miércoles, 31 de enero de 2018

LOS GATOS LADRONES DE BANDAS NINJA

Naruto, Sakura y Sai estaban sentados en una terraza picando y tomando algo de beber. Mientras hablaban y estaban centrados en su conversación, algo por detrás de Sai se acercó. También de Sakura. Justo después uno de ellos se fue hacia Naruto, sigilosamente, sin que ninguno de los tres se diera cuenta, pero Sakura le vio:
-Naruto, ¿qué tienes detrás de ti?
Naruto se giró para saber a qué se refería Sakura y los tres vieron que se trataba de un gato. Había cogido la banda de Konoha de Naruto y junto con otro gato se fueron rápidamente.
-¡Ese gato me ha robado mi banda! -dijo Naruto sintiendo que no tenía la banda.
-¡Llevan tres! -dijo Sakura y tocándose el pelo:-. ¡También lleva la mía!
-La mía también -a Sai también se la robaron.
Los tres salieron disparados en busca de las bandas que los gatos les habían robado. Ya habían pagado antes, así que no hubo ningún problema en salir tras ellos inmediatamente.
-¡Esos gatos! -gritó Naruto enfadado-. ¡No pueden robar mi protector!
-¿Por qué nos los han quitado? -preguntó Sai.
-¡Porque son unos ladrones!
Llegaron a un bosque y los gatos no dudaron en esconderse entre los arbustos.
-¡Noo! Los hemos perdido.
-Se han escondido por aquí -dijo Sakura silenciosa.
Los tres callaron. Oyeron las hojas de un arbusto moverse y Naruto se dirigió hacia allí. Con sigilo, se paró justo delante y se abalanzó sobre él pero los gatos fueron más rápidos. Los dos volvieron a escaparse, uno de ellos directamente, y el otro saltó sobre Naruto y siguió su huida.
-Muy bien, Naruto...
Naruto se levantó y retomaron la persecución. Uno de los gatos era blanco y negro, y ese tenía dos bandas, la de Naruto y Sai. El otro gato, blanco y gris, llevaba la de Sakura. De repente, los dos se pararon en medio del camino y los tres ninjas, estupefactos por su parada, también. Los gatos se estaban mirando entre sí. Parecían enfadados con sus patas preparadas para luchar, pero sabiendo que los otros tres se iban a quedar mirando fijamente, en vez de pelearse, cada uno salió hacia la dirección que estaban mirando. De esta manera, Naruto y Sai fueron hacia el gato blanco y negro, y Sakura hacia el otro.
-¡Sakura, ten cuidado!
-¡Ten cuidado tú, imbécil! Que ya se te han escapado una vez.
Se separaron y persiguieron a sus respectivos gatos.

-Esto es como una misión de genin, no debe ser tan difícil atrapar a un gato.
-Bueno, Naruto... tú eres genin -dijo Sai.
-...Sí -Naruto lo recordó-... pero yo soy mucho más fuerte.
-Si conseguimos cogerle las bandas rápido, puede que sí.
-¡Lo haremos! -dijo Naruto acelerando el paso.
Los gatos también aceleraban, eran muy rápidos. Y los dos, al acelerar, se metieron en una pequeña cabaña donde solo cabían ellos.
-¡Noo! Ahora se ha metido aquí dentro...
-Podemos romperle esto -sugerió Sai.
-Supongo que aquí vivirá... -Naruto se preocupó por el gato-. No podemos destruirle su hogar.
-Es verdad -dijo Sai utilizando su técnica para crear unos ratones de tinta.
-¿Qué haces?
-Estos dos ratones entraran y el gato los perseguirá.
-Y cuando salga, lo atrapamos. ¡Bien pensado, Sai!
Los dos ratones entraron y Naruto y Sai tendrían que haber escuchado algún maullido, pero no oyeron nada. Después de unos segundos, los ratones salieron y Sai reconoció que dentro de esa clase de choza sin puerta había algo, pero no el gato. Decidieron destrozar una parte y cuando lo hicieron, vieron allí dentro, no solo sus dos bandas ninjas, sino algunas más.
-¿Esto qué significa?
-Menudo ladrón -dijo Naruto con el entrecejo fruncido-. Pero, ¿dónde se ha metido el gato?
Sai apartó las bandas y debajo de ellas había un trozo de papel, debajo del cual se escondía algo parecido a un túnel secreto.
-Se habrá metido por aquí.
-Sí -dijo Naruto cogiendo su banda y poniéndosela-, pero lo importante es que hemos recuperado nuestros protectores.
-Deberíamos devolver las demás.
-Sí.
-¿Y dejamos escapar al gato?
-Yo no lo dejaría escapar, pero viendo el agujero... creo que no cabemos.
-Tienes razón, Naruto.
-Vayamos a ver a Sakura, ya deberíamos estar ayudándola.
-Vamos.

Naruto y Sai se pusieron sus bandas y cogieron las demás. No rápidos pero tampoco andando, volvieron por donde vinieron, para llegar al cruce en el que se separaron de Sakura. Cuando llegaron no solo se encontraron con ella, sino que también estaban Kiba, Hinata, Shino y Akamaru.
-¡Hola Naruto! -dijo Kiba cuando le vio.
-Na-Naruto-kun... -Hinata se enrojeció un poco.
-¿Qué hacéis aquí?
-¿No ves que les falta algo, Naruto? -le preguntó Sakura.
Naruto se acercó a los cuatro y como si fuera un detective, les fue mirando para encontrar qué era.
-Na-Naruto, ¿qué haces?
-Investigar qué os falta... Pues no lo sé -dijo cuando se paró al lado.
-Naruto... -dijo Sakura con la mano en la cara-, ¡sus bandas ninja! ¡Se las han robado los gatos!
-¡¿Qué?! ¿Otra vez?
-Sí -dijo Kiba un poco enfadado-, estábamos paseando cuando de repente esos gatos nos han quitado las bandas.
-Y los hemos perdido... -dijo Hinata tímida.
-¡Pero no puede ser! Sai y yo acabamos de venir de coger estas bandas. A nosotros también nos las han robado.
-Ya se lo he contado -dijo Sakura.
-¿Tú has conseguido la tuya, Sakura?
-¡No ves que sí! Y también tengo estas.
-¡Nosotros igual!
-Dentro de la choza -habló Sai-, había un agujero que conduciría a alguna parte.
-Sí, yo también he encontrado uno. El gato se habrá metido por ahí.
-¿Y cómo encontramos las nuestras? -preguntó Kiba.
Akamaru olisqueó a Naruto, a Sai y las bandas que llevaban en las manos. Podían ser alguna de esas las suyas, pero no lo eran.
-Naruto -dijo Shino-, ¿os habéis encontrado al gato?
-Mmm.. ¿estás hablando tú.. Sh... Sh... Shino?
-Sí -dijo Shino pensando que no diría su nombre.
-Pues no. No lo hemos visto.
-¿Y si volvemos a las chozas de cada uno y nos metemos por esos agujeros? -sugerió Sakura.
-¡Pero si no cabemos!
-¡Pues lo haces más grande!
-Tengo una idea mejor -dijo Kiba-. Hinata, ¿puedes usar tu Byakugan para saber dónde están?
-Sí. ¡Byakugan!
Hinata utilizó su técnica para recorrer con sus ojos los muchos más metros que unos ojos normales no podían ver. Después de unos segundos observando a cada lado, vio los agujeros a los que se referían Sakura, Sai y Naruto. Eran túneles que se conectaban y llevaban a un mismo lugar. Allí vio sus bandas, otros objetos brillantes y dos gatos. Y ese lugar tenía otro túnel que conducía a un sitio diferente. A medida que Hinata lo iba viendo, se lo explicaba a los demás. Cuando terminó, volvió a sus ojos normales.
-¡Bien hecho, Hinata!
-G-Gracias, Naruto-kun -dijo Hinata nerviosa.
-¡Bien Akamaru! ¡Vamos!
-Espera Kiba, nosotros os acompañaremos.
-No hace falta.
-¡Sí! -exclamó Naruto-. A nosotros también nos robaron las bandas. No se van a ir de rositas.
-Separémonos -apuntó Shino antes de ir.
-Hinata, has dicho que había tres salidas, ¿verdad?
-Sí.
-Nos dividiremos por parejas.
-Yo ya voy con Akamaru.
-Pero es como si fuerais uno -dijo Shino-. Iré contigo.
-Yo con Sai -dijo Sakura.
-Así que yo iré contigo Hinata -dijo Naruto alegre.
-¡¿Q-q-qué?! ¿No-no hay otras parejas?
-¿No quieres ir conmigo, Hinata? -dijo Naruto agachando la cabeza.
-¡No, no! Digo, ¡sí, sí! -Hinata se puso nerviosa y se desmayó.
-Hinata... no es momento de dormir.
-¡Hinata, Hinata! -Naruto se puso junto a ella y la balanceó.
Hinata se despertó, giró la cabeza poco a poco y cuando vio a Naruto se puso roja como un tomate pero antes de que se desmayara otra vez, Sakura arrastró a Naruto cogiéndole de la camiseta:
-¡Naruto, que la asustas!
-Auu... Pero si yo no he hecho nada.
-¡Iré yo con Hinata, tú ves con Sai.
-¡No, no! -dijo Hinata sobresaltada-. Gracias Sakura, ya estoy bien.
-¿Segura? No hace falta que vayas con este idiota.
-Segura...
-Está bien.
-Bien -dijo Kiba-. Dividámonos antes de que los gatos roben más objetos.
-¡Sí! -repitieron los demás al unísono añadiendo el ladrido de Akamaru.

Se separaron en parejas, como ya habían acordado, excepto Kiba y Akamaru, que fueron con Shino. Ellos fueron por donde vinieron Naruto y Sai. Akamaru les olió y como Naruto olía bastante, el perro pudo rastrear el camino que siguieron los otros dos. Cuando llegaron a esa clase de bohío pequeño entraron. Vieron el agujero y los tres se asomaron.
-Lo tendremos que agrandar, ¿verdad, Akamaru? ¡Jutsu Clon Hombre-Bestia! -Akamaru se transformó en Kiba y justo después atacaron al suelo-. ¡Colmillo sobre Colmillo!
Kiba y Akamaru giraron velozmente y perforaron el suelo hasta bien entrado el túnel. Una vez dentro, aunque seguía siendo estrecho, podían andar, y siguieron el camino.
Sakura y Sai también llegaron al otro bohío. Era igual que en el que habían estado Naruto y Sai pero un poco menos destrozado, con la cautela de Sakura. En este caso no iba a ser discreta:
-¡Shanaroo! -Sakura golpeó el suelo con fuerza con el pie y agrandó el agujero.
Siguió bajando con el chakra acumulado en su pie hasta que paró. Sai la siguió y prosiguieron el camino.
Mientras los demás ya habían llegado a las chozas pequeñas, Hinata y Naruto seguían de camino.
-¿Cuánto falta, Hinata?
-Poco, por aquí.
Hinata iba dirigiendo a Naruto con su Byakugan hasta llegar al túnel. Llegaron y se toparon con otra choza igual a las demás, la rompieron un poco y entraron. Se encontraron con otras bandas ninja entre las cuales no estaban las del Equipo 8. Debajo de ellas había un túnel. Dejaron las bandas allí y Naruto abrió paso:
-Hinata, gracias a ti hemos llegado aquí, muchas gracias.
-De-de nada, Naruto-kun.
-Ahora es mi turno: ¡Rasengan! -Naruto apuntó su técnica donde estaba el agujero y lo hizo más grande para que pudieran pasar.

Mientras ellos dos iban de camino, los demás llegaron a la cueva. Shino, Kiba y Akamaru por un lado y Sakura y Sai por otro. Allí estaban los dos gatos junto a los objetos brillantes. Se quedaron sorprendidos al ver a tantos humanos (y a un perro) allí. Akamaru les ladró y los gatos dieron un paso atrás, pero dejaron ver que no tenían miedo.
-¡Allí están nuestras bandas! -dijo Kiba señalando el lugar.
-Y ahí los gatos -aportó Shino.
-Bien gatitos, ¿ahora qué queréis hacer? Os entregáis o tendremos que luchar por las malas.
-Miaau -maulló el gato blanco y negro.
-Miau, miau -ahora el negro y gris.
-¿Qué están hablando? -preguntó Sai.
-¿Crees que yo hablo gatuno o qué? -respondió Sakura con una pregunta.
Los gatos apretaron sus pezuñas y salieron disparados hacia el tercer túnel, pero antes de entrar se chocaron con Naruto e Hinata.
-Parece que estáis rodeados, gatitos.
Aún no lo estaban. Les quedaba otra salida que los ninjas no habían visto, aunque todavía no la iban a utilizar.
-¡Miauu! -maulló fuerte un gato.
Los dos fueron hacia los objetos brillantes entre los que había algunas armas ninjas y los gatos lanzaron shurikens a diestro y siniestro.
-¡¿Qué?! -gritó Naruto.
Naruto y los demás fueron esquivando pero Shino, disimuladamente, sacó unos insectos de sus mangas y si dirigieron hacia los gatos por detrás. Estos los notaron y se los intentaron sacar. Naruto aprovechó y corriendo hacia los gatos los cogió, pero los ladrones arañaron a Naruto en la cara y éste, con dolor, los dejó ir. Los gatos corrieron hacia el túnel por el que habían venido Naruto e Hinata y se colaron por otro agujero que había justo debajo, esa era la última salida.
-El insecto que tiene cada uno los rastreará -dijo Shino.
 -¡Bien! -dijo Kiba-. Ahora cojamos nuestras bandas.
Mientras Shino, Hinata y Kiba recogían sus protectores, Naruto se quejaba de dolor.
-¡Aauu! ¡Esos gatos se las verán conmigo!
-Tranquilo, Naruto -dijo Sakura y poniendo sus manos sobre la cara del rubio, sanó sus heridas.
-Muchas gracias, Sakura.
-¿Y ahora qué hacemos? -preguntó Sai-. ¿Seguimos persiguiendo a los gatos?
-¡Claro que sí!
-¿Por qué están robando estos objetos? -preguntó Hinata observándolos.
-Alguna razón debe haber pero no nos podemos comunicar con ellos.
-Me acabo de acordar de la misión que tuvimos con Sasuke -dijo Sakura enamoradiza-. ¿Te acuerdas, Naruto?
-Sasuke... Y esos gatos...
-Ya sé. Iré a por esas diademas de orejas de gato para saber qué es lo que quieren.
-Para entonces ya se habrán escapado.
-Procuraré de ir rápido. Por este túnel -el tercero- saldré cerca de la tienda. Vosotros, mientras, coged a los gatos.
-Yo te acompañaré, Sakura -dijo Sai.

Los dos se fueron rápido  y los demás abrieron paso al cuarto hueco. Siguieron por el único camino que había y llegaron a otra cueva en el subsuelo, más grande que la anterior. En ella vieron a los dos gatos y a una gata en el centro.
-¡¿Hay otro gato?!
-Es una gata -corrigió Kiba-. Pero cojámosles a los tres. Son unos ladrones.
Kiba y Akamaru se acercaron y empezaron a pelear contra los gatos, pero no contra la gata. Parecía que los dos la estaban protegiendo. Se apartaron.
-¡Estáis atrapados! -exclamó Naruto-. ¡Rendiros!
-¡Miau, miau! -dijo uno de los gatos con el entrecejo fruncido.
Mientras estaban en una situación un poco rara, Sakura y Sai llegaron a la tienda y entraron.
-¿Hola? ¿Hay alguien?
-Sí, aquí estamos.
-Hola Abuela Gato, hola Tamaki. Cuánto tiempo.
-¿Y vosotros quiénes sois?
-Vaya... -Sakura se rió fingiendo su sonrisa-. Soy Sakura Haruno, que vino por una misión con Naruto y Sasuke Uchiha, hace un tiempo.
-¿Con un Uchiha?
-Sí abuela, es la chica que acompañaba a Sasuke. Consiguieron la huella de Nekomata.
-Aaa, vaya, ya me acuerdo. Pobres hermanos, con lo bien que se llevaban... ¿Pero ese de tu lado quién es?
-Es un amigo. Veníamos a pedirle un favor.
-¿Qué queréis?
-¿Nos podría dar algunas diademas de orejas de gato?
-¿Para qué?
-Es por unos gatos. Nos han robado las bandas ninja, aunque ya las hemos recuperado, pero también han cogido otros objetos brillantes.
-Ya veo... y queréis saber por qué lo hacen, ¿cierto?
-Sí, y con las diademas lo podremos saber.
-Chica, está claro qué es lo que esos dos gatos quieren.
-¿Usted lo sabe?
-Están hurtando esos objetos brillantes para impresionar. Para ganarse el corazón de una gata.

Naruto, Shino, Hinata, Kiba y Akamaru seguían en la cueva sin comprender nada. Pero llegó la hora de aumentar un nivel la lucha.
-¡Multiplicación Oculta de Cuerpos! -Naruto creó algunos clones que atacaron a los tres gatos, aunque como volvieron a proteger a la gata, los dos fueron derrotados.
Ahora Shino sacó otros insectos y atraparon a los dos gatos.
-¡Miau, miau! -dijo la gata del medio enfadada.
-Deberíamos atrapar a esa también.
Después de unos minutos, Sakura y Sai llegaron, los dos con las diademas de orejas de gato puestas.
-Sa-Sakura...
-Coged estas diademas y ponéoslas. Con ellas entenderéis lo que dicen los gatos.
-...Sai -Kiba se rio al verle con esa diadema puesta-. ¡¿Qué?! ¿Yo también me la tengo que poner?
-Si quieres saber lo que dicen, sí -dijo Shino.
-Kiba, te queda muy bien -Hinata fue sincera.
Todos se la pusieron, incluso a Akamaru le llevaron una.
-Bien, gatitos, ahora hablad.
-Malditos humanos... -dijo la gata.
-¡Dejadnos ir! -dijo uno de los gatos.
-¿Por qué estáis robando nuestras bandas ninja y los demás objetos?
-Para llevarnos el corazón de nuestra ama -respondió mirándola enamorado.
-¡Pues no os lo vais a llevar porque sois unos debiluchos!
-Akira... yo te quiero de verdad.
-No me habéis conseguido suficientes objetos brillantes. Y encima os han pillado.
-Akira, si así es como te llamas -dijo Naruto-. No les hables así. Ellos han dado todo, han robado por ti. ¿No crees que eso ya es suficiente?
-¡No! Necesito más. Han fracasado.
-Akira... hemos hecho lo que nos has dicho. Arriba tienes los objetos.
-Nos los llevaremos y los devolveremos a la gente a quien habéis robado -dijo Kiba.
-Gatos, no os dejéis manipular por esa gata. Vosotros habéis robado, pero en verdad  no sois ladrones. Ibais juntos a todos lados. Dos corazones que luchan por el amor de una gata es difícil que vayan siempre juntos. A ella la queréis, pero entre vosotros hay una bonita amistad.
-¡No! Ellos me seguirán queriendo.
-Lo siento, Akira, pero ese humano tiene razón.
-Si. Dejaremos de estar obligados a hacer lo que digas. Me entrego.
-Y yo.
-¡Noo! No os podéis entregar, son malos. Yo en verdad, os quiero...
-¡Mentirosa! Os está manipulando.
-En nosotros -se dirigió uno de los gatos hacia la gata- seguirá habiendo amor hacia ti, pero no será lo mismo, ni tampoco lo prioritario.
-Dejaremos de ser tus súbditos.
Los dos gatos se dejaron llevar y aunque la gata intentó escapar, no lo consiguió.
-Gatita -le dijo Sakura-, ¿estás lista para ser tú la súbdita?
-¿De qué estás hablando?
-De tu castigo. Ahora estarás bajo el mando de Nekomata.
-¡¿Qué?! ¡Noooo!

Todos salieron del subsuelo y fueron a ver a la Anciana Gato. Allí devolvieron las diademas y los gatos policías (que habían) se llevaron a los tres gatos. Nuestros ninjas se despidieron de la anciana y de Tamaki, aunque antes, con las mejillas coloradas, Kiba invitó a comer un día a Tamaki. A Akamaru no le hizo mucha gracia.
El Equipo 7 y el Equipo 8 siguieron su marcha devolviendo los objetos robados gracias al buen rastreo que éste último equipo tenía.

domingo, 21 de enero de 2018

¡LA NUEVA FORMACIÓN: NARU-INO-SHIKA-CHO!

Naruto, Sakura y Sai se dirigían a ver a Shikamaru, Choji e Ino entrenar. A Naruto no le interesaba mucho la idea de quedarse observando, así que no dudó en practicar con ellos.
-Hola chicos, ¿qué hacéis aquí? -preguntó Ino.
-Venimos a veros entrenar. ¿No molestamos, verdad?
-Claro que no... -dijo Ino mirando sonriente a Sai.
-Yo no vengo a sentarme sin hacer nada. ¡Voy a practicar con vosotros!
-Pero Naruto, estamos ensayando como equipo -dijo Shikamaru.
-Pues yo formaré equipo con vosotros.
-¿Qué? -le preguntó Sakura alto.
-Bueno, solo por esta vez, claro -dijo Naruto tocándose la frente.
-¡¿Pero no ves que están practicando su formación Ino-Shika-Cho?!
-Yo cambiaré esa formación y haré que sea perfecta. Será... Ino-Cho... Shika-Cho... Ino-maru...
-¡Cállate ya, imbécil! -Sakura le cogió de la camiseta y lo arrastró hasta el banco.
-Pero Sakura...
-Está bien Naruto -dijo Shikamaru preocupado por la situación en la que se encontraba-. Te dejaremos practicar con nosotros.
-¡Pero qué dices, Shikamaru! -le gritó Ino.
-Si sabía que pasaría esto... -dijo susurrando.
-Vamos Ino -dijo Choji-, será divertido.
-Está bien... pero solo por hoy.
-Gracias gor...
Todos excepto Choji miraron a Naruto y se asustaron mucho por lo que estaba a punto de decir. Sakura inmediatamente le tapó la boca a Naruto y no terminó la palabra.
-¿Qué ibas a decir, Naruto? -preguntó Choji inocentemente.
-Que...-dijo riendo nervioso- gracias por dejarme entrenar con vosotros.
-Aaa, de nada.

Después de unos segundos en tensión, Naruto se levantó preparado para darlo todo. Mientras, Sakura y Sai se quedarían observando en el banco.
-¿Cómo decíais que se llamaba vuestra formación?
-Formación Ino-Shika-Cho.
-Pues yo tengo una bien chula y mejor. ¡La Formación Naru-Ino-Shika-Cho!
-La verdad es que queda bien -dijo Choji.
Sakura dejó caer su cabeza cuando escuchó a Naruto, y a Shikamaru y a Ino no les gustó tanto como a Choji.
-Bien, empecemos. El objetivo será ese robot.
-¿Un robot?
-Sí, nos prestaron uno para poder hacer la combinación.
-¡Qué guay!
-Sí, pero ahora pensemos...
Naruto fue hacia el robot y lo iba rodeando a la vez que lo miraba de cerca. El androide no se movía hasta que de repente, cuando el rubio estaba detrás de él, se giró y le dio un buen susto que le hizo caer al suelo.
-¿Naruto?
Naruto corrió hacia el equipo y les explicó lo chulo que era el robot pero Shikamaru dijo que había que ceñirse al plan.
-Si yo o Ino intentamos atacar, el robot lo puede esquivar, así que podemos utilizar una de las técnicas de Choji para entretenerlo. Cuando pueda, utilizo mi sombra y después Ino hace su técnica especial. Luego, Ino deshace el jutsu y tú, Naruto, le atacas. ¿Está claro?
-Sí -dijeron los otros tres.
Los cuatro se colocaron delante del robot a unos metros de distancia y, como dijo Shikamaru, Choji empezó:
-¡Jutsu: Multi Tamaño Parcial! -Choji expandió su brazo derecho y fue a atacar al robot dándole un gran golpe de frente pero el androide, muy rápido, lo esquivó.
Sin parar, Choji siguió intentando darle aunque lo esquivaba velozmente. Justo cuando estaba distraído, Shikamaru entró en acción:
-¡Jutsu: Imitación de Sombra! -utilizó su técnica para mantener al robot quieto o seguir los movimientos del ninja.
Choji dio unos pasos atrás para situarse junto a sus compañeros. Mientras Choji había entretenido al robot, Ino preparó su jutsu, y después de que Shikamaru lo sujetara con la sombra, Ino lo ejecutó:
-¡Jutsu: Cambio de Cuerpo y Mente! -Ino entró en la mente del robot y éste quedó a su mando.
-Naruto, es tu turno -le dijo Shikamaru deshaciendo su jutsu.
-¡Bien!
Ino se preparó para salir del cuerpo y de la mente del robot porque si recibía el golpe de Naruto, también dañaría a ella. Naruto corrió hacia el robot y utilizó su técnica:
-¡Rasengan! -Naruto creó una esfera de chakra y justo cuando Ino volvió a su cuerpo y mente, le dio de lleno.
El robot fue despedido a causa de la técnica de Naruto chocando contra un árbol habiendo traspasado otros dos.
-¿Lo logramos? -preguntó Choji.
-¡Sí!
-¡Bien! -saltó Naruto.
-¡Bien hecho chicos! -les vociferó Sakura con las manos a cada lado de la boca.
Naruto volvió con sus compañeros y dijo moviendo los brazos con fuerza:
-¡Hemos derrotado al robot! Ha sido increíble, tú por aquí, yo por allá... y ¡bam! Parece ser que la nueva formación Naru-Ino-Shika-Cho es mejor que la original.
-Sí ha estado bien, pero tampoco ha sido mejor que la nuestra.
-¿Cómo que no? Ha sido increíble -Naruto se giró cuando vio al robot levantándose y yendo hacia ellos-. ¿Pero cómo se puede mover después de mi golpe?
-Tranquilo -le despreocupó Shikamaru-, está programado para levantarse después de haberle asestado un duro golpe.
-¿Y se sigue moviendo como antes?
-Sí.
-¡Que guay! Sakura -se dirigió a ella-, necesitamos un robot como este para nuestro entrenamiento.
-Sísí... -aunque no le hizo mucho caso.
-Ahora podemos intentar hacer otra formación -dijo Naruto.
-¿Otra? Como lo hemos hecho ya ha quedado bien, aunque ha habido movimientos innecesarios. ¿Qué sugieres, Naruto?
-Pues... ahora atacaré yo primero y...
-Y atacas tú primero y nosotros miramos, ¿verdad?
-Nono -se rió sin saber qué decir.
-Puedes atacar tú primero -Shikamaru dio una idea-, luego yo, seguido de Ino y terminamos con Choji. De esta manera las posiciones de Choji y tuya se intercambian.
-Entonces... -dijo Naruto pensando-, en vez de la Formación Naru-Ino-Shika-Cho, ¿sería Cho-Ino-Shika-Naru?
-¡No! -gritó Ino-. ¡Queda mucho peor!
-Está bien, entonces la dejamos como estaba antes.
-Bueno, si tú lo quieres así, sigue pensando lo que quieras...
-Naruto, ¿quieres entrenar o no?
-¡Claro que sí!
-Pues empecemos -dijo Shikamaru caminando hacia el robot.
-¿Qué haces, Shikamaru?
-Subirá el nivel de lucha del robot -respondió Choji.
-¡Qué guay! -exclamó Naruto sorprendido.

Cuando Shikamaru volvió, comenzaron.
-¡Multiplicación Oculta de Cuerpos! -Naruto creó unos cuantos clones suyos y atacaron al robot.
Éste los iba esquivando y acabando con los que había creado Naruto. Shikamaru utilizó su jutsu pero el robot, al subirlo de nivel, logró evitarlo. Ahora no solo era atacado por los clones, sino también por la sombra que le perseguía. Ino no podía utilizar el jutsu de transferencia porque al estar moviéndose el objetivo, podría fallar y cambiarse por cualquier otra cosa. El que sí pudo ayudar fue Choji.
-¡Bola de Tanque Humano! -Choji se convirtió en una gran bola y empezó a rodar rápidamente en dirección al robot.
Pero el "enemigo" no solo podía esquivar, también era capaz de utilizar algún jutsu, y lo hizo. A medida que iba evitando los ataques, puso sus manos en dirección a Choji, y de ellas salió agua con fuerza. El agua y el ninja quedaban atrapados por el otro. Choji aumentó su potencia y fue ganando poco a poco, pero de repente el robot dejó de generar agua y Choji salió disparado hacia arriba, volviendo a su forma original y esperando una gran caída.
Antes de que cayera, la velocidad de Ino le salvó de un gran golpe. Utilizó su jutsu de cambio de cuerpo y mente con Choji, de manera que tomó el control de su cuerpo y pudo llegar al suelo sin ningún rasguño de más. Después, volvió a su cuerpo.
-¿Choji, estás bien?
-Sí, gracias Ino.
Mientras, los otros seguían luchando. El robot, cansado de esquivar, volvió a utilizar otro jutsu esta vez de rayo. Creó con rapidez un campo de rayo alrededor de él y cuando aumentó la fuerza, de ese campo amarillo salieron disparados rayos en todas las direcciones, dejando a todos cegados por un instante, acabando con los clones y apartando de él al verdadero Naruto y al jutsu de Shikamaru.
-Esta vez está siendo más difícil -asumió Shikamaru.
-¡Sí, pero no nos podemos rendir!
Naruto creó tres clones. Decidió que dos de ellos lanzasen al otro con rapidez y así lo hicieron. El tercer clon salió disparado y con su rasengan estaba dispuesto a dar al robot, pero éste esquivó el movimiento por unos centímetros y el clon chocó contra un árbol. Al estar pendiente al del rasengan, el robot no se dio cuenta que después de haber lanzado al clon, el Naruto verdadero también fue lanzado y ya era demasiado tarde para esquivarlo. Naruto le dio en todo el pecho con su rasengan, saliendo de nuevo disparado, pero esta vez llegó más lejos.
-¡Bien hecho, Naruto! -le gritó Sakura.
Los clones desaparecieron y Naruto volvió con sus compañeros. Estaban contentos pero a la vez molestos:
-Naruto, recuerda que este es un entrenamiento en equipo -dijo Shikamaru.
-Y ahora has actuado solo -añadió Ino.
-Es verdad... -puso cara triste pero cambió enseguida de emoción-, pero lo he derrotado, ¿no?
-Sí, ha sido increíble, Naruto -afirmó Choji.
-¡Choji!
-Sí ha sido increíble, pero si te diriges tú solo hacia el enemigo y no eres capaz de acabar con él, puede que recibas daño.
-Está bien... Entonces, ¿queréis hacer una nueva formación?
-No, ya ha sido suficiente -dijo inmediatamente Ino-. Ahora te mostraremos de lo que somos capaces nosotros tres juntos.
-¡¿Y yo?!
-¡Que tú te vas a quedar mirando! -Sakura apareció allí y se llevó a Naruto con ella.
-Naruto, esa estrategia final ha sido fantástica -le dijo Sai.
-Muchas gracias...

El robot volvió como nuevo, aunque sí se podía ver los rasguños. Ino, Shikamaru y Choji se prepararon para su gran combinación.
Shikamaru utilizó su jutsu y sabiendo que el robot lo iba a esquivar, fue corriendo con ella e hizo que se dividiera en varias, de manera que tendría más posibilidades de atraparlo. Lo intentó pero como no podía lo fue llevando poco a poco hacia un árbol, de espaldas. Cuando se topó con el árbol, Ino se metió en el cuerpo del robot aun sabiendo que podía fallar. La confianza entre el trío era alucinante, si no confiaban entre ellos, el trabajo en equipo no funcionaría.
Ino resistió en la mente del robot, ya que era duro pero volvió a su cuerpo y justo cuando el androide abrió los ojos, recibió un gran golpe de Choji que lo estampó contra el árbol. La partida había acabado.
-¡Enhorabuena! -les gritó Sakura.
Ahora fueron Shikamaru, Ino y Choji quienes se acercaron donde estaban los demás.
-¿Cómo lo hemos hecho? -preguntó Ino mirando a Sai.
-M... muy bien -respondió él sorprendido.
-Bueno, en realidad tu parte no ha sido para tanto... -dijo Sakura.
-¡¿Qué dices frentona?! -chilló Ino.
-¡Que lo has hecho fatal, Ino-cerda! -dijo Sakura con el puño levantado.
Empezaron a discutir, pero Naruto se interpuso:
-Chicas...
-Naruto -interrumpió Shikamaru-, no te metas...
Pero ya era demasiado tarde, tanto Ino como Sakura se giraron hacia Naruto y le pegaron un puñetazo las dos a la vez.
-Auu.. -dijo Naruto con dolor-. Eso sí que es trabajo en equipo.
Las dos chicas se calmaron y Choji dijo que ya era la hora de comer, cosa que para él estaba prohibido saltarse. Fueron al Barba Q, el restaurante favorito del equipo Asuma.

Allí comieron carne y pescado a la barbacoa y cuando terminaron descansaron un poco paseando por la aldea, para luego volver al entrenamiento, esta vez todos. De camino, Naruto se acordó de su formación:
-Al final, nuestra técnica combinada se quedará con el nombre de Naru-Ino-Shika-Cho, ¿verdad?
Todos se quedaron pensando si lo decía en serio, pero sí, no lo decía de broma.
-Pues... Naruto -dijo preocupado Shikamaru-, no es por molestar pero aunque puede haber modificaciones, tu equipo seguirá siendo el tuyo y el nuestro, nuestro.
-Por tanto -añadió Ino-, después de muchas generaciones, nuestra técnica combinada seguirá llamándose Formación Ino-Shika-Cho.
-Vaya... Espera -Naruto volvió a cambiar de sentimiento en un instante-, Sakura, ¿y si nos inventamos un nombre?
-Sí, claro...
-Puede ser... Naru-Saku... Naru-Sai-Saku... Saku-Naru-Sai... O si añadimos a Sasuke podría ser Naru-Sasu... Naru-Sasu-Saku-Sai... Sasu-Saku-Sai-Naru...
-¡¿Pero qué estás diciendo, Naruto?! -le gritó Sakura en la oreja.
-Pues a mí me gusta el de Naru-Sasu-Saku-Sai... -dijo Sai sonriendo.
-¡Sai, tú también no! -gritó Sakura cansada.
-A mí sí que me gustas tú... -dijo Ino disimuladamente-, digo, ¡Sakura, no le hables así a Sai!
-¡¿Y por qué no, ehh?! -Sakura elevó el tono de voz.
-Pues, porque... -se puso nerviosa-, porque, porque es chulo el apodo...
-¡Gracias por apoyarme, Ino! -exclamó Naruto a la vez que Ino se arrepentía de lo que acababa de decir.
-Tú también no... -dijo Sakura cansada, aunque cambió de posición-. Nuestra combinación, nuestra formación y nuestro equipo seguirá siendo el Equipo 7 para siempre.
-Tienes razón -dijo Naruto asintiendo-. Ese nombre nos hace referencia a nosotros y siempre lo hará.

El Equipo 7 y el Equipo 10 (con la falta de Sasuke, Kakashi, Asuma y Yamato) siguieron caminando hacia el entrenamiento. La técnica especial del Clan Nara, el Clan Akimichi y el Clan Yamanaka seguiría siendo la Formación Ino-Shika-Cho. Y la del Equipo 7 pues el Equipo 7, que ya es decir mucho y que conlleva también una gran responsabilidad.

domingo, 14 de enero de 2018

EL RETO DE LAS HAMBURGUESAS VEGETALES

Naruto, Sakura y Sai estaban sentados en uno de los restaurantes de Konoha esperando la comida. Mientras, hablaban de los exámenes que habían tenido en la academia:
-Naruto, supongo que tú eras de los mejores, ¿verdad? -preguntó Sai y, justo después Sakura se empezó a reír.
-Pues la verdad...
-La verdad -dijo Sakura-, es que era el más tonto de la clase.
-Pero qué dices, Sakura...
-Lo que eras, no atendías a clase, sacabas ceros en los exámenes teóricos, ¿quieres que siga?
-No, no, ya está bien...
-No lo hubiera imaginado -dijo Sai pensando-, pero en las clases prácticas lo harías bien.
-¡Sí! -respondió con entusiasmo Naruto.
-Qué va -Sakura volvió a reírse y se dirigió a Naruto-. ¿Te acuerdas cuando retabas a Sasuke y te ganaba siempre?
-Eso no es cierto... -Naruto giró la cabeza por si venía el camarero y la volvió donde antes-, pero a veces tenía un mal día.
-¿Entonces tuviste muchos días malos, no Naruto?
-Bueno, si digo la verdad... me dejaba ganar -mostró signos de altivez por unos instantes.
-Ya, claro -dijo Sakura cuando llegó el camarero con la comida-. Naruto, ¿te atreves a hacer un reto?
-¿Un reto? ¿Ahora?
-Sí, ya que estamos diciendo que tú retabas y perdías siempre, te voy a retar yo a ver si por una vez ganas algo.
-¡¿Y la comida?!
-Se trata de eso, quien se coma las dos hamburguesas vegetales primero gana.
-¡Bien! Aunque no me entusiasma mucho la verdura...
-Tú mismo has dicho que debes comer de todo, así que, ¿estás listo?
-¡Sí!
-Aa, Sai, ¿te apuntas?
-Está bien -dijo dubitativo-, pero seguro que pierdo.
-¡Voy a ganar yo de todas formas! -afirmó Naruto.
-Ni pensarlo, podéis ir tranquilos porque os voy a machacar -ahora fue Sakura.
Los tres tenían en sus manos la primera hamburguesa. Eran más grandes de lo normal, es por eso que Sakura les retó. Si llegan a ser más pequeñas lo deja pasar porque se acabaría en un minuto, el reto.
-¡Ya! -exclamó Sakura.
Empezaron a comer a toda prisa. Un bocado por aquí y otro por allá. A Naruto se le cayó la lechuga al plato, con lo que perdió un segundo muy valioso, pero siguió. A medida que comía, Sakura pensó que fue un poco mala idea, pero también continuó. Echó un poco de tomate y lechuga a los pies de Naruto y Sai por si acaso perdía. Pero no solo lo hizo ella, también Naruto, pero éste a Sai y a Sakura. Los tres seguían comiendo. Naruto y Sakura iban a acabar la primera hamburguesa, y Sai... ¡ya terminó!
-¡¿Qué?! -exclamó Naruto.
-¡¿Ya has terminado?!
-Sí, estaban ricas -dijo Sai limpiándose los labios-. ¿Vosotros vais aún por la primera?
-Sí... ¿pero cómo te las has terminado tan rápido?
-Pues no lo sé. No he corrido mucho...
Naruto fue a mirar debajo de la mesa, pero Sakura también lo hizo y chocaron cabezas.
-¡Au! -exclamó Naruto.
-¿Qué hacías?
-Mirar debajo por si habéis hecho trampas.
-¡El que ha hecho trampas has sido tú, Naruto! ¡Mira tus pies!
Naruto miró, así como Sai, y vieron que el suelo estaba lleno de lechuga, tomate, cebolla y pan. Todo bien repartido.
-¡Pero si yo no he hecho nada! Sakura... -la miró de perfil.
-¡¿Yo?! ¿Por qué me miráis a mí? Yo no he hecho nada. No. No he hecho nada -Sakura se puso nerviosa-. Mira a Sai. Él sí que tiene comida en los pies. Ha sido él.
-Sai, tú nos has tirado comida para echarnos la culpa a nosotros.
-¿Yo? Yo no he hecho nada, yo me he comido las hamburguesas y ya está.
-No es verdad. Éste reto no lo ha ganado nadie. Habéis hecho trampas -dijo Sakura.
-He ganado yo... -dijo Sai entristecido-. ¿No había ningún premio para el ganador?
-¡No! -exclamó Naruto-. Igualmente tú no has ganado.
Los tres siguieron discutiendo pero la pelea se fue apaciguando. Después de unos minutos, Naruto confesó que él había tirado algo de comida, pero no toda.
-¡¿Qué?! ¡Lo sabía! -le señaló Sakura-. Bueno... la verdad es que yo también he tirado...
-Con que no he sido yo, únicamente -se rio Naruto.
-Cállate imbécil -Sakura le dio un pequeño golpe.
-Entonces, ¿ya puedo recibir mi premio?
-¡Que no hay premio! Aunque tú has sido el ganador...
-Gracias por reconocerlo, Sakura -dijo Sai cuando Naruto cruzó los brazos.
-¿Y ahora qué hacemos con esto? Lo deberíamos recoger...
-¿Y por qué?
-¡Pues porque hemos tirado la comida, y con la comida no se juega!
Sakura se agachó y estando en el suelo empezó a poner un poco de comida encima de la mesa. Al ver que Naruto se había quedado sentado, lo agarró de la camiseta y lo empujó hacia donde estaba ella para que recogiera la comida.
-Que me haces daño, Sakura...
-Recoge y calla antes de que hagamos el ridículo...
Sai estaba sorprendido con la escena. No sabía qué hacer ante una situación como ésta.
-¿Os ayudo? -les preguntó con la cabeza debajo de la mesa.
-No, no hace falta Sai -Sakura nerviosa-, ya acabamos.
De repente pasó por allí Kakashi y vio a los chicos, aunque era difícil reconocerlos allí debajo.
-Hola, ¿qué estáis haciendo? -preguntó también con la cabeza gacha.
-¡Aaa! -Naruto se asustó (también Sakura) y se dio un golpe en la cabeza con la mesa, haciendo que resonara en todo el restaurante-. ¿Qué haces aquí, Kakashi-sensei?
-Pues iba a comer pero me he topado con vosotros... aquí en el suelo -Kakashi se incorporó, echó un ojo al restaurante y volvió a los chicos-. Por cierto, os están viendo todos.
-¡¿Qué?! -chilló Sakura poniéndose roja-. Yo me quedo aquí...
-Kakashi -dijo Naruto levantándose.
-¿Qué haces? -Sakura lo agarró y Naruto volvió al suelo-. ¿Quieres que nos descubran?
-Bueno, yo me voy -dijo Kakashi saludándoles con la mano-. Por cierto, Sai, ¿qué haces con tanta comida detrás de ti?
-¡¿Qué?! -chilló otra vez Sakura.
-¡Sai! ¡No te has comido las hamburguesas!
-Yo... bueno, veréis... -dijo Sai sudando.
-Bueno, me voy antes de que la lieis más...
-¡Sai, nos has engañado! ¡No has ganado!
-Es que... no me gustan las hamburguesas vegetarianas...
-¡Sí, y un cuerno!
Sai subió la cabeza, se levantó y con paso acelerado se fue yendo.
-¡No te escaparás!
Sakura apretó bien los grandes restos de comida que tenía en la mano, salió justo detrás de Sai y le dijo:
-Sai, tranquilo, todo está bien. Te protegeré de Naruto.
-¿De verdad? Muchas gracias, Sa...
-¡Toma esto! -Sakura le puso toda la comida en la boca de Sai, bien hacia dentro para que notase el sabor del suelo.
Todos en el restaurante lo vieron todo, aunque Sakura aún no se dio cuenta.
-¡Bien hecho, Sakura! -gritó Naruto levantando el brazo.
-Gracias, Naruto...
Sakura se dio cuenta que todos estaban pendientes de lo que sucedía. Sai y Naruto también. Se quedaron quietos sin mover ni un músculo, como si eso cambiase algo... Kakashi también observó pero cogió el libro que llevaba y se tapó la cara con él para que nadie lo reconociese en esos momentos.
De repente, Sakura se dirigió a todos levantando el puño:
-¡¿Qué miráis?! ¡¿También queréis que os meta la basura en la boca?!
Todos se giraron inmediatamente y siguieron comiendo. Naruto fue hacia ellos poco a poco, pasando desapercibido, aunque no evitó gritar el nombre de Sakura un poco alto. Ésta se giró también poco a poco, cogió a Naruto de la camiseta, lo acercó y lo lanzó fuera del restaurante.
¡Aahhh!
-Esa sonrisa falsa otra vez -dijo Sai.
-¿Ya te lo has comido todo, Sai? -Sakura cogió los trozos que había dejado caer Naruto cuando ella lo lanzó y preparada para dárselos a Sai, éste salió corriendo para evitar aguantar su ira. Sakura lo persiguió.
-¡Ehh! -les gritó el camarero-. ¡Me tenéis que pagar!

sábado, 6 de enero de 2018

NARUTO Y SU REGALO EN BUSCA DEL REY MAGO

Naruto se movía en su cama, nervioso, hasta que se cayó dándose un buen golpe y se despertó. Nada más hacerlo fue hacia el árbol de navidad que él mismo puso y adornó. Andaba buscando algún regalo que le hubiese traído quién sabe quién; y lo encontró, escondido entre luces y campanas.
Lo abrió y resultó ser un cuadro. Un cuadro de sus padres, Minato Namikaze, el Cuarto Hokage y Kushina Uzumaki. Se sorprendió a la vez que se emocionó. Lo puso en la mesa, pero le gustó tanto que quería dar las gracias personalmente a aquella persona que se lo había regalado. Así que desayunó un bol con leche y cereales, se cambió rápido y con el cuadro bien envuelto y abrazándolo con fuerza se puso en busca de aquella persona.
Para empezar, fue a ver a Konohamaru:
-Hola, Naruto, ¿vamos a entrenar hoy?
-No, hoy no. Después si quieres.
-Jo... -dijo triste-. Hoy me habían regalado unas dianas para lanzar los shurikens.
-Después nos vemos, entonces. Pero, ¿tú me has hecho este regalo? -Naruto se lo enseñó.
-¿Yo? No, ese es el Cuarto Hokage, pero la otra ni idea.
-Bueno, muchas gracias Konohamaru -dijo corriendo hacia otro sitio.
-¡Después nos vemos, Naruto!

Naruto corría, ahora a casa de Shikamaru. Llamó a la puerta pero quien abrió fue su padre, Shikaku. Le preguntó por Shikamaru, y Shikaku le respondió que se fue con Choji e Ino a entrenar. Ya de paso le preguntó por el cuadro, pero tampoco había sido él. Ahora corrió en busca del trío.
-¡Hola chicos!
-Hola, Naruto -dijo Choji-. ¿Quieres entrenar con nosotros?
-Me gustaría, pero vengo para preguntaros una cosa.
-¿Qué pasa?
-¿Habéis sido uno de vosotros quién me ha regalado este cuadro?
-¡Qué guapo ese chico!-abrió bien los ojos Ino.
-Es el Cuarto Hokage -dijo Shikamaru.
-Ya lo sé, pero no me digas que no es guapo, aunque no tanto como Sasuke... o Sai -dijo Ino esto último por lo bajo.
-Claro, normal que yo sea guapo, he salido a él.
-¡¿Qué?!¿Es tu padre?
-Sí, pero entonces no habéis sido vosotros, ¿verdad?
-No -respondió Shikamaru.
-Supongo que esa será tu madre. También es preciosa. Parece tan dulce...
-Sí parece -se rió Naruto-, porque también tiene un carácter bien fuerte. Bueno, me voy.
-¡Qué vaya bien en busca de la persona! -gritó Choji.

Naruto ya estaba en marcha y les saludó a lo lejos. Ahora no sabía a quién acudir, pero se encontró por la calle a Rock Lee y a Tenten.
-¡Naruto!
-Quería preguntaros si... -Naruto iba al grano pero Lee le interrumpió.
-¿Sabes qué me han regalado? ¡Un nuevo traje verde! -se sorprendió él mismo-. ¿Quién habrá podido ser?
-Pues quien va a ser... Nadie iría a comprar algo así excepto Guy-sensei.
-¿Dices que ha sido Guy-sensei, Tenten?
-Pues claro. No sé ni si venden el traje en alguna tienda. ¿Dónde lo conseguirá? -se preguntó Tenten a ella misma.
-Ni idea, pero a mí me han regalado este cuadro. Y no sé quien ha sido. ¿Vosotros?
-No -repsondió el cejotas pobladas.
-No -ahora Tenten-, pero a mí estos pergaminos y sellos explosivos.
-¡Qué guay, Tenten! -alucinó Lee.
-Gracias cejotas, gracias Tenten. Nos vemos.

Naruto se fue y vio a Akamaru cruzando delante de él. Justo después pasó Kiba. Tardó unos segundos en darse cuenta, pero comenzó a correr en la misma dirección que ellos.
-¡Kiba!
-¡Hey, Naruto! -exclamó Kiba aunque con la voz cansada-. ¿Qué haces tú por aquí?
-Venía a preguntarte si tú me has regalado este cuadro.
-No, yo no he sido, ¿por qué preguntas?
-Porque quiero saber quién ha sido. ¿Y tú por qué estás corriendo?
-Akamaru y yo estamos compitiendo en una carrera con otros ninjas. ¡Y no me puedo quedar atrás -dijo Kiba acelerando.
-¡Así se habla! Te dejo con la carrera. ¡Adiós!
Naruto intentó salir pero cuando se dio cuenta unos perros lo habían atropellado y pisado.
-¡Au! -exclamó dolorido-. Ya digo yo que no les hace falta más carreras... ¡¿Y el cuadro?!
Lo tocó, vio que estaba como nuevo y lo agarró bien fuerte. Siguió el camino y se topó con Shino:
-Tú... -dijo Naruto rodeándole-, tú me suenas... eres... Sh..Sho..Sha...
-Naruto, ¿sigues sin reconocerme?
-Ah, Shino, eres tú -se rió rascándose con una mano la cabeza.
-Vaya, me has reconocido... pero no de primeras.
-Lo-lo siento Shino, es que con esa vestimenta pues ya sabes, no es que sea muy fácil reconocerte...
-A ti sí que es imposible no reconocerte -dijo Shino serio.
-Bueno, pues preguntaba por este cuadro. ¿Me lo has regalado tú?
-Si ni sabes mi nombre...
-Pero si te he reconocido... -dijo Naruto cerrando los ojos y sonriendo.
-Sí, pero tarde. Igualmente yo no he sido.
-Bien... gracias. ¡Ya nos veremos otro día!
-Ya veremos si te acuerdas de quién soy...
-Por cierto -Naruto se había ido pero volvió-, ¿sabes dónde está Hinata?
-Sí, está en su casa practicando con Neji.
-¡Gracias!

Naruto se dirigió hacia casa de Hinata. Una vez allí, se quedó unos segundos mirando cómo tan concentrados estaban practicando taijutsu. Después de verlos en acción y que iban a descansar (por raro que parezca), Naruto entró y ellos le vieron.
-¡Es Naruto-kun!
-Sí, Hinata, no te pongas nerviosa. Hola Naruto.
-Buenos días Neji, Hinata. Os he estado observando.
-¡¿Qu-qué?!
-Sí, has estado increíble con esos golpes Hinata, casi le das a Neji.
-¿Lo-lo dices en serio, Naruto-kun? -dijo ella sorprendida pero enrojecida.
-¡Claro! ¡Los Hyuga sois un clan genial! Me gustaría entrenar con vosotros algún día.
-Estaría bien -asumió Neji-. ¿Y por qué has venido? ¿Es para ver a Hinata?
-Ne-neji...
-Era para preguntaros si alguno de vosotros me ha regalado este cuadro.
-Yo no he sido -respondió Neji.
-Yo tampoco. Los de la foto son tus padres, ¿verdad, Naruto-kun?
-¡Sí! ¿Cómo lo sabes?
-Nos lo explicó su padre cuando éramos pequeños -respondió Neji-. Fueron increíbles.
-¡Sí! Bueno, pues muchas gracias. Me tengo que ir para seguir buscando a la persona que me lo ha hecho. ¡Qué vaya bien con vuestro entrenamiento!
-G-gracias, Naruto-kun.
-¿Qué pasa, Hinata? ¿Por qué estás tan roja? -Hinata no respondía-. ¿Hinata? ¡¿Hinata?!
Hinata cayó al suelo desmayada y Neji la balanceó para que se despertara. Naruto no se dio cuenta de lo sucedido y siguió en su búsqueda. Paseó y pensó a quién le faltaba por preguntar. Y una de ellas era Sakura. Así que se dirigió hacia su casa, pero antes de llegar se encontró con Sasuke, que iba paseando tan tranquilo.
-¡Sasuke!
-¿Qué quieres, imbécil?
-¡Pero por qué eres tan repelente! Ya sé que no habrás sido tú.
-¿Que no he sido yo el qué?
-Que tú no me has regalado este cuadro, ¿a qué no?
-No -dijo mirando el cuadro y apartando la mirada hacia otra dirección.
-Lo sabía, si es que tú no regalas nada a nadie... Al menos podrías sonreír alguna vez.
-¿Te puedes largar? ¿No ves que estoy ocupado?
-¿Ocupado? ¡Pero si solo estás paseando! ¿Qué hay de estar ocupado en eso?
-Que te vayas ya, pesado. Con esos gritos molestas a todo el mundo.
-¡Pesado tú! -dijo Naruto alejándose, pero volvió-. Por cierto, ¿sabes si Sakura está en su casa?
-La he visto antes en la biblioteca con Sai.
-Vaya, qué sorpresa que me contestes.
-¿Te puedes largar ya?
-Ya me voy, ya... ¡Adiós, Sasuke!

Sasuke enrojeció un poco con la vergüenza que le hacía pasar Naruto. Éste redirigió su destino hacia la biblioteca. Allí se encontró, efectivamente, con Sakura y Sai ojeando libros.
-¡Hola Sakura-chan!
-Hola Naruto -dijo Sai, esperando Naruto que lo dijera Sakura.
-¿Qué estáis haciendo?
-Estamos informándonos sosbre misiones duras -dijo Sakura haciéndose la interesante.
-¿De veras?
-En realidad no -fue Sai-, solo estábamos curioseando sobre las bromas más sonadas que se han hecho en Navidad.
-¡Sai! -Sakura le dio un codazo.
-¡Sí! Las bromas en el día de los Santos Inocentes son de las cosas que más molan del año. Quería preguntaros una cosa. ¿Vosotros me habéis regalado este cuadro?
-No -respondieron los dos.
-Vaya... pues no me quedan muchas personas más por preguntar.
Sakura cogió el cuadro cuidadosamente y le dio la vuelta. Había escrito algo difícil de descifrar.
-Naruto -le dijo Sakura señalándolo-. Hay algo escrito. ¿Puedes ver qué pone?
Naruto se acercó el cuadro a dos milímetros del ojo.
-¡Imbécil! -Sakura le dio un pequeño golpe en la cabeza-. Así no vas a poder ver nada. Póntelo a una cierta distancia, no tan cerca.
-Mi-Mi-Minato. Pone Minato.
-¿Minato, tu padre?
-Sí -respondió-. Y pone "Para Naruto". ¿Para mí?
-Claro, el regalo es para ti, pero hay otra firma. Imposible de saber qué pone.
-Apartaos chicos -dijo Sai cogiendo el cuadro con una mano y con la otra una lupa para ver la firma.
-¡¿Pero por qué me empujas?! -le gritó Sakura golpeándole y dejando caer el cuadro.
-¡Noo! -gritó Naruto pero por suerte lo cogió-. Uff, menos mal.
-¡Shhh! -la bibliotecaria les hizo el gesto de callarse.
Naruto cogió la lupa que había dejado caer Sai y se la acercó para saber qué ponía. Y después de unos segundos, toda la biblioteca en silencio, habló fuerte:
-¡Kushina! ¡Pone Kushina!
-¡Shhhh! -ahora fueron la bibliotecaria y los lectores.
Sakura volvió a golpear a Naruto con cuidado para que no cayera el cuadro.
-Au... -dijo Naruto en voz baja.
-Ya sabes lo que pone: Minato y Kushina, para Naruto.
-Sí, pero sigo sin saber quién me lo ha regalado.
-¿Y para qué quieres saberlo?
-Para darle las gracias. No tenía ningún cuadro de... mis padres. Y la verdad es que me ha hecho mucha ilusión.
-Yo te ayudaré en tu búsqueda, Naruto.
-Gracias, Sai.
-Pero esperad -dijo Sakura-. La persona que te ha regalado este cuadro, Naruto, ha querido que fuera una sorpresa. Si hubiese querido que supieras quién es te lo habría dado en persona y no ha sido así. ¿Para qué molestarse en ir a tu casa mientras tú estabas durmiendo?
-Es verdad. Tienes razón, Sakura-chan.
-¿Y si no ha sido ninguna persona? -preguntó Sai sobresaltándolos.
-¿Qué? -dijo Naruto con un poco de miedo.
-Sai tiene razón. Naruto, es la magia de la Navidad; si conocieras el truco, la magia se perdería.
-¿Qué truco?
-Déjalo Naruto -a Sakura se le bajó la cabeza.
-Bien, entonces dejaré que la magia de la Navidad siga.
-Ya acaban estas fiestas, así que, ¿qué mejor manera de acabarlas que con un regalo sorpresa?
-¡Sí!

Naruto les dijo cómo habían sido sus padres y lo que ellos le dijeron cuando se encontraron. Después se fijó en uno de los libros sobre la mesa que estaban leyendo Sakura y Sai antes de él entrar y vio una firma.
-Es mía -dijo Sakura sonriendo-. Es mi nueva firma. ¿A que es chula?
-Pues no entiendo ni un carajo.
-...¡¿Qué has dicho, Naruto?! -Sakura tardó en reaccionar, pero cuando lo hizo, golpeó bien a Naruto dejándole en el suelo.
-Vaya, tienes el carácter de mi madre.
-¡¿Estás queriendo decir que tengo mal carácter?! -sin dejar a Naruto responder, volvió a golpearlo, esta vez lanzándolo más lejos.
-¡Shhhh! -hicieron de nuevo la bibliotecaria y los lectores.

Después de preguntar por su regalo a muchas personas y amigos suyos, Sakura y Sai le dieron la clave. Era creer. Dar las gracias a esa persona que sin saber quién era había entrado en su vida por ese regalo tan importante que le había hecho. Dar las gracias y creer y saber que esa persona sabrá que se lo agradece aun sabiendo que no le haya dado las gracias en persona. Hubiera sido bonito verles juntos en un abrazo, pero esa persona no quería. Quería que Naruto creyera en la magia de la Navidad, y así lo hizo.
Naruto cogió el cuadro de sus padres y lo colocó en el mueble, al lado de su foto con el equipo 7. Se imaginó que estaba con ellos y se le cayó una lágrima a la vez que sonrió.