde estaban las máquinas, y la escaló.
-Kuma, ¡¿qué haces?! -le preguntó Naruto a voces.
El animal hizo caso omiso al ninja y continuó su escalada hasta llegar a lo más alto de la torre. Allí dio un gran manotazo a la torre destrozando esa parte, haciendo caer grandes rocas. Después, entró.
Naruto también subió dejando atrás a sus compañeros. Cuando llegó vio a Kuma dejando a sus amos dentro de la celda en la que él había estado anteriormente. Se dio cuenta de la presencia de Naruto pero aun así pulsó un botón electrocutando a sus amos. Se despertaron.
-¿Dónde estamos? -preguntó Arashi aturdido por el genjutsu.
Los dos estaba confundidos y con miedo. Lo que habían recordado en realidad no había vuelto a suceder. Habían estado gritando bastante, por lo que el dolor permanecía. Kuma les soltó y los tres miraron a Naruto.
-L-lo siento -habló Arashi cayendo de rodillas-. Yo no quería llegar hasta tal punto.
-¿Pero qué dices? -le preguntó Kasumi sin entenderlo.
-Mira a Kuma, su estado, su confusión, su falso poder, está esperando nuestras órdenes para acabar con los chicos.
-¡Claro! Es eso lo que queríamos, ¿verdad? Ahora no nos podemos rendir. Aunque nos hayan metido en la cabeza lo que sufrimos, quiero que esos desgraciados del pueblo acaben como acabamos nosotros.
-¡No, Kasumi, despierta! -le dijo Arashi cogiéndole de los hombros-. Después de los años que han pasado, nos hemos metido en la cabeza eso, acabar con esa gente, pero si lo hacemos, como dijo el chico, nos pondremos a su altura.
-¡No, Arashi! A ti sí que te han metido algo en la cabeza.
Kasumi empujó a Arashi a la celda y lo encerró con los barrotes eléctricos.
-¿Qué estás haciendo, Kasumi?
-Si tú no quieres seguir el plan después de tantos años construyéndolo, lo seguiré y acabaré yo. ¡Vamos, Kuma!
Kuma desobedeció las órdenes de la mujer. Se había quedado paralizado. Se giró observando a sus dos amos. No  sabía qué hacer, a quién creer. Estaba aún más confundido. El poder que había adquirido era demasiado para él. Lo habían forzado mucho. Sin poder permanecer en pie se desmayó y cayó en picado por el agujero que él mismo había creado cuando cayeron los shinobis. Naruto lo vio y no dudó en actuar:
-¡Kage Bunshin no Jutsu! -Naruto creó muchos clones y rápidamente cayeron al vacío junto con Kuma. Formaron grandes filas sujetándose unos a otros para intentar coger al que parecía un monstruo.
Siguieron cayendo y necesitaban bastantes clones para sujetarlo, hasta que al final lo consiguieron, estando cerca del suelo donde estaban los demás curando a los 30 hombres.
Los de abajo se quedaron mirando a los tantos Narutos colgando y a Kuma. La torre se anchaba por abajo, así que los clones se balancearon para llevar a Kuma arriba. Con esfuerzo lo consiguieron, aunque el animal seguía inconsciente.
Mientras habían hecho la cadena de clones, Kasumi aprovechó para salir y bajar las escaleras pero cuando llegó se topó con los shinobis que la ataron. Mientras Ino y Sai se quedaron abajo vigilándola tanto a ella como a los seis animales, los demás subieron.
-¿Qué ha pasado, Naruto? -preguntó Kakashi.
-Nada, parece que todo se acabó.

Los clones de Naruto ya habían desaparecido antes de llegar sus amigos. Arashi seguía en la celda pero lo sacaron y también lo ataron. Aunque recapacitó sobre tantos años de su vida, eso no impedía los actos y delitos que había llevado a cabo. Ahora faltaba dejar a los animales tal y como estaban antes de que experimentasen con ellos y devolver el estado normal a los piratas. La extrema delgadez y el dolor que padecían les hacía imposible moverse, aunque gracias a la ayuda de los shinobis de Konoha, el ardor se apaciguó. Sakura e Ino bajaron rápidamente a ayudarles con su Ninjutsu Médico mientras los demás devolvían todo a la normalidad. Arashi les explicó cómo hacerlo.
Primero pulsaron un botón para abrir la puerta que había separado al grupo antes de que sucediera todo. Después bajaron por las escaleras y aun sintiéndolo mucho pusieron a todos los animales que seguían débiles en las cápsulas, a excepción de Kuma. El jefe animal se puso en contacto con cada uno de los cables conectándose a través de él, el origen de la energía y la sangre y las cápsulas. Kiba y Akamaru bajaron para avisar a los hombres que se pusieran las armas, y aunque les costó creer al ninja, lo hicieron.
Después, Arashi puso una de las manos en el hombro izquierdo de Kuma y a la fuerza también hicieron que Kasumi lo hiciera. Era la única forma de devolver a los hombres su estado normal. Por último, la pareja se entrelazó la otra mano que les quedaba y dijeron:
-¡Técnica secreta: Retroceso Inminente! -la energía empezó a fluir por los cables, de las cápsulas hacia las armas que portaban los piratas. Su extrema delgadez disminuyó poco a poco y fueron volviendo a su estado normal. Les había quedado un poco de ardor pero nada que ver con el dolor de antes, ya no se ahogaban.
Todos dijeron gracias y gracias muchísimas veces. Les habían salvado la vida. Por su lado, cuando volvieron a su estado normal, la energía que traspasaba Kuma dejó de fluir. Lo único que faltaba era que los animales volvieran a la normalidad. Primero lo hicieron con los seis dentro de las cápsulas conectándoles unos cables que Asuma había descubierto y que Arashi le ayudó. Se volvieron más pequeños, menos corpulentos y más estables, y los dejaron salir.
Kuma se despertó y aunque éste seguía confundido, subió arriba junto a Arashi y Naruto. Allí, Kuma entró en la celda y el hombre hizo el mismo proceso que antes. Esta vez, tardaron bastante más y un resplandor iluminó toda la torre envolviéndola en un halo azul y blanco. Después de unos minutos, Kuma volvió a su estado normal, aunque cayó debilitado. El gran poder al que había sido sometido era demasiado.
-Baja abajo con Kuma, ya me ocupo yo de esto -dijo Naruto.

Todos los shinobis de Konoha excepto Naruto ya habían salido y los piratas dejaron el barco allí dentro pero no el tesoro, el cual eran esas armas de poder. Las entregarían a los ninjas para que las analizasen en Konoha. Salieron y pidieron perdón a todos por los ataques que les habían dado y dándoles las gracias, otra vez, por ayudarles y salvarles la vida.

Naruto se quedó arriba, observando la habitación y luego utilizó su Rasengan para acabar con todas esas máquinas y que no volviesen a dar problemas. Luego bajó junto a todos. Kuma y los seis animales ya despertaron y abrazaron a Arashi. Aunque éste los había encerrado y tratado como experimentos, se había portado bien con ellos, al contrario que Kasumi. Se iban a echar de menos los unos a los otros. Luego Kuma abrazó a Naruto, sorprendiéndole. Era como un oso pequeño, blanco, suave y cariñoso, aunque mostraba una gran fuerza. Tenían que dejarles allí, en esa isla, la cual era su hábitat natural, pero no a todos. Kuma se tenía que ir con ellos. Su hogar estaba allí donde una vez fue el hogar de sus amos después de que se marchasen de su sucia casa.

De vuelta a la orilla se trajeron todas las máquinas, cápsulas y trastos que tenían allí en el laboratorio junto con los brazaletes, pulseras y armas que les habían quitado energía y sangre a los hombres. Podían ser útiles y serían tratados y analizados en Konoha, no como las máquinas que destrozó Naruto, que eran específicas de la isla y que ya no existían.
Antes de volver a Konoha, irían a ver al que fue el amo de Arashi y Kasumi. Habían pasado algunos años desde que se marcharon pero no podía quedar impune. Debía ser castigado por sus crímenes.
Los animales iban jugando con Akamaru, quienes se habían cogido cariño en el trayecto de las ruinas al mar pero allí se tuvieron que despedir de todos. Los seis animales abrazaron a Kuma con fuerza ya que al principio había sido como uno de ellos y luego se adentraron de nuevo en la isla, ya libres. Y después los ninjas se despidieron de los piratas. Habían sido un poco molestos al no creerles pero ya todo se había arreglado. El jefe pidió perdón exclusivamente a Shikamaru pero éste dijo que no había por qué pedir perdón, aun así, le dio las gracias. Los 30 caminaron por la orilla hasta encontrar su barco.

Y todos los de Konoha, Arashi, Kasumi y Kuma subieron al barco de los ninjas. Todos excepto Gai:
-Gai, ¿pero qué haces allí abajo? -le preguntó Kakashi desde el barco.
-¿No nos podemos quedar un poco más? -sonrió rascándose la parte trasera de la cabeza-. La verdad es que no hemos explorado toda la isla.
-Venga va, sube.
-Gai-sensei -le dijo Lee-. La marea está muy tranquila, ya verá como esta vez no se mareará.
-Eso espero -dijo entrando al barco balanceándose de un lado a otro.
De repente sonó un trueno y todos se asustaron al verse venir otra tormenta, aunque al final solo se quedó en un simple trueno.
-¿Y ahora qué? ¡Sigamos la aventura! -dijo Naruto muy entusiasmado levantando el brazo derecho hacia arriba.
-¡¿Qué?! -dijeron todos al unísono cansados.

martes, 26 de junio de 2018

AVENTURA EN BARCO: CUARTA PARTE

Quienes estaban arriba de la torre cayeron y a causa del ataque de Kuma, algunos fueron golpeados y cayeron inconscientes. Naruto y los de abajo, excepto Shikamaru que se estaba recuperando del golpe, cogieron a tiempo a sus amigos. Una vez en el suelo empezaron a salir lanzas de los lados.
A la vez que ayudaban a los que estaban desmayados a recuperarse, esquivaban esos ataques de cristal con forma puntiaguda.
-¿Qué acaba de pasar? -preguntó Naruto al aire esperando que alguien respondiera.
-Ahí arriba están los causantes de todo esto -respondió Tenten a la vez que sacó varios kunais lanzándolos contra los cristales.
-¿Y ellos quiénes son? -Choji preguntó mirando a los hombres que habían conseguido el tesoro.
-Ellos han venido a por un tesoro pero nos han atacado igualmente. Piensan que lo queremos.
-Y es así, chico, no nos engañáis -dijo el jefe aún con la misma idea.
-Poderosos pero tontos -habló Sasuke.
-¿Qué has dicho mocoso?
-Lo que has escuchado.
El capitán se quitó una de las pulseras y se la lanzó a Sasuke. El Uchiha lanzó un kunai para contrarrestar el ataque pero como si actuase sola, la pulsera se hizo más grande creando un anillo de fuego quemando el arma. Muchos de sus amigos estaban allí y no era seguro usar su Jutsu Ígneo así que corrió hacia el anillo y se metió por él, cruzándolo. Siguió corriendo y tal y como había pensado, el anillo lo siguió. Estaba haciendo lo mismo que el hilo eléctrico que sacó el hombre del brazalete antes siguiendo a Shikamaru. Sasuke llegó hasta el jefe, éste se preparó para darle un golpe, pero Sasuke se tiró entre sus piernas a toda velocidad dándole una patada en la espalda. El hombre cayó de rodillas, levantó la mirada y se quedó atónito al ver el anillo de fuego cerca de él. Por suerte para él, uno de los cristales que salió de las paredes se puso en contacto con el anillo creando una niebla que cubrió gran parte de la sala.
-Bien, es nuestro turno, Hinata -dijo Neji preparando su Byakugan.
-¡Sí!
Gracias a su poder ocular, vieron a través de la niebla. Mientras Hinata iba diciendo a sus compañeros por dónde salían los cristales, Neji atacaba a los piratas sin hacerles mucho daño para que dejasen de ser tan molestos. Después, Kiba y Akamaru, tal y como hicieron antes con la niebla que cubrió el barco, la despejaron.

-Kakashi-sensei -Naruto le preguntó:-, ¿qué es lo que pretenden hacer los de allí arriba?
-Estaban alimentando a unos animales con sangre y energía.
-¡¿Qué?! -Naruto se sorprendió, así como los demás, al escucharlo.
-Así es, y me temo que ya sé de dónde provienen.
-De sus armas -Asuma también se dio cuenta, señalando a los piratas-. Aunque si les estaban extrayendo energía, no entiendo cómo es que se ven en plena forma.
-Sakura -se dirigió Kakashi a su alumna-, lánzame hasta allí arriba.
-¿Estás seguro?
-¡No, ya voy yo! -Naruto también estaba dispuesto.
-Está bien... -Sakura agarró a Naruto de un brazo y a Kakashi del otro, dio un par de vueltas y con su fuerza los lanzó bien arriba llegando hasta el techo y cayendo en la parte alta, donde el suelo no estaba roto.
No había nadie, ni Arashi, ni Kasumi ni los animales, por lo que Kakashi se preocupó. Naruto, mientras, se asombró al ver las máquinas y los tantos botones que había. Se dispuso a pulsar uno y aunque Kakashi lo intentó evitar, fue demasiado tarde. Sin embargo, Kakashi pudo ver que Naruto hizo bien ya que dejaron de salir los cristales de los lados donde estaban sus compañeros.
-¿Dónde están? -preguntó Naruto.
-Deben haber bajado... Démonos prisa. Pero antes, avisemos a Sakura y compañía.
-¡Técnica Oculta de Cuerpos! -Naruto creó un clon que bajó por la pared acumulando chakra en los pies, aprovechando que ya no salían cristales.

Mientras el clon les fue a avisar, el verdadero Naruto y Kakashi bajaron las escaleras hasta llegar a esa clase de laboratorio. Allí estaban. Por lo que parecía, Arashi y Kasumi habían conseguido meter a los animales en sus celdas, aunque no estaban despiertos. Kuma, por su parte, estaba junto a sus amos.
-Ahora que estamos más tranquilos, hablad sobre el experimento.
-¡Eso, eso! -animó Naruto a que lo hicieran, observando bien la habitación.
-Vaya... no os rendís, por lo que veo -dijo Kasumi.
-Os estáis aprovechando de esos animales -habló Naruto-. Les habéis inyectado energía exterior que no es la de ellos. Sois unos cobardes, si queréis vengaros id vosotros mismos y dejad a los demás en paz. Aun así, la venganza nunca es la solución.
Kakashi le había contado a Naruto lo que habían dicho mientras él estaba luchando con los hombres. Y ante la pésima excusa, no podía callarse.
-Si supieras cómo hemos vivido nos entenderías. Entenderías cómo nos sentimos, por qué hacemos esto. No es justo, no nos lo merecíamos.
-¿A qué te refieres? -preguntó Kakashi desviando la situación.
-Fuimos experimentos -dijo Arashi-. Empezaron conmigo, me crie sin padres y un hombre me acogió. Todo era muy feliz, lo parecía, porque su comportamiento en casa era mucho más diferente que el que hacía creer a la gente. Y llegó al punto que enloqueció, ya estando con Kasumi, que la recogió en la calle. Nos convirtió en sus experimentos. Nos ataba a unas sillas y nos conectaba cables por todo el cuerpo quitándonos las fuerzas hasta desmayarnos, noche sí, noche también.
Arashi hablaba con rabia, lo que decía era verdad, su rostro lo decía todo. Incluso recordándolo se le cayó alguna que otra lágrima.
-¡¿Y qué pretendía hacer ese desgraciado?! -Naruto les preguntó demostrándoles que lo que les había hecho ese hombre estaba muy mal.
-¿Que qué pretendía hacer? Lo único que quería era poder. Ante su reconocimiento público, se convirtió en un hombre muy querido, pero lo que el pueblo no sabía era que actuaba bajo las sombras. Había una pequeña parte que no lo quería, no veía verdad en él, y usaba ese poder para matar.
-¿Y qué pasó con vosotros? ¿Cómo lograsteis escapar?
-Un día llegó a casa totalmente ebrio -habló la mujer-, y nos pegó algunos gritos, pero lo que también hizo fue desatarnos. Aprovechando que él ya estaba dormido, salimos de la casa y fuimos casa por casa pidiendo ayuda. Nuestras pintas podrían dar a entender que la necesitábamos, pero el que debería habernos cuidado ya les hizo saber a todo el pueblo que no éramos más que basura, así que nadie nos acogió.

Naruto, en cierto modo sabía cómo se sentían. A él le había pasado algo similar, nadie lo quería por el zorro que llevaba dentro pero poco a poco las personas fueron creyendo en él y fue formando nuevos amigos, como los que allí estaban (con los que iba a vivir una aventura en barco pero que se había convertido en más que una aventura).
-Nos fuimos de la aldea y pasamos días buscando un hogar hasta que lo encontramos. Después de un tiempo empezamos a planear una venganza, pero algunos su supieron los planes que teníamos, aunque solo sabían de Arashi y por eso desertamos de las Nubes y vinimos aquí construyendo lo que llevamos hasta ahora.
-Vuestra historia es dolorosa, pero ¿creéis que resolveréis algo?
-¡Claro! -respondió Arashi con un poco de enfado-. Ahora que falta poco para acabar con los experimentos sabrán lo que es poder.
-¡Pero no podéis hacer eso! Habéis dicho que él os ataba y conectaba a cables. No os gustaba que os hiciesen eso, pero ¡estáis haciendo exactamente lo mismo con estos animales! Y no solo eso, sino que estáis quitando sangre y energía a gente que no tiene nada que ver. ¡Sois iguales que vuestro amo!
-¡No somos iguales! Nosotros estamos experimentando con animales, no con humanos.
-¡Da igual! ¡Es lo mismo! Son seres que tienen sentimientos, igual que nosotros y no se merecen algo peor. ¡Daos cuenta de una vez!
-No nos pondremos de acuerdo. Y como no nos vais a dejar seguir con nuestros experimentos u os vais o sufriréis. Vosotros decidís.
-Yo no me voy a rendir -dijo Naruto seguro de sí mismo.
-Lo siento -dijo Kakashi atrayendo la atención de la pareja-. ¡Sharingan!
Arashi y Kasumi cayeron en el Genjutsu del Hatake. Éste les hizo recordar lo que sufrieron para que lo volviesen a sentir y así intentar que se pusieran en la situación de los animales. Podría provocar lo contrario y sentir más rabia hacia quien los castigó sin motivo pero había que intentarlo.


Kuma vio a sus amos sufrir y se enfureció. Miró a Naruto y a Kakashi con rabia y mostró una capa azul alrededor de él. Cuando pensaban que los iba a atacar, saltó por encima de ellos y cogió rápidamente el cable que cortó Asuma que se separaba y conectaba con las cinco cápsulas. Lo agarró con fuerza y dio un grito. Dejó ir una gran energía que envolvió el cable que iba a parar al subsuelo. A Kakashi y a Naruto no les gustó mucho lo que vieron pero no sabían lo que había hecho Kuma.
Los 30 hombres que habían ido a por el tesoro se quedaron paralizados. Poco a poco su caras se fueron adelgazando, así como todo su cuerpo. No entendían, ni ellos ni los de Konoha qué les estaba pasando pero éstos últimos vieron su sufrimiento. Agonizaban de dolor, se ahogaban.
-¿Qué les está pasando? -preguntó Choji preocupado por ellos.
-La energía y la sangre que les estaban quitando para alimentar a esos animales ya está teniendo su efecto -dijo Kurenai.
-Tenemos que ayudarles -habló Hinata.
-Sí, ¿pero cómo?
-Tengo una idea -dijo Tenten sacando un pergamino-. ¡Jutsu de Desellado!
Con su jutsu, Tenten pudo sacar de su pergamino algunas plantas medicinales que siempre llevaba por s alguna vez las necesitaba. Se las dio a sus compañeros y aplicaron las hierbas a los hombres que habían caído en el suelo. Les costaba respirar y tenían una sensación de ardor y picor en la piel allí donde se habían colocado las armas. Las ganas de rascarse les eran inmensas pero si lo hacían se provocarían en ellos mismos mucho más dolor. A parte de las plantas medicinales de Tenten, Hinata les aplicó el poco Ninjutsu Médico que había aprendido.

Una vez Kuma había soltado esa energía a lo largo del cable, recogió los demás cables cortados y dejó ir la misma energía. Los seis grandes animales despertaron a la vez rompiendo sus celdas. Podría pasar que atacasen a Kuma, como la última vez, pero ellos sabían quién era el jefe: el gran animal blanco.
Naruto y Kakashi se prepararon para luchar, mientras que Arashi y Kasumi seguían bajo los efectos del Genjutsu. Kuma se quedó atrás mientras que los otros seis pasaron delante para protegerle. Naruto usó su Kage Bunshin no Jutsu (Multiplicación Oculta de Cuerpos) y creó bastantes clones.
-Naruto -le dijo Kakashi-, en el hombro izquierdo de cada uno de ellos excepto en el del blanco hay un círculo negro. Si les damos en ese punto se debilitarán.
-Está bien -asintió Naruto-, pero recuerda no hacerles mucho daño.
La pelea empezó. Kakashi corrió fuera del laboratorio para tener más espacio y tres de los animales lo siguieron. Los otros tres y Kuma se quedaron dentro, con Naruto y sus clones. Se separaron un poco y lucharon. Dos clones de Naruto lanzaron a otro contra uno de los animales y éste con un solo puño le dio y desapareció. Pero el animal no se dio cuenta que el verdadero Naruto había corrido hacia él y ya lo tenía en su espalda dándole un buen golpe en el círculo negro. El animal debería haber caído inconsciente pero no sucedió. Siguió dándole golpes en su punto débil pero lo único que notaba era alguien molestándole. El animal cogió a Naruto del cuerpo con su mano y lo lanzó a toda velocidad estampándolo contra una de las columnas de fuera. Sus clones desaparecieron. El animal corrió y saltó para acabar con él pero recibió un gran golpe de Sakura despidiéndolo hacia fuera.
-Naruto, ¿estás bien? -le preguntó Sakura tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.
-Sí -Naruto la aceptó y se levantó-. Gracias, Sakura-chan.

Sakura, Sasuke, Sai, Neji, Ino, Asuma, Kiba y Akamaru habían ido a ayudarles gracias al clon de Naruto que les había enviado.
-El círculo negro ya no es su punto débil -dijo Naruto-. No sé cómo pero han obtenido más poder. Ha sido Kuma.

jueves, 31 de mayo de 2018

CAPÍTULO 2: ESPERANDO A TEMARI

Los cuatro miraron a Naruto y éste con la cabeza gacha apretó el puño que no tenía en pergamino. No se iba a quedar de brazos cruzados pero tampoco sabía quiénes eran esos de Tormenta Silenciosa.
-¿A quiénes se refieren? -Sakura preguntó lo que Naruto quería saber.
-Mejor que os lo cuente la Hokage -respondió Kakashi-, vámonos hacia allí.
Los cinco corrieron hacia la mansión Hokage. Para cuando llegasen, Tsunade ya habría leído el pergamino. Kakashi se fijó bien en que el ave llevaba dos pergaminos, el que les dejó caer a ellos y otro que llevaba a Tsunade. Gaara quería que Naruto supiese lo que sucedía.

Llegaron y sin llamar a la puerta, Naruto pasó malhumorado:
-¿Qué significa esto? -preguntó enseñando el pergamino.
-Naruto...
-¿Quiénes son Tormenta Silenciosa? -preguntó impaciente.
-Naruto, tranquilízate -Yamato le puso la mano sobre el hombro pero causó el efecto contrario.
-¡No me puedo tranquilizar! Gaara necesita nuestra ayuda y nosotros aquí sin hacer nada.
-¡¿Naruto, crees que era consciente de todo esto?! -respondió Tsunade levantándose de la silla-. El pergamino nos acaba de llegar, no sabíamos que podían ser tan peligrosos ni que tú eras su objetivo.
-¿Y qué se sabe? -Naruto apaciguó su enfado y se relajó ante las palabras de Tsunade.
-Veréis, hace unos días un grupo de ninjas de la Aldea Oculta de las Rocas fueron atacados cuando iban de camino hacia la arena. Portaban un mensaje que lo consiguieron enviar a tiempo y llegó a manos del Kazekage, sin embargo, los ninjas... murieron -Tsunade hablaba mientras Naruto, Sakura y Sai estaban atentos intentando entender la situación-. El mensaje no era ningún texto, sino un símbolo.
Tsunade les enseñó el símbolo. Tenía forma de rayo con tres líneas en su interior y otra más en rojo tachando y cruzando el rayo. Los de la sala se quedaron mirando el papel.
-Tormenta Silenciosa -dijo Sakura.
-Sí -afirmó Tsunade-, así es como se hacen llamar y así es como se identifican. Cuando llegó el mensaje a la Aldea de la Arena, nadie sabía qué significaba, pero unos criptógrafos lograron descubrir a partir de varios símbolos antiguos que ese era el nombre. Sin embargo, no sabían qué querrían decir con el emblema, así que enviaron un ave a la Aldea de las Rocas. El desconcierto llegó cuando no obtuvieron ningún mensaje de vuelta.
Tsunade tomó unos segundos para respirar y dejar que los chicos almacenasen la información. Seguidamente, continuó:
-El Kazekage se empezó a preocupar y mandó a unos ninjas buenos a ver al Raikage. Varias horas después, uno de los ninjas volvió a rastras, ensangrentado, con heridas por todo el cuerpo, y antes de entrar en un estado de sueño les hizo saber que sus compañeros habían muerto y que se encontraron con los cadáveres de los ninjas de las rocas. 3 días después de que esto pasase, me llegó el pergamino con todo lo que os acabo de contar.
-¿Y qué tengo que ver yo? -preguntó Naruto serio.
-No lo sé -respondió la Hokage-. Esperemos a que Temari venga. Yo no tengo más información. Pero según lo que ha escrito Gaara, los de la Arena no saben nada de los de las Rocas, y puede que al revés tampoco.
-Como si hubiesen cortado la conexión entre ambas aldeas -dijo Kakashi.
-Sí, pero no entre ésta y la Arena.
-¿Y os habéis intentado comunicar con la Aldea de las Rocas? -preguntó Sakura.
-No, Gaara nos dijo que no lo hiciésemos, ya que podrían descubrir que nosotros también sabíamos sobre ellos.
-En la Aldea de las Rocas debe haber algo que no quieren que sepamos -dijo Sai.
-¿Entones todo está envuelto a esa aldea? -preguntó Naruto.
-No creo -Yamato dio su opinión-. Hay algo más, y según lo que ha escrito el Kazekage en éste último pergamino, tienen varios objetivos.
-Entre ellos yo...
-Naruto... -Sakura lo miró con tristeza al verle con la cabeza baja.
-Tranquila Sakura, sea lo que sea, saldré ahí y acabaré sabiendo qué es lo que quieren conmigo.
-Primero esperarás a que venga Temari -dijo Kakashi.

Naruto suspiró y Tsunade les dio permiso para irse. Ya les avisaría cuando la hermana de Gaara llegase a la aldea. Naruto, Sakura y Sai salieron, pero Kakashi y Yamato se quedaron dentro, con Tsunade y Schizune. Ellos tenían algo en mente de lo que podría estar sucediendo, al igual que Naruto.
Los tres ninjas salieron de la mansión Hokage y dieron un paseo para amenizar el día tan intenso que estaba siendo. Después de dar alguna que otra vuelta, fueron a pedir algo de comer para llevar y siguieron su camino sin saber a dónde iban. A Naruto se le veía intranquilo, a pesar de estar comiendo con ganas. La idea de que Gaara pudiese estar en peligro y que él tuviese que esperarse no le hacía mucha gracia, pero no le quedaba otro remedio. Además, el camino a la Aldea de la Arena no era fácil y aunque él llegase sin problemas, sería mejor esperar a Temari, quien conocía bien la climatología de su hogar.

-¿Qué creéis que ha pasado? -preguntó Sai haciendo girar a los otros dos hacia él-. ¿Por qué querrán atacar la Aldea Oculta de la Arena?
-No sé... Puede que por ser una de las cinco grandes aldeas -dijo Sakura sin estar nada seguro de que eso fuera verdad.
-Y no nos podemos comunicar con la Aldea de las Rocas, como si estuvieran en una burbuja a la cual nadie puede acceder.
-Podríamos intentarlo, pero como ha dicho Tsunade-sama todavía no.
-¿Y si están en peligro? -Naruto se decidió a hablar-. Alguien de la aldea debería ir y comprobar que todo está bien. No podemos esperar a que el problema se solucione solo.
-Me pregunto qué es lo que querrán hacer -dijo Sakura pensando.
Cuando Sakura dijo eso, Naruto recordó a Kurama. Él era un Jinchuriki, así como Killer Bee. El poseedor del 8 colas vivía allí, en la aldea que parecía encontrarse aislada. ¿Y si intentaban atacarle y no querían que nadie les interrumpiera, llegando al punto de matar? Pensó en decirlo a sus compañeros pero se detuvo al encontrarse en un cruce con Shikamaru. Éste iba a paso acelerado y no era costumbre verle correr. Se saludaron y le preguntaron qué hacía:
-Pues... ha venido Temari -se sonrojó un poco al decir su nombre-, y la he visto correr a la mansión Hokage.
-¿Ya está aquí? -preguntó Naruto sobresaltado.
-¿La esperabais? -respondió Shikamaru con otra pregunta.
-Sí, bueno, es un poco complicado de explicar, si quieres ya te lo diremos luego -dijo Naruto despidiéndole con la mano alzada ya yendo en dirección a ver a la Hokage, pero se paró y retrocedió-. Por cierto, ¿y a ti qué te importa que esté Temari aquí o no?
-N-nada -mintió, lo que causó su ruborizado algo más que antes-. Solo me impresionó verla llegar y que siguiera corriendo.
-¿Aa sí? -Sakura se dio cuenta-. ¿Y porque te has sonrojado?
-¿Yo? Qué va... Qué aburrido -dijo Shikamaru poniendo los brazos detrás de su cabeza-. Bueno, yo en verdad me iba por aquí, que me están esperando Ino y Choji en el entrenamiento.
-Claro... Ya nos veremos.
Después de despedirse, Naruto, Sakura y Sai corrieron hacia la mansión Hokage, el rubio a más velocidad. Shikamaru los vio irse pero siguió su camino, esta vez caminando.

Cuando llegaron, Naruto entró en la habitación sin llamar a la puerta, por lo que Tsunade se levantó de inmediato molesta.
-¡Naruto! -Sakura le dio un collejón-. La próxima vez llama.
-Está bien, está bien...

Temari estaba de pie frente a ellos, así como Kakashi y Yamato. Naruto, Sakura y Sai habían llegado justo después de ella, esperando a que empezara a hablar, pero no lo hizo. Se le oía fuerte la respiración pero aun así señaló la parte derecha de su espalda, esperando a que alguien viese lo que indicaba. Pálida y cansada seguía de pie pero antes de que nadie pudiese ver a qué se refería, cayó desmayada. Kakashi la sujetó y la dejó con cuidado en el suelo. Tsunade se acercó pero Sakura fue más rápida, aplicándole Ninjutsu Médico en el centro de su cuerpo. Cuando Shizune iba a salir para llamar a los médicos, Tsunade la paró. Sakura dejó que la Hokage se ocupase de ello, pero en vez de curarla, puso de lado a Temari, bajando un poco su vestido para ver el símbolo. Era el mismo, el de Tormenta Silenciosa.

lunes, 30 de abril de 2018

CAPÍTULO 1: PUESTOS A PRUEBA

En uno de los campos de entrenamiento de Konoha, Naruto estaba practicando diferentes estrategias de combinación de sus habilidades. Al hacer un rasengan, parte una piedra en dos y se sorprende cuando ve una carta. ¿Alguien la había escondido y la había dejado dentro de una piedra? Parecía que sí. No sabía si leerla, no era asunto suyo, pero podía ser algún mensaje importante. Empezaba diciendo "Ya sabes que es para ti". ¿Para él? Naruto no tenía ni idea de que hubiese una carta para él, la había encontrado por casualidad, pero pensando y con algunas dudas, empezó de nuevo y prosiguió:

"Ya sabes que es para ti,
Si partiste esta piedra significa que no podrás dejar de realizar los pasos. Este es el primero, vamos a por el siguiente. Frente a ti tienes un árbol, acércate y entre las hojas hallarás una botella opaca con un mensaje dentro.
Te espero."

Naruto se quedó pensando qué significaba que no podía dejar de realizar los pasos. Él no esperaba a nadie que le dijera eso, aunque le hizo dudar. ¿Qué pasaría si no recogía el mensaje en la botella? Puede que no fuese para él, pero había alguna probabilidad que, fuera quien fuese quien había escrito la carta, sí iba dirigida a él. Así que caminó unos pasos hacia delante y, tal y como había escrito en la carta se topó con un árbol y a sus pies la botella. Cogió el mensaje y leyó:

"Bien, supongo que te preguntarás quién soy pero eso lo tienes que descubrir tú... o no. Tú decides, pero recuerda que los actos traen consecuencias. Si decides seguir, a continuación deberás adentrarte en el bosque que hay al este. La entrada está al otro lado del río. Cerca de la primera cueva estará el siguiente paso."

¿Y ahora qué? ¿Seguía lo que le indicaba o mejor se abstenía? "Los actos traen consecuencias". La verdad es que esas palabras habían atemorizado a Naruto un poco pero no le habían quitado las ganas de seguir los pasos. Su espíritu aventurero salió a la vista y siguió lo que estaba indicado en la carta.

Mientras caminaba se encontró con Sakura y Sai. Fueron ellos quienes le vieron y se acercaron a Naruto:
-¡Hola Naruto! -saludó Sakura sonriente-. Íbamos a verte entrenar. ¿No estabas allí?
-Sí... pero me tengo que ir.
-¿A sí? ¿Dónde? -Sakura se interesó.
-Bueno, pues verás... -Naruto se puso nervioso y no sabía qué decir.
Sai vio que Naruto llevaba detrás, en las manos, una botella que intentaba esconder, cosa que no le funcionó. Sai se la arrebató sin que el rubio se diera cuenta.
-¿Qué es esto? -preguntó Sai.
-¡Qué! Sai, ¿pero qué haces? Devuélvemelo.
Sai se lo entregó y Naruto cogió la botella con rapidez. ¿Le podría decir a Sakura y a Sai lo que ocultaba?
-¿Y esa botella, Naruto? -Sakura le preguntó pensativa.
-Pues veréis... ¡Es alucinante! -dijo en voz elevada. Había hecho un cambio repentino de sensación respecto a la primera impresión al ver el primer mensaje, pero ahora sí era él.
-¿Alucinante, una botella?
-No, me he encontrado con estos mensajes, no sé si son para mí pero parece divertido -dijo Naruto entregándoles los dos mensajes a Sakura y Sai.
Leyeron lo que ponía y Sakura le preguntó:
-Así que ahora ibas al bosque, ¿verdad?
-¡Claro! Allí está el siguiente mensaje.
-Pero es muy raro... -dudó Sakura-. Para empezar, ¿cómo sabía, quien los haya escrito, que serías tú quien las leyera? Podría haber sido cualquier otra persona.
-Yo también he pensado eso -habló Sai-, pero fíjate que en el segundo mensaje pone que si es Naruto, él no debería saber que las cartas son para él.
-Es verdad, yo no esperaba ninguna carta, pero se está poniendo interesante. Ahora quiero saber a qué viene todo esto. ¡Será por algo!
-Exacto -sobresaltó Sakura-, ¿y si es una trampa? Te podrían estar engañando.
-Bueno, si es así ya le patearé el culo a quien sea -dijo Naruto soltando un puño al aire-. ¿Queréis venir conmigo?
-Sí -dijo Sai convencido.
-Está bien... -Sakura se apuntó. Por una parte tenía dudas pero por otra estaba entusiasmada por leer lo próximo.
-¡Muy bien, entonces vayamos al bosque!

Los tres caminaron en dirección al bosque. Llegaron al río y acumulando su chakra en los pies, lo cruzaron andando sobre el agua. El anterior mensaje dijo que cerca de la primera cueva estaba el siguiente. Era de día, así que aunque se veía menos que fuera del bosque, los rayos de luz pasaban entre los árboles.
-Bien -dijo Naruto impaciente-, ¿esta es la cueva?
-Sí, debe de ser esta. Ahora tenemos que buscar el mensaje.
Mientras Naruto buscaba por la entrada y frente a ella, Sakura y Sai miraban por los lados. Había arbustos y plantas en abundancia, sería difícil encontrarlo si no se distinguía bien del color verde. Después de algún minuto buscando, Sai encontró el mensaje atado a un kunái. Se acercó a Sakura y a Naruto, lo desató y leyeron lo que decía:

"Después del camino entre el campo de entrenamiento y esta cueva te habrás encontrado con alguien que ahora mismo está contigo, no sé quién, simplemente lo sé, pero eso no importa. Os preguntaréis qué significa todo esto. Para saberlo deberéis recurrir al trabajo en equipo. Ya que sois dos o más, no os lo pondré tan fácil. El siguiente mensaje se encuentra unos pasos atrás, donde las hojas son esclavas."

-¿Donde las hojas son esclavas? -Naruto pensó unos segundos y se rindió-. ¡¿Qué significa eso?!
-¿Cómo sabe que vas acompañado, Naruto? -preguntó Sai.
Sakura cogió la carta y la examinó por delante y por detrás. Pasó el dedo entre las letras escritas y las difuminó sin querer, algunas más que otras.
-Esta letra es muy reciente, alguien la ha escrito hace poco.
-¿Cómo lo sabes? -preguntó Naruto sorprendido.
-¡Porqué se borra si pasas el dedo por encima, idiota!
-¡Aaa, es verdad!
-Entonces alguien nos está espiando.
-Sí, quien haya escrito esto no podía saber si ibas a ir acompañado o no. Nos ha tenido que ver y justo después habrá escrito el mensaje.
Los tres miraron a su alrededor atentamente, en silencio, buscando al culpable. El canto de los pájaros y el viento entre las hojas los hacía girar hacia todas direcciones. Sentían que estaban siendo observados. Alguien los espiaba. El movimiento de un arbusto fue percibido por Naruto y éste, sin esperar siquiera a que Sakura y Sai lo viesen, se abalanzó sobre él.
-¡Lo tengo! -gritó Naruto emocionado con su cara entre las ramas-. ¡Te he atrapado, ahora mismo descubriré quién eres!
Naruto levantó la cabeza así como sus manos y se encontró con un gato con los ojos bien abiertos. Se quedaron un segundo en silencio y justo después el gato maulló asustado, al oírlo tan cerca, Naruto soltó un grito, el gato volvió a maullar y Naruto volvió a gritar. Seguidamente, el gato aprovechó y se escurrió de las manos del rubio saltando sobre él y pegándole un arañazo, luego se fue.
-¡Auuch! -se quejó Naruto de dolor al recibir el arañazo.
Sakura y Sai se quedaron asombrados ante tal situación. Cuando Naruto se levantó, Sakura fue hacia él y éste ya se esperaba lo peor, así que se escondió donde antes estaba el gato.
-¡Sakura, no!
-¡Naruto! ¡¿Se puede saber por qué has molestado al gato?!
-Yo... yo no... -Naruto vio a Sakura asomar la cabeza y vio su enfado pero ésta, al ver el arañazo que tenía pensó que ya era suficiente.
-¡Que era broma! -cambió Sakura de expresión sonriéndole y prestándole una mano. Naruto seguía temiendo pero le dio la mano y ella lo ayudó a levantarse.
Se juntaron con Sai y observaron la carta. Se les había olvidado que había alguien observándolos pero lo recordaron al verla. Pensaron que ya se había marchado y habría dejado el siguiente mensaje en el sitio que había descrito. Pero justo cuando ibas a debatir, alguien apareció:
-¡Hola! -les habló Yamato de repente.
-¡Aahhh! -chillaron los tres del susto.
-Perdón por asustaros -se rió Yamato.
-¡¿Pero por qué siempre apareces así de repente?! -le preguntó Naruto con el corazón latiendo más rápido de lo habitual.
-Acabo de llegar de una misión y me dirigía a ver a la Hokage. ¿Qué hacéis vosotros?
-Intentamos descubrir quién se esconde detrás de estas cartas.
-¿Cartas?

Los tres le explicaron lo que habían encontrado hasta ahora y le enseñaron el tercer mensaje en el cual se habían quedado. Sabía que la persona podría estar vigilándoles pero para saber más sobre qué es lo que quería debían seguir avanzando.
-Donde las hojas son esclavas... -dijo Yamato pensando.
-Y dice que se encuentra unos pasos atrás.
-Sí... algo por lo que ya hallamos pasado.
-¿Alguna tienda?
Los tres pensaron pero no se les ocurrió nada.
-¿Os habéis encontrado con alguien más?
-No.
-¿Y si está en el campo de entrenamiento? Allí se entrena y las hojas de los árboles pueden ser cortadas.
-Puede ser...
-Lo mejor que podemos hacer es volver por donde hemos venido -sugirió Sakura.
-Sí, así puede que nos demos cuenta a lo que se refiere.
Los tres volvieron por donde habían venido, junto a Yamato, salieron del bosque y llegaron al río. Mientras cruzaban, Sai se fijó en una hoja y Sakura se quedó observando el agua. Se miraron los dos y se entendieron.
-Es aquí -dijo Sai.
-Sí, la corriente del agua se lleva las hojas.
Tanto Naruto como Yamato observaron el río. En efecto, así era.
-Donde las hojas son esclavas -recordó Yamato-. ¡Muy bien Sakura, Sai! Ahora habrá que encontrar la carta.
-¡Muy bien Sakura! -le felicitó Naruto saltando y levantando la mano para que se la chocase, pero no fue ella quien lo hizo, sino Sai, a lo que Naruto se quedó decepcionado.
Los cuatro buscaron alrededor del río y Naruto se sumergió directamente en el río. Había muchos peces pero no encontró la carta. Después de una dura pelea con los animales, Naruto sacó la cabeza con un pez en la boca, el cual empezó a saltar pero el ninja lo escupió devolviéndolo al río y éste siguió nadando.
-Naruto, si el agua se lleva las hojas también arrastrará una carta...
Naruto soltó una carcajada al darse cuenta y continuó su búsqueda por fuera.
-La tengo -Sakura cogió una carta un poco mojada. Le fue difícil abrirla sin romperla pero lo consiguió y leyó en voz alta:

"Muy bien, si me estáis leyendo quiere decir que habéis resuelto el acertijo sencillo. Ahora os contaré la verdad: vivo aquí, en Konoha, pero muchos años he estado actuando en las sombras, bajo los mandos de alguien. Quiero que sepáis, no solo tú Naruto, sino tus acompañantes y el que se acaba de incorporar que mi objetivo en descubriros, veros y saber cómo va todo. Esa es mi misión, pero os tengo que contar otra cosa que os incumbe de más cerca. Creo que me estoy enrollando demasiado, ya pararé de escribir. Y sí, os estoy viendo, pero vosotros a mí no... ¿o tal vez sí? Esa es la siguiente pista, ahí estaré yo.
Por cierto Naruto, veo que se te dan bien los gatos, ¿no? JAJA"

-Naruto... parece que esta persona también te ha visto hacer el ridículo -dijo Sai tan tranquilo.
-¡Ajj! -Naruto se cabreó al recordar la escena.
-A parte de que hagas el ridículo -dijo Sakura-, como siempre, ha reconocido que nos está vigilando.
-Sí, debe de estar por aquí -afirmó Yamato.
Los cuatro de fijaron alrededor pero no vieron nada, como antes.
-¿Y cómo es que su objetivo es saber sobre nosotros? -preguntó Naruto nervioso.
-No lo sé... -admitió Sakura-, pero nos podemos ver. Nos tiene que decir algo más.
-¿Y cómo lo encontramos? -Naruto se fijó en la carta sin entender la pista que había dejado.
-Pensemos... esa persona nos ve y nosotros a ella sí o no. ¿Qué puede ser?
-¡Eso no tiene sentido!
-¡Que sí lo tiene, Naruto!
Mientras Naruto y Sakura medio discutían, Sai se quedó pensando en lo que dijo "...he estado actuando en las sombras, bajo los mandos de alguien...". Aunque pareciese extraño, eso lo mantuvo. ¿Quería decir que había pertenecido a Raíz? Es lo único que se le ocurría, pero de entre la gente que él había conocido estando allí, no pensaría que nadie les estuviera vigilando. Eran capaces de cualquier cosa pero saber cómo les iba, no solo a él, sino a Naruto, a Sakura y a Yamato... No tenía ningún sentido.
-¡Ya sé! -exclamó Naruto-. Lo tenemos en nuestras narices, es eso a lo que se refiere.
-Muy bien Naruto... por fin piensas algo... que ya sabíamos.
-Pues vaya...
-Puede haber sido un miembro de ANBU -sorprendió Sai a todos.
-¿Sí? ¿Por qué lo dices?
-Porque en el mensaje pone que ha estado actuando en las sombras y los de Raíz ya sabéis que así lo hacen.
-Sí -dijo Yamato-, y por tanto, saben cómo esconderse.
-¿Puede que esa persona se haya transformado en otra? -preguntó Sakura.
-¡Ajjj! -Naruto interrumpió-. ¡Ya estoy cansado! Busquemos por aquí cerca y lo encontraremos.
-¿Y si dejamos nosotros un mensaje? -sugirió Yamato-. Puede que nos esté engañando.
-Sí -dijo Naruto-. Y será esa persona quien venga a nosotros. Nos escondemos y luego ¡pum, lo tenemos!
-También lo podemos hacer -dijo Sakura-, pero no creo que caiga. Quiere que nosotros vayamos a donde está, aunque si cesamos, tendrá que comunicarse con nosotros de alguna forma.
-¿Y qué hacemos?
-Dejemos un mensaje -repitió Yamato sacando un boli y un papel de su bolsillo-. ¡No puede ser! ¡Había quedado con la Hokage y ya voy tarde, me tengo que ir chicos! Espero que encontréis al responsable.

Yamato se despidió y se puso en marcha entregándole el boli y el papel a Naruto. Pero no fue muy lejos, ya que Naruto cogió rápidamente un kunái y se lo lanzó a Yamato agarrándose a la ropa y él quedando atrapado con un árbol.
-¡¿Qué?! ¿A qué viene eso? -gritó Yamato quitándose el kunái y escapándose.
Yamato saltó al suelo y cuando miró hacia arriba, Sakura estaba a escasos centímetros de él.
-¡Shannaro! -dio un puñetazo al suelo con gran fuerza provocando el levantamiento de algunas piedras.
Yamato no murió aplastado por milésimas de segundo pero justo cuando esquivó el ataque, unas serpientes le empezaron a estrangular, eran las que había dibujado Sai, de tinta. Yamato se quedó atrapado con los tres a su alrededor sin que pudiese escapar.
-¿Cómo lo habéis sabido? -preguntó con cortes en la respiración.
-Cuando apareciste no sabíamos que eras tú, lo supimos cuando Naruto, ya aquí en el río después de haber leído la carta, dijo que quería buscar por aquí y tu desviaste la conversación.
-Además -continuó Sai-, fuiste un miembro de ANBU y aunque nos podías haber mentido en la carta no lo hiciste. Te faltó rapidez para escribir la última.
-¿Y tú porque me lanzaste el kunái, Naruto?
-Un boli y un papel iguales que los que nos hemos ido encontrando. Qué casualidad.
-¡Mierda, debería haberlo sabido! Aunque la verdad, esto último lo hice queriendo.
-Eso no importa -Naruto se volvió serio-. ¿Quién eres y qué quieres?
Yamato se quedó unos segundos pensando. ¿De verdad no lo reconocían?
-¡Naruto, soy yo, Yamato!
-¡Sí, y yo soy Sasuke!
-Cualquier otro menos Sasuke, Naruto -Sakura lo dejó inferior al moreno.
-Sakura...
-¡De verdad que soy Yamato! ¡Vuestro líder! ¿No me distinguís de cualquier transformación?
-Pues la verdad es que no... -dijo Naruto sinceramente.
Yamato dejó caer la cabeza por un instante, pero si él había hecho todo eso era normal que no se fiasen, podría ser una trampa.
-¿Cómo puedes demostrar que eres Yamato?
-¿Así? -dijo susurrando y poniendo esa cara de miedo, que a Naruto le ponía la piel de gallina.
-Está bien, está bien, eres tú.
-¿Y por qué nos has escrito estas cartas? -preguntó Sakura.
-¡Eso, eso! -saltó Naruto-. Yo estaba entrenando y ahora he perdido el tiempo. Yo que pensaba que sería emocionante.
-¿Y lo ha sido, no? -preguntó Yamato esperanzado viendo a Naruto con ganas de más.
-¿Pero por qué has planeado todo esto?
-Para poneros a prueba -dijo Kakashi apareciendo de repente de la nada.
-¿Kakashi-sensei? ¿Nos has estado viendo todo este tiempo?
-Así es -respondió Yamato-. Queríamos comprobar si aceptarías el reto, si descifrabais los acertijos y si os daríais cuenta que era yo quien estaba detrás de esto. Kakashi solo estaba mirando.
-Sí, lo he dejado todo para ti, no quería entrometerme.
-Gracias por la ayuda... -dijo Yamato sarcásticamente.
-¿Y hemos superado la prueba? -preguntó Sai.
-Mmm... ¡Sí! Dentro de lo que cabe ha sido una prueba fácil, pero habéis trabajado bien en equipo, os ayudáis los unos a los otros, y no os dejáis engañar tan fácilmente. ¡Bien hecho!
-Sí -siguió Kakashi-. Y habéis atrapado a Yamato. Ha sido divertido verte derrotado.

Yamato bajó la cabeza pero la volvió a levantar al ver caer un pergamino. Los demás también lo vieron, lo dejó caer un ave que siguió su camino por donde iba. Naruto lo recogió y lo abrió:

"Para la Hokage:
La aldea va a ser atacada cuanto antes. No sabemos cuándo pero os necesitamos. Nuestro poder no es suficiente para derrotar a los integrantes de Tormenta Silenciosa. Mi hermana los ha estado siguiendo y va de camino hacia Konoha, allí os explicará con más detalle, pero sabemos que uno de sus objetivos es Naruto.
El Kazekage."