-Saben que venía aquí -dijo Tsunade.
-¿Y cómo le han dibujado el símbolo? -preguntó Naruto-. Significa algo.
-Sí, que vendrán a por nosotros.
-A por mí, dirás -corrigió Naruto sin dudar.
Naruto salió de la oficina y fue al hospital. Sakura y Shizune habían llevado a Temari en una camilla a una sala para inspeccionarla. Solo estaban ellas dos, la Hokage prefería que por el momento nadie más supiese sobre lo ocurrido.
-Aún no ha despertado -dijo Sai sentado enfrente de la sala.
A través del cristal podían ver qué hacían las dos ninjas médico. Dejaron de analizar su cuerpo y salieron.
-Solo queda esperar a que despierte.
-¿Está bien?
-Tiene unos cuantos cortes en el cuerpo y algunos moratones, pero se está recuperando.
-¿Por qué le harían daño? -preguntó Naruto.
-Saben la información que ha venido a darnos -dijo Sakura.
-Podrían haber acabado con ella -habló Sai-, pero no lo han hecho. Ese dibujo guarda algo más.
-Lo hemos comprobado -dijo Shizune-. No tiene veneno ni nada contagioso. Se desmayó por la poca energía que le quedaba. Solo necesita descansar.
Todos se callaron cuando vieron a Temari chillar y saltar estirada sobre la camilla. Le estaba entrando algo. Sakura y Shizune se metieron rápido dentro para sujetarla. Cuando Shizune le iba a inyectar un suero para estabilizarla, Sakura la detuvo.
-Sai tenía razón.
El símbolo se movía, como si Temari tuviese dentro de su cuerpo un ser vivo. Pero estaba en su piel. Ese movimiento le dolía. Temari seguía gritando de dolor.
-Intentaré sacarle lo que tiene dentro -dijo Sakura-. Si no funciona tendré que hacerle una incisión. Luego le inyectas el suero.
Las dos tumbaron a Temari del lado opuesto como pudieron. Sakura colocó su mano izquierda sobre su espalda y con la otra intentó extraer el símbolo. Poco a poco se fue diluyendo, dejando la tinta que sacaba en cuenco vacío. Tmeari se fue calmando, aunque cuando Sakura le quitó gran parte del dibujo, Temari volvió a gritar.
-Shizune, dame el bisturí.
-¿Estás segura, Sakura? Hay que sedarla antes.
-No hay tiempo. Está inconsciente, notará poco dolor cuando le quite lo que lleva dentro.
Sakura notó un pequeño cuadrado justamente donde le quedaban los restos del dibujo. Le hizo una pequeña incisión justo encima. Temari dejó ir un grito más fuerte. Naruto y Sai lo veían todo y escuchaban a la hermana de Gaara gritar. Querían ayudar, pero no sabrían qué hacer.
Cuando Sakura hizo el corte, cogió las pinzas y le sacó un pequeño cuadrado de dentro, un microchip. El dibujo desapareció completamente al sacarlo y Temari se tranquilizó. Sakura dejó el microchip en el cuenco junto al resto de tinta.
Shizune le inyectó el suero para estabilizarla y dormirla. Sakura aplicó Ninjutsu Médico avanzado para sanar la incisión que le acababa de hacer. Cuando la palió, le puso una venda que le rodeó el hombro derecho.
-Ahora sí -dijo Sakura secándose el sudor de la frente mientras asentía con la cabeza a Naruto y a Sai.
Cuando recogieron todo, Shizune se quedó dentro por precaución y Sakura salió.
-¿Qué ha ocurrido, Sakura? -preguntó Naruto impaciente.
-Era ese símbolo, como dijo Sai. Guardaba un microchip dentro.
-¿Un microchip? -repitió el rubio.
-Sí, no sé por qué, pero hay que analizarlo.
-¿Y cómo lo vamos a hacer? Tsunade no quiere que nadie sepa sobre Tormenta Silenciosa.
-Y no tienen por qué saberlo.
Naruto y Sai fueron a ver al Equipo de Análisis de Konoha. Allí podrían descubrir el funcionamiento del microchip. Cuando entraron, microscopios, libros y máquinas llenaban el piso.
-Hola, soy Shun -se presentó un hombre moreno con gafas y sonriendo-. ¿En qué puedo ayudaros?
-Venimos para que nos ayudéis a saber qué función tiene este microchip -Naruto se lo enseñó.
-...Está bien. ¿De dónde lo habéis sacado?
-Una ninja lo tenía incrustado en su cuerpo. Necesitamos vuestra ayuda.
-Está bien, podéis venir conmigo.
Naruto y Sai siguieron a Shun y se dirigieron a un microscopio. El hombre depositó el microchip sobre la platina y lo observó a través de los oculares.
-¿Qué ves? -preguntó Naruto agachándose y rodeando la mesa para ver el microchip.
-Parece un microchip normal -empezó a decir Shun-, pero... esto es muy raro.
-¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Sai miró a Naruto y sacó una pequeña sonrisa.
-El microchip tiene... virus.
-¿Ehh? -se extrañó Naruto-. ¿Y eso es bueno o malo?
-Malo, te lo aseguro -dice Shun-. Necesitaré una investigación más a fondo, pero puede que esos virus... se hayan escampado por el cuerpo de la ninja.
Naruto y Sai se quedaron inmóviles al escucharle. Temari podría estar en peligro.
-Hay que avisar a Sakua -dijo Naruto preocupado.
-Ya voy yo, tú quédate aquí por si te dice algo más.
-No -dijo Shun-, os tendréis que marchar los dos. Cuando acabe la investigación os aseguro que os avisaré. Necesito tiempo.
-¿Cuánto tardarás? -preguntó Sai.
-Puede que hasta la tarde. Venid cuando podáis.
-Está bien. ¡Gracias, Shun! -dijo Naruto saliendo hacia el hospital junto a Sai.
Cuando llegaron a la sala, vieron a Sakura, Tsunade y Shizune dentro. Temari se había despertado. Las cuatro salieron a verles.
-Temari, ¿estás bien? -preguntó Naruto.
-Sí, sí -dijo ella pestañeando.
-¿Qué os han dicho?
-El hombre se ha quedado el microchip y cuando lo ha visto en el microscopio ha dicho que tenía virus. Y que podría haberse escampado... por tu cuerpo -dijo Sai mirando a Tmeari.
-¿Pero yo estoy bien, no? -preguntó ella confusa.
-Sí. No tienes ningún virus, sino, lo hubiéramos percibido. Aunque no sé cómo no nos dimos cuenta del microchip.
-Y Temari… ¿qué sabes? -preguntó Naruto asustado por lo que pueda oír.
-Será mejor que vayamos a mi oficina -dijo Tsunade.
Todos subieron. Kakashi y Yamato estaban en la puerta, esperando.
-¿Habéis encontrado algo?
-Nada -respondió Kakashi.
-No hay ninguna pista ni ningún indicio de que hayan estado acerca.
Todos entraron y Tsunade cerró la puerta tras ella.
-Temari, explícanos todo lo que sepas y lo que te ha ocurrido.
-Cuando Toshio volvió, el ninja que ahora está sumiso en un sueño, me dispuse a seguir la misma ruta que él y sus compañeros siguieron, pero haciendo un rodeo. Cuando llegué a la misma altura que ellos, pero más lejos y unos pasos atrás, vi a un hombre. No le vi la cara pero él controlaba todo lo que cruzaba esa línea imaginaria.
-¿A cualquier distancia? -preguntó Yamato.
-Eso creo. Unos ninjas de mi aldea me siguieron. Los vi más a la derecha, más lejos del hombre como estaba yo. Desgraciadamente, vi como solo haciendo un paso más, ese hombre voló delante de mí y se reunió con más encapuchados. Allí se toparon con mis compañeros y... bueno... no acabó bien.
-Si tú no cruzaste esa línea, ¿quiere decir que en ese momento no te vieron? -preguntó Tsunade-. Hay un margen.
-Eso mismo. Todo quién cruce muere.
-¿Y qué pasa con Gaara? -preguntó Naruto deseando que Temari fuese al grano-. ¿Por qué están en peligro?
-Quieren el poder y la destrucción. En el bosque me acerqué más a ellos. Después de atacarles, aunque dejándoles con vida, uno de ellos les dibujó, no sé cómo, el mismo símbolo que después me puso a mí. Vi como arrancaban el alma a mis amigos. Les quitaban la vida. Les quitaron la vida delante de mis propios ojos y no pude hacer nada.
Casi se le cae una lágrima pero despertó el dolor y la rabia.
-Esos malditos hablaron que acabarían con todas las aldeas, incluida la vuestra.
-¿Cuántos eran?
-Cinco. Vestían una capucha negra. Solo pude ver el color rubio de uno de ellos. Cuando se marcharon los seguí. Fueron a una cueva en Ishigakure. Allí tenían dibujado el mapa de todos los países y aldeas. La Aldea de las Rocas tenía una cruz. No les escuché hablar pero cuando salieron, un de ellos dijo que era el turno de la Arena.
-Cuando venías a avisarnos, ¿te encontraste con ellos?
-Me encontré con dos de ellos. Llevaban la misma capa y capucha. Parece que se dieron cuenta que los vigilé. Me enfrenté a ellos. Son fuertes. Uno utilizó solamente armas ninja pero el otro... atacaba con los cinco elementos.
-¡¿Qué?! -gritaron Tsunade, Yamato y Shizune a la vez.
-Quitan almas, uno tiene los 5 elementos, ¿hay algo más?
-Cuando caí, el de las armas me puso su símbolo en la espalda. Sentí un fuerte pinchazo. Noté cómo la energía se me fue desvaneciendo. Aun así me dejaron ir. Me dieron un mensaje.
-¿Cuál?
-Que si queréis que vuestra aldea no corra el mismo destino que Iwagakure, que entreguéis a Naruto.
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