-Bien, entonces acabemos con todos ellos -dijo Sasuke dispuesto a atacar.
-Sí, pero no les hagáis daño.
-No si nos lo hacen ellos antes.
Sakura se dirigió fuera al que le había dado un buen puñetazo y siguió su pelea con él. Sasuke se ocupó de otro de los que estaba allí dentro, junto a Neji. Asuma, entre ataque y ataque iba observando y pensando cómo acabar con todos esos experimentos para que no diesen más problemas. Mientras, también vigilaba a los dos enemigos por si volvían a la realidad.
Sai, Kiba y Akamaru e Ino salieron a ayudar a Kakashi. Éste también se dio cuenta que atacar al círculo negro ya no servía de mucho. Se habían vuelto más fuertes. Seguramente sería por esa especie de energía que les había traspasado Kuma. Relucían más corpulentos que antes, aunque sin la capa azul de Kuma. Éste se había quedado frente a Naruto. Su pelea estaba a punto de comenzar.
Después de varios minutos luchando duro, todos vencieron a los seis animales que habían estado encerrados allí abajo. La lucha entre Naruto y Kuma seguía. Él era distinto a los demás, ya lo habían dicho Kasumi y Arashi. El gran animal estaba listo para la batalla mientras que los demás eran experimentos recientes.
Cuando Kuma se dio cuenta que estaba rodeado de todos los shinobis, la capa azul que lo envolvía se volvió más gruesa, aunque en algunas partes carecía de ella por los ataques del rubio. Golpeó el suelo y las rocas se movieron haciendo tambalear a los ninjas. Rápidamente saltó muy alto y aunque Kiba saltó también, el animal le dio un pisotón que lo llevó a toda velocidad hacia el suelo.
Kuma cogió a sus amos y se dirigió hacia la torre del centro de las ruinas, donde estaban las máquinas, y la escaló.
-Kuma, ¡¿qué haces?! -le preguntó Naruto a voces.
El animal hizo caso omiso al ninja y continuó su escalada hasta llegar a lo más alto de la torre. Allí dio un gran manotazo a la torre destrozando esa parte, haciendo caer grandes rocas. Después, entró.
Naruto también subió dejando atrás a sus compañeros. Cuando llegó vio a Kuma dejando a sus amos dentro de la celda en la que él había estado anteriormente. Se dio cuenta de la presencia de Naruto pero aun así pulsó un botón electrocutando a sus amos. Se despertaron.
-¿Dónde estamos? -preguntó Arashi aturdido por el genjutsu.
Los dos estaba confundidos y con miedo. Lo que habían recordado en realidad no había vuelto a suceder. Habían estado gritando bastante, por lo que el dolor permanecía. Kuma les soltó y los tres miraron a Naruto.
-L-lo siento -habló Arashi cayendo de rodillas-. Yo no quería llegar hasta tal punto.
-¿Pero qué dices? -le preguntó Kasumi sin entenderlo.
-Mira a Kuma, su estado, su confusión, su falso poder, está esperando nuestras órdenes para acabar con los chicos.
-¡Claro! Es eso lo que queríamos, ¿verdad? Ahora no nos podemos rendir. Aunque nos hayan metido en la cabeza lo que sufrimos, quiero que esos desgraciados del pueblo acaben como acabamos nosotros.
-¡No, Kasumi, despierta! -le dijo Arashi cogiéndole de los hombros-. Después de los años que han pasado, nos hemos metido en la cabeza eso, acabar con esa gente, pero si lo hacemos, como dijo el chico, nos pondremos a su altura.
-¡No, Arashi! A ti sí que te han metido algo en la cabeza.
Kasumi empujó a Arashi a la celda y lo encerró con los barrotes eléctricos.
-¿Qué estás haciendo, Kasumi?
-Si tú no quieres seguir el plan después de tantos años construyéndolo, lo seguiré y acabaré yo. ¡Vamos, Kuma!
Kuma desobedeció las órdenes de la mujer. Se había quedado paralizado. Se giró observando a sus dos amos. No sabía qué hacer, a quién creer. Estaba aún más confundido. El poder que había adquirido era demasiado para él. Lo habían forzado mucho. Sin poder permanecer en pie se desmayó y cayó en picado por el agujero que él mismo había creado cuando cayeron los shinobis. Naruto lo vio y no dudó en actuar:
-¡Kage Bunshin no Jutsu! -Naruto creó muchos clones y rápidamente cayeron al vacío junto con Kuma. Formaron grandes filas sujetándose unos a otros para intentar coger al que parecía un monstruo.
Siguieron cayendo y necesitaban bastantes clones para sujetarlo, hasta que al final lo consiguieron, estando cerca del suelo donde estaban los demás curando a los 30 hombres.
Los de abajo se quedaron mirando a los tantos Narutos colgando y a Kuma. La torre se anchaba por abajo, así que los clones se balancearon para llevar a Kuma arriba. Con esfuerzo lo consiguieron, aunque el animal seguía inconsciente.
Mientras habían hecho la cadena de clones, Kasumi aprovechó para salir y bajar las escaleras pero cuando llegó se topó con los shinobis que la ataron. Mientras Ino y Sai se quedaron abajo vigilándola tanto a ella como a los seis animales, los demás subieron.
-¿Qué ha pasado, Naruto? -preguntó Kakashi.
-Nada, parece que todo se acabó.
Los clones de Naruto ya habían desaparecido antes de llegar sus amigos. Arashi seguía en la celda pero lo sacaron y también lo ataron. Aunque recapacitó sobre tantos años de su vida, eso no impedía los actos y delitos que había llevado a cabo. Ahora faltaba dejar a los animales tal y como estaban antes de que experimentasen con ellos y devolver el estado normal a los piratas. La extrema delgadez y el dolor que padecían les hacía imposible moverse, aunque gracias a la ayuda de los shinobis de Konoha, el ardor se apaciguó. Sakura e Ino bajaron rápidamente a ayudarles con su Ninjutsu Médico mientras los demás devolvían todo a la normalidad. Arashi les explicó cómo hacerlo.
Primero pulsaron un botón para abrir la puerta que había separado al grupo antes de que sucediera todo. Después bajaron por las escaleras y aun sintiéndolo mucho pusieron a todos los animales que seguían débiles en las cápsulas, a excepción de Kuma. El jefe animal se puso en contacto con cada uno de los cables conectándose a través de él, el origen de la energía y la sangre y las cápsulas. Kiba y Akamaru bajaron para avisar a los hombres que se pusieran las armas, y aunque les costó creer al ninja, lo hicieron.
Después, Arashi puso una de las manos en el hombro izquierdo de Kuma y a la fuerza también hicieron que Kasumi lo hiciera. Era la única forma de devolver a los hombres su estado normal. Por último, la pareja se entrelazó la otra mano que les quedaba y dijeron:
-¡Técnica secreta: Retroceso Inminente! -la energía empezó a fluir por los cables, de las cápsulas hacia las armas que portaban los piratas. Su extrema delgadez disminuyó poco a poco y fueron volviendo a su estado normal. Les había quedado un poco de ardor pero nada que ver con el dolor de antes, ya no se ahogaban.
Todos dijeron gracias y gracias muchísimas veces. Les habían salvado la vida. Por su lado, cuando volvieron a su estado normal, la energía que traspasaba Kuma dejó de fluir. Lo único que faltaba era que los animales volvieran a la normalidad. Primero lo hicieron con los seis dentro de las cápsulas conectándoles unos cables que Asuma había descubierto y que Arashi le ayudó. Se volvieron más pequeños, menos corpulentos y más estables, y los dejaron salir.
Kuma se despertó y aunque éste seguía confundido, subió arriba junto a Arashi y Naruto. Allí, Kuma entró en la celda y el hombre hizo el mismo proceso que antes. Esta vez, tardaron bastante más y un resplandor iluminó toda la torre envolviéndola en un halo azul y blanco. Después de unos minutos, Kuma volvió a su estado normal, aunque cayó debilitado. El gran poder al que había sido sometido era demasiado.
-Baja abajo con Kuma, ya me ocupo yo de esto -dijo Naruto.
Todos los shinobis de Konoha excepto Naruto ya habían salido y los piratas dejaron el barco allí dentro pero no el tesoro, el cual eran esas armas de poder. Las entregarían a los ninjas para que las analizasen en Konoha. Salieron y pidieron perdón a todos por los ataques que les habían dado y dándoles las gracias, otra vez, por ayudarles y salvarles la vida.
Naruto se quedó arriba, observando la habitación y luego utilizó su Rasengan para acabar con todas esas máquinas y que no volviesen a dar problemas. Luego bajó junto a todos. Kuma y los seis animales ya despertaron y abrazaron a Arashi. Aunque éste los había encerrado y tratado como experimentos, se había portado bien con ellos, al contrario que Kasumi. Se iban a echar de menos los unos a los otros. Luego Kuma abrazó a Naruto, sorprendiéndole. Era como un oso pequeño, blanco, suave y cariñoso, aunque mostraba una gran fuerza. Tenían que dejarles allí, en esa isla, la cual era su hábitat natural, pero no a todos. Kuma se tenía que ir con ellos. Su hogar estaba allí donde una vez fue el hogar de sus amos después de que se marchasen de su sucia casa.
De vuelta a la orilla se trajeron todas las máquinas, cápsulas y trastos que tenían allí en el laboratorio junto con los brazaletes, pulseras y armas que les habían quitado energía y sangre a los hombres. Podían ser útiles y serían tratados y analizados en Konoha, no como las máquinas que destrozó Naruto, que eran específicas de la isla y que ya no existían.
Antes de volver a Konoha, irían a ver al que fue el amo de Arashi y Kasumi. Habían pasado algunos años desde que se marcharon pero no podía quedar impune. Debía ser castigado por sus crímenes.
Los animales iban jugando con Akamaru, quienes se habían cogido cariño en el trayecto de las ruinas al mar pero allí se tuvieron que despedir de todos. Los seis animales abrazaron a Kuma con fuerza ya que al principio había sido como uno de ellos y luego se adentraron de nuevo en la isla, ya libres. Y después los ninjas se despidieron de los piratas. Habían sido un poco molestos al no creerles pero ya todo se había arreglado. El jefe pidió perdón exclusivamente a Shikamaru pero éste dijo que no había por qué pedir perdón, aun así, le dio las gracias. Los 30 caminaron por la orilla hasta encontrar su barco.
Y todos los de Konoha, Arashi, Kasumi y Kuma subieron al barco de los ninjas. Todos excepto Gai:
-Gai, ¿pero qué haces allí abajo? -le preguntó Kakashi desde el barco.
-¿No nos podemos quedar un poco más? -sonrió rascándose la parte trasera de la cabeza-. La verdad es que no hemos explorado toda la isla.
-Venga va, sube.
-Gai-sensei -le dijo Lee-. La marea está muy tranquila, ya verá como esta vez no se mareará.
-Eso espero -dijo entrando al barco balanceándose de un lado a otro.
De repente sonó un trueno y todos se asustaron al verse venir otra tormenta, aunque al final solo se quedó en un simple trueno.
-¿Y ahora qué? ¡Sigamos la aventura! -dijo Naruto muy entusiasmado levantando el brazo derecho hacia arriba.
-¡¿Qué?! -dijeron todos al unísono cansados.
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