Último día del año, pero como otro cualquiera, todos estaban despiertos excepto Naruto. Es por eso que Sakura tuvo que intervenir:
-¡Naruto! ¡Despierta!
-¿Qué pasa ahora? -dijo Naruto bostezando.
Abrió la puerta y se encontró con una Sakura un poco cabreada.
-¡Sakura! ¿Quieres algo?
-Sí quiero... ¡Vístete que hoy es Nochevieja!
-¡Ahh! Es verdad, no me acordaba.
-Qué raro...
Naruto se vistió y junto con Sakura fueron a ver a Tsunade que los estaba esperando.
-Ya era hora, ¿no? -dijo Tsunade echando humos, mientras Naruto se disculpaba bajando la cabeza, pero prosiguió- Bueno, hoy es el último día del año y sois los encargados, junto con otros shinobis, de adornar la aldea y prepararla para esta noche. Todo lo que necesitáis lo tenéis abajo, Kakashi sabe dónde. Así que manos a la obra. Lo quiero todo perfecto. ¿Entendido?
-¡Entendido! -respondieron todos.
Naruto, Sakura, los otros 9 de Konoha, Sasuke, Sai y sus líderes de equipo se fueron de la sala. Bajaron y llegaron a un almacén lleno de luces y adornos de navidad, entre los cuáles se encontraba el gran árbol de Konoha, en cajas.
-¡Bien! Ya sabéis lo que tenéis que hacer, así que adelante.
Todos empezaron, para empezar, a sacar luces (muchas de ellas en cajas). Cogieron unas cuantas y se dispersaron. Rock Lee, Neji y Tenten fueron juntos a colocar luces por las casas del sur que no tenían.
-Vamos Neji, Tenten, más rápido. Hay más por poner.
-¡Sí! -gritó Tenten entusiasmada- Me encantan estas fiestas. ¿A ti, Neji?
-...Sisi -no sabía qué decir.
Mientras, Shikamaru, Ino y Choji seguían su camino hacia el este. A Shikamaru no le entusiasmaba mucho este trabajo, pero a Ino sí:
-¡Vamos Shikamaru! No seas vago, que falta poco para entrar en un nuevo año. Y lo tenemos que hacer con fuerza, preparados para superar nuevos retos.
-Que sí... -dijo Shikamaru con el mismo ánimo-. Pero al menos no tenemos que salir de la aldea.
-¡Exacto! Y esta noche las uvas. Por cierto, ¿ha vendo Temari?
-... -se sorprendió- ¿A qué viene eso?
-A nada -se rió Ino-. ¿Pero ha venido?
-Creo que no. Se ha quedado en la Arena, con sus hermanos.
-Qué pena -volvió a reírse.
Mientras hablaban, Choji comía, hasta que se incorporó en la conversación:
-¿De qué habláis?
-¡De la Navidad! -respondió Ino acelerando el paso.
Siguiendo otro camino, Asuma y Kurenai cargados de luces, emocionados por esta noche y esperando un año más juntos.
Mientras, Kiba, Hinata y Shino cogieron otro camino. Y pensando, Kiba preguntó a Hinata:
-¿Esta noche será el día?
-¿El día? -Hinata no sabía a qué se refería.
-Sí... para declararse a... ya sabes quién, Naruto-kun.
-¡Shhh! -se enrojeció- ¡No digas nada!
-Vamos Hinata, nosotros te apoyamos, ¿verdad Shino?
-Sí. Hinata, haz tu sueño realidad. Todo lo que quieras lo puedes conseguir, pero siempre con ahínco.
-Vaya con el poeta... ¿Te ha pasado hoy algo, Shino?
-No, pero hay que acabar el 2016 con buenos consejos.
-Gracias Shino -le sonrió Hinata-. Lo intentaré.
Kakashi, Yamato y Gai se pusieron manos a la obra haciendo un escenario y colocando sillas para la gente de la aldea y celebrar allí la entrada de año. Con la ayuda de la madera de Yamato sería fácil pero Tsunade prefería que todo se hiciera a mano y con esfuerzo.
-¿Qué tal lo llevas, Gai?
-Perfectamente -habló cargado de sillas-. Esto tiene que estar listo para esta noche. ¿Tú cómo vas, Kakashi?
Gai le miró y resulta que estaba cargando una silla como si nada y leyendo uno de los libros eróticos mientras que Pakkun y los demás perros hacían el trabajo duro.
-¡Kakashi! -gritó Yamato cansado.
-Seguid, seguid...
Mientras Kakashi se enrojecía por momentos, Sakura también lo hacía de lo nerviosa que le ponía Naruto.
-¡Naruto! ¡Mira cómo lo estás poniendo todo!
Las luces estaban tiradas por el suelo, todas mezcladas, las bolas esparcidas por todos lados, etc. Sasuke pasaba de él completamente y Sai se reía viendo a Sakura reñir a Naruto.
-¡Toda la culpa es de ese!-Naruto señaló a Sasuke.
-¿Y ahora que te ha hecho?
-Chulear como si lo montase él todo.
-Bueno, más que tú seguro -Sakura soltó una carcajada.
-Pues está bien, me iré a colocar el árbol.
-Naruto, no vas a poder tú solo -dijo Sai.
-¡Claro que sí!
Sakura suspiraba hasta que al final se dirigió hacia él y no pudo evitar darle un buen golpe en toda la cabeza.
-¡Ya está bien! Pero ¡¿cómo vas a hacer tú solo el árbol?! Aunque tarde o temprano se tendrá que montar, pero tú solo no. ¡Vamos!
Naruto, Sakura y Sai fueron al almacén, mientras Sasuke continuaba con los adornos. Entraron y llevaron las cajas dónde se encontraban las partes del árbol de Navidad enfrente de la mansión de la Hokage, que es donde se expondría.
Al llegar se encontraron con Kakashi, Gai y Yamato montando el escenario, junto con otros ninjas. En ese momento, Kakashi ya había acabado el libro erótico y como no tenía otro se dispuso a trabajar un poco más.
-¿Qué hacéis aquí?
-Venimos a montar el árbol -dijo Naruto con ganas.
-Está bien, pero tened cuidado.
Unos pasos más adelante y a la izquierda se montaría el árbol navideño. Empezaron a sacar las partes del árbol para montarlas correctamente, ya que era bastante alto. Sai apaciguaba las discusiones entre los otros dos para poder hacer el árbol bien. Y una vez sabiendo dónde colocar cada pieza se dispusieron a colocarlo.
-Ésta aquí -decía Naruto colocando una parte del árbol.
-¡Vigila Naruto! -Yamato gritaba temiendo por el escenario.
-¡Tranquilo! Todo está en orden, ¿verdad Sakura?
-Sí...
Los tres lo acabaron, se pusieron de pie enfrente de él y observaron hacia arriba lo alto que era.
-Perfecto -dijo Naruto.
-Paremos ahora a comer.
-¡No Sakura! Hay que poner los adornos y todo.
-Que sí, que sí -dijo Sakura cansada cogiendo a Naruto por una oreja.
-Au, au, me haces daño.
Todos pararon a comer un poco para luego seguir y acabar de montar y adornar lo que faltaba. Estuvieron hablando de lo bien que estaba quedando. Quedaron en pasar la noche todos juntos y con sus familias. Pero prosiguieron con el trabajo.
Naruto, Sakura, Sasuke y Sai empezaron a adornar el árbol de Navidad y de repente apareció Rock Lee.
-¡Ehh chicos! ¿Sabéis dónde está Gai?
-Estoy aquí, Lee -dijo Gai desde atrás.
-He venido para echar una mano. Nosotros ya hemos acabado lo nuestro.
-Bien hecho, Lee. Pero ya sabes que yo nunca necesito ayuda, y si la necesito, tú serás el primero en enterarte.
-¡Sí, Gai-sensei! Es verdad -admiró a su sensei.
-Ve a ayudar a Naruto y los demás.
-¡Sí!
Rock Lee cambió de dirección y se dispuso hacia los otros:
-¡Bien, a poner luces!
-¡Lee! -gritó Sakura- Ten cuidado, no vayas tan rápido.
De repente, Kakashi se apartó y dejó de hacer por un momento lo que estaba haciendo. Yamato le preguntó:
-¿Qué haces, Kakashi?
La cosa estaba en que Kakashi lo vio venir y ya era demasiado tarde para sacar de allí todo lo que habían hecho. Aún así, con la ayuda de sus perros empezaron a sacar las cosas de donde las habían puesto, de manera que no fuesen un obstáculo para el árbol.
-¿Pero qué te pasa?
Naruto y Rock Lee volteaban el árbol con rapidez y lo adornaron de la misma manera. Pero lo consiguieron acabar, colocando la estrella en lo alto. Naruto, al hacerlo, cayó encima del árbol. Éste se intentó equilibrar pero no pudo. Poco a poco fue cayendo, viendo Sakura, Sasuke, Sai y Rock Lee -que estaban de pie- mucho más negro el cielo a causa del árbol.
¡PUM! El árbol cayó dejando ir una polvareda bastante grande y haciendo un gran estruendo. El escenario se partió en dos, así como algunas sillas dejaron de existir. Los chicos consiguieron salir pero no así lo que se había roto. Ahora Naruto continuaba encima del árbol, en el mismo sitio, pero como había caído, estaba más cerca del suelo, rozándolo.
Todos se quedaron en blanco, sin saber qué hacer, viendo el espectáculo montado por el genin. Shizune y Tsunade se asomaron a la terraza. La primera abrió la boca y se alejó un poco de su maestra. Tsunade se quedó paralizada. Después de unos segundos bajo, sonrió y se dirigió a Naruto. Cambió de postura:
-¡Toma esto! -le dio un puñetazo en todo el pecho sin dañarlo gravemente.
Naruto salió disparado y todos se alejaron un poco de Tsunade por el miedo que había provocado. Pero ella cambió de nuevo de postura, sonrió y subió a la terraza. Ahora se dispuso a hablar:
-¡Naruto! O lo arreglas o nos veremos otra vez frente a frente. Y todos los demás a ayudarlo y a acabar antes de las nueve. ¿Sí?
-Sí -todos la temieron.
Tsunade y Shizune regresaron dentro, que tampoco es que no estuvieran haciendo nada, porqué había más papeleo que nunca. Mientras, Naruto salió de entre el humo con el torso doblado expresando dolor.
-¡Naruto! -ahora era Sakura la que se dirigía hacia él.
-¡Lo siento, lo siento! -Naruto pedía perdón con miedo.
-Tranquilo que con Tsunade ya has tenido suficiente pero... ¡ha estado bien! Esto sí que es una fiesta.
-Sa-Sakura... -Naruto aumentó el miedo.
Pero Sakura no le hizo nada y había dicho lo que pensaba, aunque ahora sí que había que ponerse manos a la obra y con rapidez pero sin romper nada.
Los demás que ya terminaron los ayudaron a montar de nuevo el árbol, el escenario y todo lo que allí se planeaba tener. Tenían otro árbol igual por si algo ocurría, así que para Sai, Naruto y Sakura no fue difícil volverlo a montar.
Con mucho temor, el empeño de Naruto en poner la estrella sirvió, ya que él la puso de nuevo con mucho más cuidado. Y allí estaba, el gran árbol de Navidad de Konoha. El escenario, las sillas, las mesas, la comida y todo ya estaba listo para Nochevieja.
La música sonaba y los shinobis y la gente de la aldea cenaban en sus casas o en la calle con mucha alegría. En el escenario, en ese instante se estaba llevando a cabo un espectáculo con fuego, usando las diferentes técnicas de os ninjas que intervenían. El árbol de Navidad era precioso, con sus bolas rojas y plateadas, sus luces blancas, sus campanitas y otros adornos navideños que lo caracterizaban por ser de Konoha.
Las calles iluminaban con fuerza una de las noches más bonitas del año.
-Vamos Hinata -dijo Kiba-, es el momento. Shino, Neji y yo confiamos en ti.
Hinata se dirigió hacia Naruto, más nerviosa de lo habitual por las miradas de los chicos que en ellos se centraban.
-N-Naruto-kun, ¿qué tal estás?
-Muy bien Hinata. ¿Y tú?
-B-bien. Me gustaría decirte una cosa.
-¿A sí? ¿Es un secreto? ¿Qué es?
-Pues verás... -Hinata se sonrojó un poco más- yo, yo te quería decir... que...
-Bueno Hinata, ya me lo contarás luego -Naruto se alejó diciéndole adiós con la mano-, antes del nuevo año. Ahora vuelvo.
Naruto se fue, dejando a Hinata allí, pero aparecieron los otros tres y la calmaron. Él fue a ver a Sasuke que no lo había visto desde que acabaron de montar el árbol. Lo encontró sentado en un banco.
-¡Ei, Sasuke! ¿Qué haces?
-Nada.
-...vale. ¿Por qué no vienes allí con nosotros?
-Porque no.
-Qué raro... Pues vale, adiós -Naruto se fue de nuevo.
Mientras, Ino vio a Sai de pie sin saber qué hacer, así que fue a hablar con él. Estuvieron charlando un rato y luego se reunieron con los demás.
Faltaba un cuarto de hora para acabar el año y empezar uno nuevo cuando Tsunade salió a la terraza, observó a la gente y habló por un 2017 mejor. Todo eran nervios y sonaron los cuartos, seguido de las 12 campanadas. Cada uno comió sus propias uvas y lo celebraron, empezando por unos fuegos artificiales.
El cielo se llenó de luces impresionantes y preciosas. Algunos reían, otros lloraban y otros sonreían. ¡Qué alegría!
Naruto vio a lo lejos a Sasuke en el banco que aún no estar con ellos se tomó las 12 uvas. Se dirigió hacia él y sin decirle nada lo cogió del brazo y lo arrastró hasta el grupo. Allí, Sakura se reunió con ellos dos y los abrazó con fuerza. La Hokage habló:
-¡Feliz 2017! ¡Dejemos atrás todo lo malo y que venga un nuevo año cargado de ilusiones y con mucha salud!
-Habla por ti también -susurró Shizune.
-¡Brindemos!
Todos brindaron con alegría, desenado salud, amor y de todo menos malo, echando unas carcajadas por el Nuevo Año.
-¡Feliz 2017!
sábado, 31 de diciembre de 2016
lunes, 22 de agosto de 2016
AVENTURA EN BARCO: SEGUNDA PARTE
-¿Dónde estamos?
-No se puede ver nada -dijo Ino.
-Las olas nos han dirigido y hemos acabado envueltos de niebla.
-¿Qué hacemos ahora?
-Kiba -dijo Shikamaru-, utiliza tu técnica de colmillo para despejar la niebla.
-¡Sí! Vamos, Akamaru: ¡Colmillo Sobre Colmillo!
Kiba y Akamaru utilizaron su técnica, pero en vez de atacar a un oponente, la utilizaron moviéndose por todo el espacio para despejar la niebla que los cubría. Y así funcionó.
-Muy bien, Kiba -dijo Hinata.
La niebla alrededor del barco desapareció y justo delante se encontraron con una isla, aunque la neblina estaba por todas partes y los rayos de sol no llegaban con fuerza.
-¿Bajamos? -preguntó Choji.
Pero antes de que preguntase, Naruto se había adelantado y ya se encontraba pisando tierra.
-Hay que ver... -suspiró Sakura.
-Está bien, bajemos -dijo Kakashi.
-¿Y el barco? -preguntó Yamato- No lo podemos dejar solo.
-Tranquilo Yamato, lo amarraremos a algún sitio.
Todos bajaron y se reunieron con Naruto, que estaba ansioso por inspeccionar el lugar, aunque el que más alegría se llevó al bajar del barco fue Gai:
-¡Por fin! ¡Libre soy! Ya puedo respirar aire puro, uahh -una náusea le entró, pero se recuperó enseguida- Estoy bien.
-Gai-sensei -dijo Tenten-, el aire puro lo has estado respirando durante todo el trayecto.
-¡Tranquilo, Gai-sensei! -dijo Lee, obstaculizando la visión de Tenten- Ahora se recuperará, y si no, yo estaré aquí para apoyarte en lo que haga falta.
-¡Muchas gracias, Lee! Pero no me rendiré, y tendré que aguantar sin tu ayuda. Si la necesito ya te avisaré.
-¡Está bien! Tenten y yo te ayudaremos en lo que haga falta.
-¿Yoo? -preguntó asustada Tenten.
-Bien -habló Sasuke- ¿y ahora qué?
-Demos una vuelta por la isla, a ver si encontramos a alguien.
-¿Aquello que es? -preguntó Sakura señalando un edificio.
-Descubrámoslo.
La isla era bastante grande, de color verde por sus grandes bosques, pero en el centro parecía haber algo. Un edificio se asomaba en lo más alto, aunque parecía viejo, en ruinas. Todos se dirigieron hacia allí, algunos andando y otros, como Naruto, a un paso más ligero.
-No hace falta correr, Naruto -le dijo Sakura- llegaremos tarde o temprano.
-Mejor temprano, así tenemos más tiempo para estar en la isla.
Después de un rato, llegaron al edificio y se encontraron con unas ruinas. Todo estaba destrozado, escaleras rotas, trozos de piedra por todos lados, pero había unos cuantos pasillos alrededor, y el edificio que avistaron antes, situado en el centro.
Todos se dispersaron sin querer, queriendo informarse sobre lo que veían, pero nadie encontraba nada. Habían bastantes pasillos con unas columnas de piedra, pero nada más. Hasta que Naruto encontró una puerta en la torre. Se encontraba bajando unas escaleras, y allí había una puerta grande con verjas marrones oxidadas.
-¡Venid, chicos! -les dijo Naruto a gritos-. Me parece que he encontrado algo.
Todos bajaron y se quedaron mirando la puerta.
-Debe haber algún botón para abrirla -dijo Shikamaru.
Todos buscaban y observaban pero no encontraban nada.
-¡Byakugan!
Neji utilizó su Ojo Blanco para poder ver más allá de la puerta. Vio un salón grande con unas escaleras que conducían abajo, pero sus compañeros le interrumpieron diciéndole si encontraba algún botón para poder entrar.
-¡Sí! En esa columna -señaló-. Supongo que hay que empujar esa parte.
Sai, quien estaba más cerca, empujó una parte de la columna, tal como había dicho Neji y la puerta se fue abriendo poco a poco. Todos entraron y se encontraron en un salón bastante grande y totalmente desierto. Lo único que distinguían eran unas escaleras en la parte izquierda de la sala, a las cuales se dirigieron y fueron bajando.
Aunque en el segundo escalón, Naruto tropezó y empezó a rodar, llevándose por delante a Gai, Rock Lee y Neji.
Después de un buen rato dejaron de rodar y acabaron tendidos en el suelo sin poder abrir la boca. Llegaron los demás y éstos sí se dieron cuenta de lo que tenían alrededor. Estaba nevando y el suelo estaba cubierto de nieve, que amortiguó la caída de los chicos. Pero había una salida al mar en la que se encontraba un barco pirata del que se oían unos ruidos.
-Naruto... -se cabreó Neji dándole un golpe sin dañar sus puntos de chakra.
-¡Aahh!
-Shh -silenció Sakura-, mira, Naruto.
Los que estaban en el suelo observaron la sala, sorprendidos por la nieve.
-¿Y esta nieve? .preguntó Asuma con voz baja tocando un copo de nieve.
-Debe ser artificial, porqué fuera no nevaba -apuntó Kurenai.
Todos se dirigieron al barco silenciosamente mirando hacia todas partes, pero no veían el techo. La niebla les obstaculizaba la vista. Y, de repente, del techo empezaron a salir lanzas, como si fueran estalactitas que no dejaban de caer. Todos las esquivaban, pero parecía que no se acababan, porqué además del techo, empezaron a salir estalactitas de las paredes.
-¿Esto no es casualidad, verdad? -preguntó Rock Lee saltando y utilizando su taijutsu.
-Parece que no. Hemos entrado en el territorio de alguien.
-¡Vayámonos de aquí! -gritó Yamato.
Mientras unos se dirigían a las escaleras poco a poco y esquivaban las lanzas, otros se quedaron en medio dando la impresión de que no querían irse. Yamato fue de los primeros en llegar a las escaleras, cuando una puerta parecía que los iba a encerrar allí.
-¡Vamos, chicos! ¡Corred!
En esa situación todos corrían hacia las escaleras. Shikamaru, que también llegó, utilizó su técnica de sombra para detener la puerta y gracias a su resistencia, algunos pudieron pasar pero no todos. La puerta se cerró y separó al grupo.
Naruto, Shikamaru, Rock Lee, Sasuke, Sakura, Hinata y Gai se quedaron allí dentro, aún luchando contra las lanzas, y los demás consiguieron salir.
-¡Sasuke! -gritó Ino preocupada desde fuera.
-¡Neji, Tenten! -gritó Gai-, tranquilos, enseguida saldremos.
De repente, todos se quedaron en silencio, sin oír ningún ruido, ya que las lanzas de hielo desaparecieron.
-¿Y ahora qué? -preguntó Rock Lee.
-Deberemos esperar a que nos saquen de aquí -dijo Shikamaru- o tendremos que buscar una salida nosotros mismos.
-Vaya, vaya -apareció una voz enfrente de ellos-, parece que tenemos unos intrusos. ¿Qué habéis venido a buscar?
-¡¿Quién eres?! -no dudó Naruto en preguntar.
-Nosotros hemos venido a por el tesoro y por fin lo tenemos.
-¿Tesoro?
-No os hagáis los tontos. Si eso es lo que queríais, tendremos que luchar.
De la voz que hablaba, todavía no habían visto su rostro, hasta entonces. Aparecieron como unas 30 personas, con armas y con colgantes y pulseras de oro que resplandecían. Nuestros chicos se pusieron en forma para pelear excepto Shikamaru.
-Nosotros no hemos venido a buscar oro ni nada por el estilo, sólo paseábamos y hemos acabado en esta isla.
-Pero ahora estáis aquí y no os dejaremos marchar -respondió el capitán.
Y corrieron hacia ellos para luchar. A Shikamaru no le quedaba más remedio que seguir los pasos de sus compañeros, aunque mientras peleaba, buscaba alguna salida.
-¡Multiplicación Oculta de Cuerpos! -Naruto utilizó su técnica.
-¡Jutsu Ígneo: Gran Bola de Fuego! -hizo Sasuke sin dañar a sus compañeros.
Hinata y Sakura se complementaban muy bien, ayudándose la una a la otra y cubriéndose las espaldas. Shikamaru utilizó su sombra para paralizar unos cuantos enemigos y justo cuando les dejó ir, Rock Lee los atacó con un fuerte golpe. Gai también estaba luchando apoyando a Lee.
Mientras ellos luchaban, parece que no se rendían y los golpes que recibían no les causaba mucho daño. En un momento en el que nadie se dio cuenta, Shikamaru se fue al barco pirata de los contrincantes. Allí buscó alguna cosa que le ayudara a derrotarlos. Bajó a la bodega y encontró un cofre, lo abrió y, en efecto, había bastante oro y un mapa de la isla. Lo observó y mientras lo hacía, apareció el capitán detrás suyo.
-¿No decías que no te importaba el oro? Parece que no es así...
-Y no me importa el oro, lo único que quiero es salir de aquí cuanto antes. Así que si nos dejas ir, nos marcharemos y os dejaremos tranquilos.
-No me importan tus habladurías -y atacó a Shikamaru, aunque éste lo esquivó-. No te escaparás.
El líder volvió a atacar y Shikamaru volvió a esquivar. Pero en el próximo ataque, Shikamaru salió de la bodega para estar más cómodo con el área de combate. Siguieron luchando hasta que el hombre volvió a hablar:
-Parece que no te vas a estar quieto, así que ya es hora de comprobar el poder de este brazalete -se lo quitó y abriéndolo hacia Shikamaru, dijo:- ¡Elemento Tormenta: Alambre prisionero!
Del brazalete se disparó hacía Shikamaru un hilo eléctrico, saltó, pero el hilo le siguió. Nada más saltar, bajó al suelo, pero esta vez, del hilo salió una capa de agua para encerrar a Shikamaru. Lo esquivó, pero al hacerlo, recibió un fuerte golpe del hombre por detrás, y se estampó contra el hielo de la pared, cayendo al suelo.
Al ver el destello del ataque, todos se giraron hacia esa escena y cuando vieron caer a Shikamaru, Naruto fue inmediatamente a ayudarlo.
-Bueno, bueno, parece que vuestro amiguito ha caído.
-Serás... -se cabreó Naruto.
Shikamaru se intentó levantar pero cayó de nuevo. Sakura fue hacia él y le empezó a curar las heridas recibidas:
-Tranquilo, no te muevas.
-¡Chicos! -grito el capitán a los suyos- ¡Parece que estos objetos funcionan!
Todos se rieron, incluido él, del poder mágico de los objetos de oro que habían encontrado. Cada uno se quitó alguno de los que llevaban puestos y se dispusieron a atacar. Así como Naruto a atacar con su Rasengan. Pero se detuvieron de nuevo. Oyeron una explosión que venía de arriba. Y del techo, además de seguir cayendo nieve, cayeron los demás shinobis de Konoha, algunos conscientes y otros no tanto. Gai, Rock Lee, Hinata, Sakura, Sasuke y Naruto cogieron en brazos a los que estaban inconscientes. Llegaron al suelo, tocando la nieve. Y nada más llegar, empezaron a salir de nuevo pequeñas lanzas puntiagudas de hielo, esta vez sólo de las paredes.
En ese momento no lucharían contra sus enemigos, sino por salvar sus propias vidas.
-No se puede ver nada -dijo Ino.
-Las olas nos han dirigido y hemos acabado envueltos de niebla.
-¿Qué hacemos ahora?
-Kiba -dijo Shikamaru-, utiliza tu técnica de colmillo para despejar la niebla.
-¡Sí! Vamos, Akamaru: ¡Colmillo Sobre Colmillo!
Kiba y Akamaru utilizaron su técnica, pero en vez de atacar a un oponente, la utilizaron moviéndose por todo el espacio para despejar la niebla que los cubría. Y así funcionó.
-Muy bien, Kiba -dijo Hinata.
La niebla alrededor del barco desapareció y justo delante se encontraron con una isla, aunque la neblina estaba por todas partes y los rayos de sol no llegaban con fuerza.
-¿Bajamos? -preguntó Choji.
Pero antes de que preguntase, Naruto se había adelantado y ya se encontraba pisando tierra.
-Hay que ver... -suspiró Sakura.
-Está bien, bajemos -dijo Kakashi.
-¿Y el barco? -preguntó Yamato- No lo podemos dejar solo.
-Tranquilo Yamato, lo amarraremos a algún sitio.
Todos bajaron y se reunieron con Naruto, que estaba ansioso por inspeccionar el lugar, aunque el que más alegría se llevó al bajar del barco fue Gai:
-¡Por fin! ¡Libre soy! Ya puedo respirar aire puro, uahh -una náusea le entró, pero se recuperó enseguida- Estoy bien.
-Gai-sensei -dijo Tenten-, el aire puro lo has estado respirando durante todo el trayecto.
-¡Tranquilo, Gai-sensei! -dijo Lee, obstaculizando la visión de Tenten- Ahora se recuperará, y si no, yo estaré aquí para apoyarte en lo que haga falta.
-¡Muchas gracias, Lee! Pero no me rendiré, y tendré que aguantar sin tu ayuda. Si la necesito ya te avisaré.
-¡Está bien! Tenten y yo te ayudaremos en lo que haga falta.
-¿Yoo? -preguntó asustada Tenten.
-Bien -habló Sasuke- ¿y ahora qué?
-Demos una vuelta por la isla, a ver si encontramos a alguien.
-¿Aquello que es? -preguntó Sakura señalando un edificio.
-Descubrámoslo.
La isla era bastante grande, de color verde por sus grandes bosques, pero en el centro parecía haber algo. Un edificio se asomaba en lo más alto, aunque parecía viejo, en ruinas. Todos se dirigieron hacia allí, algunos andando y otros, como Naruto, a un paso más ligero.
-No hace falta correr, Naruto -le dijo Sakura- llegaremos tarde o temprano.
-Mejor temprano, así tenemos más tiempo para estar en la isla.
Después de un rato, llegaron al edificio y se encontraron con unas ruinas. Todo estaba destrozado, escaleras rotas, trozos de piedra por todos lados, pero había unos cuantos pasillos alrededor, y el edificio que avistaron antes, situado en el centro.
Todos se dispersaron sin querer, queriendo informarse sobre lo que veían, pero nadie encontraba nada. Habían bastantes pasillos con unas columnas de piedra, pero nada más. Hasta que Naruto encontró una puerta en la torre. Se encontraba bajando unas escaleras, y allí había una puerta grande con verjas marrones oxidadas.
-¡Venid, chicos! -les dijo Naruto a gritos-. Me parece que he encontrado algo.
Todos bajaron y se quedaron mirando la puerta.
-Debe haber algún botón para abrirla -dijo Shikamaru.
Todos buscaban y observaban pero no encontraban nada.
-¡Byakugan!
Neji utilizó su Ojo Blanco para poder ver más allá de la puerta. Vio un salón grande con unas escaleras que conducían abajo, pero sus compañeros le interrumpieron diciéndole si encontraba algún botón para poder entrar.
-¡Sí! En esa columna -señaló-. Supongo que hay que empujar esa parte.
Sai, quien estaba más cerca, empujó una parte de la columna, tal como había dicho Neji y la puerta se fue abriendo poco a poco. Todos entraron y se encontraron en un salón bastante grande y totalmente desierto. Lo único que distinguían eran unas escaleras en la parte izquierda de la sala, a las cuales se dirigieron y fueron bajando.
Aunque en el segundo escalón, Naruto tropezó y empezó a rodar, llevándose por delante a Gai, Rock Lee y Neji.
Después de un buen rato dejaron de rodar y acabaron tendidos en el suelo sin poder abrir la boca. Llegaron los demás y éstos sí se dieron cuenta de lo que tenían alrededor. Estaba nevando y el suelo estaba cubierto de nieve, que amortiguó la caída de los chicos. Pero había una salida al mar en la que se encontraba un barco pirata del que se oían unos ruidos.
-Naruto... -se cabreó Neji dándole un golpe sin dañar sus puntos de chakra.
-¡Aahh!
-Shh -silenció Sakura-, mira, Naruto.
Los que estaban en el suelo observaron la sala, sorprendidos por la nieve.
-¿Y esta nieve? .preguntó Asuma con voz baja tocando un copo de nieve.
-Debe ser artificial, porqué fuera no nevaba -apuntó Kurenai.
Todos se dirigieron al barco silenciosamente mirando hacia todas partes, pero no veían el techo. La niebla les obstaculizaba la vista. Y, de repente, del techo empezaron a salir lanzas, como si fueran estalactitas que no dejaban de caer. Todos las esquivaban, pero parecía que no se acababan, porqué además del techo, empezaron a salir estalactitas de las paredes.
-¿Esto no es casualidad, verdad? -preguntó Rock Lee saltando y utilizando su taijutsu.
-Parece que no. Hemos entrado en el territorio de alguien.
-¡Vayámonos de aquí! -gritó Yamato.
Mientras unos se dirigían a las escaleras poco a poco y esquivaban las lanzas, otros se quedaron en medio dando la impresión de que no querían irse. Yamato fue de los primeros en llegar a las escaleras, cuando una puerta parecía que los iba a encerrar allí.
-¡Vamos, chicos! ¡Corred!
En esa situación todos corrían hacia las escaleras. Shikamaru, que también llegó, utilizó su técnica de sombra para detener la puerta y gracias a su resistencia, algunos pudieron pasar pero no todos. La puerta se cerró y separó al grupo.
Naruto, Shikamaru, Rock Lee, Sasuke, Sakura, Hinata y Gai se quedaron allí dentro, aún luchando contra las lanzas, y los demás consiguieron salir.
-¡Sasuke! -gritó Ino preocupada desde fuera.
-¡Neji, Tenten! -gritó Gai-, tranquilos, enseguida saldremos.
De repente, todos se quedaron en silencio, sin oír ningún ruido, ya que las lanzas de hielo desaparecieron.
-¿Y ahora qué? -preguntó Rock Lee.
-Deberemos esperar a que nos saquen de aquí -dijo Shikamaru- o tendremos que buscar una salida nosotros mismos.
-Vaya, vaya -apareció una voz enfrente de ellos-, parece que tenemos unos intrusos. ¿Qué habéis venido a buscar?
-¡¿Quién eres?! -no dudó Naruto en preguntar.
-Nosotros hemos venido a por el tesoro y por fin lo tenemos.
-¿Tesoro?
-No os hagáis los tontos. Si eso es lo que queríais, tendremos que luchar.
De la voz que hablaba, todavía no habían visto su rostro, hasta entonces. Aparecieron como unas 30 personas, con armas y con colgantes y pulseras de oro que resplandecían. Nuestros chicos se pusieron en forma para pelear excepto Shikamaru.
-Nosotros no hemos venido a buscar oro ni nada por el estilo, sólo paseábamos y hemos acabado en esta isla.
-Pero ahora estáis aquí y no os dejaremos marchar -respondió el capitán.
Y corrieron hacia ellos para luchar. A Shikamaru no le quedaba más remedio que seguir los pasos de sus compañeros, aunque mientras peleaba, buscaba alguna salida.
-¡Multiplicación Oculta de Cuerpos! -Naruto utilizó su técnica.
-¡Jutsu Ígneo: Gran Bola de Fuego! -hizo Sasuke sin dañar a sus compañeros.
Hinata y Sakura se complementaban muy bien, ayudándose la una a la otra y cubriéndose las espaldas. Shikamaru utilizó su sombra para paralizar unos cuantos enemigos y justo cuando les dejó ir, Rock Lee los atacó con un fuerte golpe. Gai también estaba luchando apoyando a Lee.
Mientras ellos luchaban, parece que no se rendían y los golpes que recibían no les causaba mucho daño. En un momento en el que nadie se dio cuenta, Shikamaru se fue al barco pirata de los contrincantes. Allí buscó alguna cosa que le ayudara a derrotarlos. Bajó a la bodega y encontró un cofre, lo abrió y, en efecto, había bastante oro y un mapa de la isla. Lo observó y mientras lo hacía, apareció el capitán detrás suyo.
-¿No decías que no te importaba el oro? Parece que no es así...
-Y no me importa el oro, lo único que quiero es salir de aquí cuanto antes. Así que si nos dejas ir, nos marcharemos y os dejaremos tranquilos.
-No me importan tus habladurías -y atacó a Shikamaru, aunque éste lo esquivó-. No te escaparás.
El líder volvió a atacar y Shikamaru volvió a esquivar. Pero en el próximo ataque, Shikamaru salió de la bodega para estar más cómodo con el área de combate. Siguieron luchando hasta que el hombre volvió a hablar:
-Parece que no te vas a estar quieto, así que ya es hora de comprobar el poder de este brazalete -se lo quitó y abriéndolo hacia Shikamaru, dijo:- ¡Elemento Tormenta: Alambre prisionero!
Del brazalete se disparó hacía Shikamaru un hilo eléctrico, saltó, pero el hilo le siguió. Nada más saltar, bajó al suelo, pero esta vez, del hilo salió una capa de agua para encerrar a Shikamaru. Lo esquivó, pero al hacerlo, recibió un fuerte golpe del hombre por detrás, y se estampó contra el hielo de la pared, cayendo al suelo.
Al ver el destello del ataque, todos se giraron hacia esa escena y cuando vieron caer a Shikamaru, Naruto fue inmediatamente a ayudarlo.
-Bueno, bueno, parece que vuestro amiguito ha caído.
-Serás... -se cabreó Naruto.
Shikamaru se intentó levantar pero cayó de nuevo. Sakura fue hacia él y le empezó a curar las heridas recibidas:
-Tranquilo, no te muevas.
-¡Chicos! -grito el capitán a los suyos- ¡Parece que estos objetos funcionan!
Todos se rieron, incluido él, del poder mágico de los objetos de oro que habían encontrado. Cada uno se quitó alguno de los que llevaban puestos y se dispusieron a atacar. Así como Naruto a atacar con su Rasengan. Pero se detuvieron de nuevo. Oyeron una explosión que venía de arriba. Y del techo, además de seguir cayendo nieve, cayeron los demás shinobis de Konoha, algunos conscientes y otros no tanto. Gai, Rock Lee, Hinata, Sakura, Sasuke y Naruto cogieron en brazos a los que estaban inconscientes. Llegaron al suelo, tocando la nieve. Y nada más llegar, empezaron a salir de nuevo pequeñas lanzas puntiagudas de hielo, esta vez sólo de las paredes.
En ese momento no lucharían contra sus enemigos, sino por salvar sus propias vidas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)