Tres años. Ese es el tiempo que llevaban sin verse y el
recibimiento que dio Sasuke no lo esperaban ni Naruto ni Sakura.
- ¿Qué haces aquí, Sasuke? -Sakura se fue acercando poco a
poco a él, entre lágrimas.
Sasuke ni se inmutó. Se fijó en Sakura, y Naruto observó cómo
su amigo, como lo seguiría llamando, agarró fuertemente el kunái.
-Ha pasado mucho tiempo y lo primero que veo es cómo tú y
Naruto estáis peleando -seguía acercándose-. No sé cómo tomármelo. Como en los
viejos tiempos… -dejó entrever una pequeña sonrisa.
Sasuke guardó su kunái y sacó su espada con su brillante
sonido. Velozmente, con la espada en alto se acercó a Sakura y le susurró:
-Vete.
Sakura se inmovilizó. El susurro de Sasuke recorrió todo su
cuerpo poniéndole los pelos de punta. Se tambaleó. No sabía que hacer. Sasuke
fue bajando la espada hacia Sakura pero Naruto corrió y le protegió del golpe.
Sasuke se retiró y también Naruto junto a Sakura. Justo donde se encontraron
los tres, en el centro, había un kunái. No era ni de Naruto ni de Sasuke. Los
dos supieron que Sakura tuvo la intención de dañar a su… amigo.
-Naruto -habló Sasuke como si nada hubiese pasado-, necesito
que te entregues.
-Has querido matar a Sakura. -dijo en seco mirándole
fijamente.
Naruto seguía agarrando a Sakura mientras ella lloraba
cabizbaja. ¿Qué quería Sasuke? ¿Por qué tenía que hacer ese gesto, esa
intención?
-¿Y pretendes que me entregue? Lo tienes claro. ¡Kage
Bunshin no Jutsu! -Naruto y sus cuatro clones se lanzaron hacia Sasuke.
Este peleó con su espada sin siquiera moverse del sitio.
Deshizo 3 clones y cuando acabó con el último, el verdadero Naruto salió de
arriba dirigiéndose hacia su cabeza. Para ello, Sasuke tuvo que cambiar de
posición y esquivó el golpe. Los dos pelearon como si fueran enemigos, uno con
la espada y el otro con sus puños.
Sakura miraba la escena sin poder hacer nada, sin saber qué
hacer. Se estaba preguntando muchas cosas, como Naruto, pero la sorpresa de ver
a Sasuke superaba la razón.
Ante las dudas de Naruto, Sasuke decidió hablar:
-Formo parte de Tormenta Silenciosa -Naruto y Sakura se
quedaron boquiabiertos-. Y Naruto -enfatizó el nombre-, para conseguir el objetivo,
te necesitamos. Más bien, como ya sabrás, lo que llevas dentro.
-Y a estas alturas tú te habrás enterado que acabaré con
todos vosotros, incluido tú… -miró a Sakura un segundo-, si no hay más remedio.
Y aprovechando que te has animado a hablar, ¿por qué estás haciendo esto? Habéis
matado a ninjas inocentes que no os han hecho nada y tu has formado parte de
ello. Eres repugnante.
Al decir la última palabra, Naruto escupió, expresando sus
palabras en gestos.
-Lo siento, Naruto, si no te vas a entregar…
Sasuke rio y justo después cambió totalmente de expresión.
Era enfado, asco, maldad. Odio. El corazón de Naruto se heló por un momento,
pero tuvo que calentarlo por el ataque que estaba a punto de recibir. Sasuke se
disparó contra Naruto, sin darle importancia a Sakura. El rubio se puso delante
de ella y creó unos 5 clones. Si quería que se entregase primero tendría que
luchar contra él. Sin embargo, ante el asombro de Naruto, cuando estaban al punto
en ensalzarse, Sakura intentó darle con el puño a Sasuke. Éste salto y lo
esquivó por escasas décimas de segundo. Al volver a tocar el suelo, el del pelo
azabache notó una fuerte corriente de viento en la cara que le hizo tres
cortes. No había logrado esquivar del todo a Sakura.
-Tanto tiempo… y solo… esto -habló desconsoladamente.
-Sabes -le dijo Sasuke-, siempre has sido un estorbo.
Sasuke le lanzó un kunái que Sakura negó evitar. Por suerte,
el verdadero Naruto la empujó a un lado y los dos cayeron.
-Qué lastima que los dos vayáis a morir -dijo Sasuke justo
enfrente de ellos a punto de clavarles la espada a los dos.
Sakura se quedó paralizada y Naruto no tuvo tiempo a
reaccionar. Se volvió hacia Sasuke observando la espada a milímetros de él
hasta que le rozó y sintió la cuchilla clavándose en su carne. Pero, de repente
se oyó una voz que vino más allá de la luz:
-¡Detente, Sasuke! -la espada salió disparada hacia el
exterior de la cueva mientras que a él lo arrastraron hasta la pared opuesta a
la que se encontraban más cerca.
Naruto se sentó en la arena de la cueva. Estaba sangrando
por la espalda y, al entrar en razón, Sakura no dudó en aplicarle Ninjutsu
Médico. Sin embargo, el problema no era ese, sino el hombre que acababa de
hablar. Se acercó unos pasos que resonaron por toda la cueva y los dos pudieron
ver al hombre. Llevaba una capa y la capucha dejó ver su rostro. Tenía el pelo
alborotado y unos ojos oscuros que penetraban a cualquier ser. Presentaba
algunas cicatrices que lo hacían más perverso. En efecto, era Osamu, aunque
ellos aún no lo sabían, hasta que se presentó.
-¡Sasuke, tú objetivo no era matarle! Me has decepcionado.
Te has dejado llevar por la rabia y el rencor. Pero sobre todo, por la envidia
-Osamu se dirigió a Naruto-. Por fin me veo las caras con el gran Naruto
Uzumaki. He oído hablar mucho de ti, tanto que eres al que más adoro. Perdón
-dijo al ver el desentendimiento de Naruto-, que no me he presentado. Soy
Osamu, el líder de Tormenta Silenciosa. Y no, si te preocupara la muerte,
tranquilo, que aún no morirás. Necesitamos tu ayuda.
Tanto Naruto como Sasuke se levantaron. Sakura lo hizo un
par de segundos después y Osamu se fijó en ella:
-Vaya, parece que no venías solo. Como iba diciendo, a ti te
necesitamos, señor Naruto -soltó una risa-, pero a ti no.
Acto seguido, levantó el brazo derecho y cuando abrió la
mano en fuerte tiemble, Sakura salió volando hacia Osamu, sin ella queriéndolo.
Aterrizó con su cuello en su mano derecha y con los pies colgando.
-Vete -le susurró Osamu.
Sakura se intentó deshacer de él pero Osamu le estaba controlando
el movimiento. Era incapaz de hacer nada. Seguidamente, el líder la lanzó
fuertemente contra las rocas de la pared y Sakura cayó inconsciente.
-¡Noo! ¡Sakura! -Naruto gritó el nombre de su amiga y fue
corriendo hacia ella pero un fuerte viento que vino de Osamu le hizo retroceder
cayéndose, de nuevo, al suelo. Sus clones desaparecieron.
Naruto apretó su puño izquierdo con fiereza. Con tanta rabia
que unas pequeñas esferas burbujeantes empezaron a frotar de su cuerpo. Sus
uñas se hicieron garras, sus ojos azules, rojos y un aura roja envolvió a
Naruto. Dos orejas rojizas se asomaron en esa forma y primero salió una, luego
dos y después 3 colas. Pero continuó. Al alcanzar la cuarta cola, el débil
color rojo se volvió rojo intenso, rojo sangre. La apariencia de Naruto cambió
por completo. ¿Era Naruto? Ese monstruo soltó un enorme grito que hizo temblar
la cueva y la de los alrededores. Las tormentas de arena a su lado no eran
nada.
-Naruto… -susurró Sasuke y aunque no tenía las intenciones
de que se girase hacia él, el monstruo lo hizo, Naruto lo hizo.
Naruto respondió a su nombre, así que él estaba dentro
de ese animal. Naruto se había transformado en el zorro que llevaba dentro, por
ahora, con 4 colas.
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