sábado, 18 de agosto de 2018

CAPÍTULO 4: EL MICROCHIP

-Me entregaré -dijo Naruto convencido.
-Es eso lo que quieren -debatió Tsunade-. Pero, ¿y luego qué? Te tendrán. ¿Crees que no atacarán la aldea igualmente?
-Sólo hay que comprobarlo. No cederé sin más.
-Naruto, sabes que tienes al zorro de nueve colas en tu interior. Y sabrás que será eso lo que quieren. No puedes ir tú sólo. Temari, ¿Te dijeron dónde esperarían?
-Sí, en el mismo sitio en el que me los encontré. Una de las cuevas cerca de la aldea de la Arena.
-Bien -dijo Naruto frunciendo el ceño-, esta misma noche saldré.
-¡Naruto! -Sakura le golpeó en la cabeza provocándole dolor-. ¡Que no vas a ir sólo!
-Auch.. Sakura… -suspiró mientras Sakura se sacudía las manos.
-Iréis los seis -dijo Tsunade a los ninjas-. Cuando estéis llegando, que Naruto vaya por delante y los demás lo seguís por detrás, acechando por cualquier peligro.
-Son fuertes -asumió Temari-. Tienen claro que quieren poder y lo están consiguiendo. Evitaremos el combate cuerpo a cuerpo. Si recibimos varios golpes, en cualquier momento nos pueden poner el símbolo y acabar con nosotros.
-Sí -dijo Tsunade-, tened cuidado.
-Descuida, vieja -dijo Naruto levantando el brazo derecho con ánimo.
Naruto cerró los ojos por un segundo y cuando los abrió sintió un fuerte golpe en el pecho y otro en la espalda.
-No me llames vieja -dijo Tsunade mirando a Naruto fijamente de cerca.
La Hokage había provocado grietas en la pared por el golpe y Naruto se había quedado allí tirado, en el pasillo.
-No, no -dijo el rubio con la voz entrecortada.
Cuando pudo levantarse, apoyándose en la pared, caminó hacia la oficina sin puerta.
-Saldréis mañana a primera hora -Tsunade les dijo la hora de salida y cuando se marchaban les recordó a Naruto y a Sai que tenían que ir a buscar el microchip y conocer la nueva información.
-Yo iré a averiguar de qué está compuesta esta sustancia -Sakura sacó de su bolsillo una cápsula pequeña alargada.
En la cápsula había introducido la tinta que formaba el símbolo que extrajo del cuerpo de Temari.
-Iré contigo -dijo Sai inexpresivo.
Sai utilizaba la tinta en sus ataques así que sería útil en la investigación. Tenían que descubrir qué escondía la tinta cuanto antes, ya que mañana saldrían a la misión.

Sakura y Sai se marcharon hacia una sala de investigación en la que no había nadie. Kakashi y Yamato también se fueron junto a Naruto y Temari que luego se separaron de los dos.
-¿Cómo va todo por la aldea? -preguntó Temari a Naruto mientras daban un paseo.
-Muy bien, como siempre -dijo Naruto con el pulgar derecho hacia arriba-. Cuando llegaste vimos a Shikamaru.
-¿A sí? -preguntó queriendo disimular.
-Sí, y creo que estaba muy contento de que estuvieras aquí. Se sonrojó, como tú ahora mismo.
Naruto se rio y Temari giró la cara hacia el otro lado para que el rubio no la viese. Cuando ésta se dio cuenta, habían llegado al lugar donde entrenaba el Equipo 10.
Naruto, interrumpiéndolos, saludó a Shikamaru, Choji e Ino. Los tres se voltearon y se sobresaltaron cuando vieron que la roca grande que Naruto tenía detrás lo iba a aplastar. El rubio no se dio cuenta pero se quedó inmóvil saludándolos. Se giró para ver a Temari, quien ya había sacado su abanico. Lanzó una fuerte ráfaga hacia la roca, cortándola en pedazos. Naruto sintió el viento en su cara pero la de la arena lo controló bien.
-Naruto, espero que la próxima vez estés más atento -dijo Temari guardando su abanico gigante.
-¡Hola Temari! -saludó Ino a lo lejos y luego susurró a Shikamaru-. ¿A qué esperas? Ves a hablar con ella.
Shikamaru soltó un suspiro y se dirigió hacia Temari. Cuando se cruzó con Naruto le saludó sin siquiera mirarle y siguió andando.
-H-hola, Temari -dijo con el corazón acelerado.
-Hola Shikamaru, ¿estabais entrenando?
-Sí... ¿Y tú qué haces por aquí?
-He venido por una misión. Mañana nos iremos.
¿Nos?
-Bueno, sí... El Equipo 7 me acompañará. No puedo hablar sobre la misión.
-Ahh… lo entiendo -dijo cabizbajo-. Bueno, me vuelvo con Ino y Choji. Ya nos veremos.
-Yo no los entiendo -dijo Choji.
-Está claro que se quieren -asumió Ino-. ¿Es que no se dan cuenta?
-Yo sí que quiero a una persona -dijo Naruto soñando mientras se le caía una baba-. Sakura-chan...
Ino levantó la pierna y empujó a Naruto suavemente con el pie. Se quedó demasiado cerca así que le dio un golpe que lo llevó hasta Temari y le hizo volver a la realidad.
-Naruto -dijo Temari viendo al rubio en el suelo-. Yo me voy. Recuerda que tienes a ir a buscar el microchip.
Temari se fue y Naruto asintió sin que ella se diese cuenta. Naruto se despidió de sus amigos y se dirigió hacia las salas de investigación para encontrar a Sakura y a Sai.

Sai le abrió la puerta cuando llegó. Otro microscopio pero más pequeño que el del Equipo de Análisis de Konoha se encontraba en la esquina derecha que tenía delante. Era una especie de laboratorio pero no con tantos utensilios. Sí los propios de los médicos.
-Hola, Naruto -dijo Sakura removiendo un vaso lleno de líquido blanco y negro-. Hemos descubierto parte del funcionamiento de la técnica.
-¡Muy bien, Sakura!
-Sin Sai no hubiese sido posible -dijo agradeciendo al pelinegro-. Hemos comparado su tinta con la que está dibujado este símbolo. Tanto Sai como el otro usuario infunden Chakra a la tinta para hacer vivo aquello que dibujan.
-En este caso -habló Sai-, el símbolo lo dibuja en la piel, y no muere hasta que es arrancado.
-Exacto. Cuando extraje la mayor parte de la tinta, ésta ya murió. Los gritos de Temari eran a causa del símbolo, éste se movía. Cuando le saqué el microchip, el resto de tinta que tenía en la piel desapareció.
-Creemos que el símbolo de tinta protege al microchip para que éste pueda hacer su función, aunque no sabemos cuál es.
-Pero Temari ya está bien -dijo Naruto pensativo.
-Sí, pero cuando aún tenía el microchip se desmayó. Supongo que le volvería la estabilidad al quitarle el microchip, aunque necesite reposo.
-...¿Y si vamos a ver cómo va Shun? -preguntó Naruto sin entender muy bien qué ocurría.
-¿Del Equipo de Análisis? -preguntó Sakura ya que no sabía quién era.
-Sí -respondió Sai a ambas preguntas-. Vamos allí y después volvemos.

Naruto y Sai salieron de la sala y se dirigieron a aquella habitación llena de máquinas. Cuando llamaron a la puerta, Shun les abrió y les dejó pasar, llevándolos a través de una puerta a otra habitación más pequeña.
-¿Recordáis que os dije que el microchip tenía virus? -preguntó Shun enseñándoles el objeto dentro de un recipiente de cristal-. Pues no me equivocaba del todo. No es un virus, es una sustancia peligrosa y tóxica. No sé cuál. He pedido ayuda a mis compañeros pero no saben nada. Nos es desconocida.
-¿Y qué pasa con la sustancia?
-No sabemos qué es, pero sí cómo funciona. El microchip está programado para que cuando entre en contacto con algún cuerpo, esta sustancia se libere. La tiene en su interior, dentro de este mini objeto. Lo que pasa es que sólo es utilizable una vez. Cuando se le extrajo del cuerpo de la ninja, se rompió y dejó de funcionar.
-¿Qué sucede cuando la sustancia se libera por el cuerpo?
-La he investigado pero como ya he dicho el microchip muere y con él la sustancia. Sé que es tóxica por algunos de sus componentes y supongo que dañará al cuerpo, pero no puedo saber a qué afectará en concreto.
-Está bien, ya nos has ayudado mucho -dijo Naruto sonriendo.
-He hecho todo lo que he podido.
-Iremos a avisar a la Hokage para que guarde el microchip -Sai mostraba preocupación a la vez que alivio por saber algo más-. Es inservible pero el usuario que lo haya diseñado podría utilizarlo de nuevo si lo consiguiese.
-¿No sabéis nada acerca de ese individuo? -se interesó Shun.
-¡Nada! -exclamó Naruto enfadado-. Pero noso…
-Pero nosotros esperamos que lo averigüen cuanto antes -rectificó Sai lo que iba a decir Naruto para mantener la misión en secreto, según dijo Tsunade.
-Alguien con un poder desconocido es peligroso -dijo Shun acompañándoles hasta la puerta y dándole el microchip a Naruto-. Que os vaya bien.
-¡Gracias! -volvió a exclamar Naruto, esta vez con alegría-. ¡Y tú y los demás seguid ayudando a la aldea como lo hacéis!

Naruto y Sai se fueron a la sala de investigación para ver a Sakura. Le explicaron lo que les había dicho Shun y luego fueron a la oficina de Tsunade para también decirle qué habían averiguado respecto el símbolo y el microchip.
-La carta que envió el Kazekage hace unos días decía que ese tal Toshio quedó en un estado de sueño. Debería tener el mismo símbolo aunque no sé si le habrán quitado el microchip.
-Temari se desmayó -continuó Sakura-, y se despertó al rato de que se lo extrajéramos. Así que no creo que los médicos de la Arena lo hayan sacado. Una de las consecuencias de tenerlo incrustado debe ser esa, desmayarse y caer en un sueño.
-Puede ser así. Evitaremos enviar un ave ya que la conexión entre la Arena y la Hoja creo que es la que ahora están intentando cortar. Es más seguro que vayáis vosotros mismos, después de derrotar a esos integrantes del grupo.
Siguieron hablando poco más. Tsunade se quedó el microchip y luego cada uno se fue hacia su casa. Ya era de noche y necesitaban descansar para mañana levantarse con energía.

Naruto le dio varias vueltas al asunto. Lo querían a él y no dejaría que los demás sufrieran solamente por intentar salvarle. Seguiría las instrucciones de la Hokage pero él sería la barrera que separaría a sus compañeros de los de Tormenta Silenciosa. Se puso el pijama y ya en la cama se durmió.
Poco antes de levantarse, algo en su interior resonó bien fuerte. La nada se desvaneció y apareció delante de Kurama. El enfado que expresaba no se debía a Naruto. Alguien le hablaba, pero no sabía quién. Después de varios segundos lo recordó, era el Hachibi. No se le entendía pero lo que Naruto logró escuchar fue:
-Interfieren entre nosotros y... ayuda.
-Naruto -dijo Kurama con su voz oscura-, detengamos a esos tipos.
-Eso está hecho -le dijo sonriendo de oreja a oreja.

Naruto abrió los ojos y se encontró en su habitación algo desordenada. Desayunó, recogió lo que se llevaría y se dirigió a la puerta principal.
Sakura, Sai y Temari ya se encontraban allí. Yamato llegó junto a Shizune y Tsunade. Ellas querían desearles buena suerte. No era una misión cualquiera.
-¡Siempre igual! -se irritó Naruto-. Kakashi-sensei llegando tarde...
-Sí... ¿te esperabas otra cosa, Naruto? -le preguntó Sakura sin necesitar respuesta.
Un par de minutos después, Kakashi apareció. Naruto y Sakura estaban indignados, siempre hacía lo mismo.
-¿Dónde estabas, Kakashi-sensei? -le preguntó Naruto.
-Perdón por llegar tarde -dijo rascándose detrás de la oreja-, pero me encontré con una anciana y tuve que ayudarla...
Naruto refunfuñó pero dejó de pensar en eso para hacerlo en la misión.
-Tened cuidado -se despidió Tsunade mirando sobre todo a Naruto-. Sin imprudencias.
Shizune se rio por lo que acababa de decir. Tsunade también era imprudente.
Naruto, Sakura, Sai, Kakashi, Yamato y Temari se dieron media vuelta y se adentraron en su camino de derrotar a Tormenta Silenciosa y devolver todo a la normalidad.

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