domingo, 16 de agosto de 2015

AGUA DESAPARECIDA: TRAICIÓN

-Por aquí es por donde se habrá ido -dijo Yûko-, ¿pero a dónde conducirá esto?
-Ahora lo veremos.
Naruto, Sakura, Sai y Yûko continuaron por la cueva y después de caminar bastante, vieron la luz. Salieron de la cueva y detuvieron el paso. Se encontraron a unos pasos una cascada bien alta.
-¿Qué hace una cascada aquí? ¿Conoces este sitio, Yûko?
-No.
La cascada acababa en un lago grande, y alrededor había un bosque. Habían salido pero no sabían dónde se encontraban.
-¿Y para qué tendrían esta salida oculta?
-Por algún motivo debe ser. Pero ahora no podemos retroceder. Busquemos por este sitio.
-Utilizaré mi tinta. Jutsu oculto: Representación de grandes bestias.
-Sai invocó un halcón para que los llevara volando.
-Buscaremos por el aire, a ver si vemos algo inusual o si los vemos a ellos. Subid.
Los cuatro subieron al halcón y este empezó a volar. Bajó un poco la altura, y por la zona del lago no vieron nada. Después se dirigieron hacia el bosque levantando más el vuelo.
-¡Qué rollo! ¡Desde aquí no se ve nada! -replicó Naruto.
-Pues bajemos un poco -dijo Sai a la vez que el halcón bajaba.
-¡Sigo sin ver a nadie!
-¡Naruto! ¡Calla y observa! Si buscamos desde tierra sí que no encontraremos nada. Mejor desde aquí.
-¡Eh, mirad! -dijo Yûko- ¡Allí están!
-¡Bien! Por fin los econtramos -dijo Naruto-. Ya podré bajar de este animal.
El halcón bajó el vuelo, pero no se dirigió directamente hacia ellos, sino un poco más retirados, para que no los viesen de inmediato. Al llegar a tierra, el halcón movió el ala para que Naruto se cayera al suelo. Y así sucedió.
-¡Ahh! ¿Pero qué haces?
-Naruto, lo has ofendido diciéndole animal.
-¡Pero si es un animal!
Y de repente, el halcón se giró y mirando a los ojos de Naruto, emitió un chillido asustándolo y haciendo que retrocediera. Pero también lo oyeron los otros tres hombres.
-¡Naruto! ¡Has enfadado al anim... digo al halcón, y nos han descubierto por tu culpa!
-Sa-Sakura...
El halcón desapareció, Naruto se levantó y ya se encontraban delante de los tres ladrones.

-¿Cómo habéis llegado aquí? -dijo el líder- Este lugar tenía que estar oculto.
-Pues hemos llegado. ¡Y no os dejaremos marchar!
-¿Dónde estamos?
-Ya lo he dicho, en un lugar oculto -repitió-. Aquí es donde practicamos las nuevas técnicas.
-¿En un bosque con un lago?
-Sí. El bosque es genial para estas técnicas y el lago para aprovechar el agua. Pero ya que habéis llegado aquí, está vez acabaremos con vosotros.
-Pero... -dijo Yûko antes de que atacaran- dijisteis que queríais un poder único, como un Kekkei Genkai. Y además, que si os atacaban, de la defensa pasaríais al ataque y los derrotaríais. ¿Pero quiénes son esos que os atacan?
-¡¿Y a vosotros qué os importa?! Os habéis entrometido, y de aquí no saldréis.
-¡Habéis robado el agua de todas las piscinas de la Aldea Oculta de la Cascada! -gritó Naruto-. Querer un poder único no es razón para hacer todo lo que habéis hecho. ¡Eso no se consigue quitando a los demás su alegría!
-¿Y cómo se hace, chico? Con toda el agua podremos obtener poderes únicos.
-Mediante el esfuerzo... ¡Tenéis que seguir vuestro camino ninja sin dañar a nadie! Sea cuál sea, sin que se trate de hacer daño. Un poder único, como dices, puedes lograr ese objetivo esforzándote, dando todo lo que tengas de ti y tener coraje para no rendirse.
-¿Coraje para no rendirse?
-Sé que lo habéis intentado, seguro, sin embargo, os habéis rendido. Y rindiéndoos nunca alcanzaréis lo que sea que deseéis.
A los tres hombres se les cambió la cara. Tal como dijo Naruto, lo habían intentado, pero las voces de las otras personas que decían que les atacaban pudieron con ellos.
-Esas personas son unos ninjas de esta aldea -dijo el líder-, que nos querían hacer daño. Nos dijeron que no podían dejarnos escapar, que éramos renegados. ¡Pero eso es mentira! Nosotros entrenábamos y ellos seguían hasta que decidimos hacer esto.
-No hacía falta armar tanto revuelo. Tendríais que haber hablado con ellos y saber por qué os atacaban.
-No nos dejaban hablar. Sólo nos decían que habíamos traicionado a la aldea y que eso era imperdonable. Y no sabemos por qué nos decían eso. Nosotros no hicimos nada.
-¡Ellos son los traidores! -dijo un hombre de los que estaban atrás- Y vosotros no pintáis nada aquí. Acabaremos con vosotros.
-Espera Yutaka -dijo el de delante-. Este chico tiene razón. Esforzándonos conseguiremos el poder y así tampoco molestaremos a la gente de la aldea.
-Parece que no podemos seguir juntos -dijo Yutaka-. Llegó el momento, Minoru.
-¿Qué?

Yutaka y Minoru se miraron maliciosamente. Mientras el hombre de delante se giraba hacia ellos, los otros dos cogieron rápidamente cada uno su espada y las dirigieron al hombre. Pero Naruto, rápido, hizo un rasengan. Se fue por el lado, y las dos espadas que estaban a punto de ser clavadas, Naruto las desvió recto, mientras que Yutaka y Minoru salieron disparados junto a ellas.
El hombre quedó aturdido por la acción de sus dos compañeros. Pero Sai, como Naruto, tampoco tardó en actuar. Con su tinta dibujó a las serpientes que retuvieron a los dos en el suelo. Pero desaparecieron. Eran dos clones.
-¿Por qué hacéis esto? -gritó Naruto.
Sakura y Yûko fueron hacia el hombre para hacerle volver, mientras que Sai y Naruto estaban atentos a cualquier ataque.
-¿No me habéis oído? ¡Habéis intentado matar a vuestro compañero!
-¿Nuestro compañero? -repitió uno de los dos riéndose desde algún sitio-. Solamente lo hemos utilizado.
-Estamos hartos de esta aldea -dijo el otro.
-¿Cuál es vuestro objetivo? -preguntó Sai.
-¿Nuestro objetivo? Ya lo sabéis, conseguir un poder, más bien, un jutsu prohibido que tenga más potencia. Aquellos que decían que habíamos traicionado a la aldea no se equivocaban. El jutsu prohibido lo hemos conseguido e intentamos acabar con Shibuki, el líder de la aldea, aunque no pudimos.
-Pero... -dijo sorprendido el hombre que estaba con las chicas- Si hemos trabajado y entrenado juntos. No parecíais esa clase de personas.
-Te olvidas de que la voluntad de robar el agua fue idea tanto nuestra como tuya, Nozomu. No vengas que si somos otra clase de perdonas diferentes a ti.
-Es verdad...
-¡No es verdad! -dijo Naruto dirigiéndose a Nozomu- Nozomu, ellos dos te han utilizado. ¿Es que no lo ves? Ellos son los renegados. Las personas que decían que lo erais, tenían razón, lo único que tú sí que no habías hecho nada. Pero como siempre estabas con ellos también te implicabas.

Nozomu se quedó pensando, cuando cuatro kunáis fueron directos a él. Pero Yûko, siendo rápida los absorbió con su jutsu de desellado. En el acto siguiente, Yutaka y Minoru se lanzaron hacia su compañero. Naruto se puso delante de él y con un rasengan fue contra ellos, aunque estos lo esquivaron. Saltaron al aire para clavarle las espadas desde arriba, pero Sai dibujó unos leones que saltaron hacia ellos. Acabaron fácilmente con algunos, pero tuvieron que retroceder por los demás.
-Elemento agua: Esferas Saladas -dijeron los dos hombres.
El ataque se dirigó hacia su compañero, aunque todos estaban en el alcance. Nozomu parecía no moverse, asi que Sakura y Sai lo llevaron un poco más lejos. Yûko fue con ellos, mientras que Naruto se quedó a atacar. Hizo muchos clones de sombra para acabar con las esferas. Y a la vez que las desviaban se acercaban más a los atacantes.
Minoru corrió hacia donde estaban los otros, pero Naruto no se lo dejó fácil.
-No te dejaré pasar -dijo Naruto atacándole con varios clones.
Mientras unos estaban intentando que no pasara, los otros atacaban a Yutaka, pero este acbó de utilizar el jutsu y cambió:
-Elemento agua: Doble Ala Acuática.
Yutaka cambió de aspecto. Le salieron dos alas justamente debajo los brazos. Y con ellas empezó a volar. Cuando estaba suspendido en el aire, agitó las dos alas, y salieron dos remolinos pequeños pero con potencia dirigidos a Naruto. Los clones desaparecieron, pero el verdadero Naruto salió ileso del ataque.
Minoru quedó libre de clones, así que corrió hacia los demás, pero Sai volvió a dibujar unos leones que lo entretuvieron. Aprovechando, Sakura saltó e intentó darle con el puño, pero lo esquivó. Los leones también saltaron y lo cogieron. Minoru acabó en el suelo, debajo de los leones. Sai dibujó unas serpientes, y esta vez lo retuvieron.
Solo faltaba Yutaka. Este volvió a agitar las alas y los dos remolinos salieron con fuerza. Naruto esquivó uno pero el otro le atrapó. Ahora se encontraba aguantando la respiración dentro del torbellino.

-¡Naruto! -gritó Sakura yendo hacia él- Aguanta.
Sakura, después de llegar donde estaba Naruto, cogió uno de muchos árboles que había, y se lo lanzó a Yutaka. Pero este lo esquivó. Y de nuevo volvió a utilizar su jutsu. Sakura subió por el tronco de un árbol, esquivando los torbellinos. Pero estos empujaron al árbol en el que estaba, y Sakura saltó a otro árbol y cogiendo uno desde una rama, se lo lanzó al enemigo. Pero lo volvió a esquivar.
Mientras Sakura entretenía a Yutaka, Naruto utilizó el Modo Sabio. Creó tres clones y utilizaron el Elemento Viento: Rasen Shuriken para pode salir y atacar al oponente.
El Rasen Shuriken permitió a Naruto salir del torbellino y ya estando fuera, lo lanzó hacia Yutaka. Este vio que el ataque iba hacia él y utilizó, rápidamente, sus alas para crear más torbellinos, y aunque disminuyeron el golpe, no pudieron con el ataque de Naruto. Yutaka cayó a suelo.
Tanto Minoru como Yutaka no podía moverse. Habían perdido el combate. Todos se fueron hacia donde estaba Naruto y Yutaka, y Nozomu habló:
-Cómo habéis podido hacer esto... Todos los momentos que hemos pasado juntos y resulta que todo era un engaño.
-Sí, Nozomu -dijo Yutaka forzando la respiración-. Hemos traicionado a la aldea, pero tú también lo has hecho, recuérdalo.
-Lo sé... Y lo que me pase lo aceptaré.
Todos callaron, y Naruto interrumpió:
-Es hora de volver. Yûko, ¿preparada para tu turno?
-¡Sí!

Todos volvieron y dejaron a Yutaka en el hospital y a Minoru lo detuvieron. Nozomu también tenía que estar detenido, pero primero había de acompañar a los chicos a Konoha para que ayudase en el análisis de las máquinas con las que experimentaban con el agua.
Naruto, Sakura, Sai, Nazomu y Yûko se fueron y era el turno de que Yûko repartiese y devolviese el agua desaparecida. Los cuatro la acompañaron por todas las piscinas y cuando acabaron llegaron a la casa de Yûko.
-Chicos, será mejor que descanséis aquí hoy. Mañana os acompañaré para devolver las máquinas.
-Es verdad, ya se me olvidaba -dijo Naruto.

Pasó la noche y al día siguiente los cinco se fueron para la aldea de la hoja. Allí, fueron a ver a Tsunade y le explicaron todo lo ocurrido. Esta les felicitó, y también a Yûko, y luego se fueron al Laboratorio de Konoha para que analizaran las máquinas. Nozomu estuvo todo el día con ellos, ayudando y diciéndoles todo lo que sabía. Pasaron tanto Yûko como Nozomu la noche en Konoha y al día siguiente se despidieron:
-Nozomu -dijo Sakura-. Han dicho que por la ayuda que has ofrecido en el análisis de las máquinas, no pasarás mucho tiempo encarcelado.
-Muchas gracias.
-No, gracias a ti por ayudar.
-Ahora cumpliré con la condena, y cuando salga entrenaré duro para conseguir ser más fuerte.
-¡Bien dicho! -dijo Naruto-. Seguro que nos volveremos a ver.
-Yûko, muchas gracias por tu ayuda -dijo Sakura-. Sin ti, nada de esto hubiera pasado.
-Gracias a vosotros por ayudarnos a que la Aldea de la Cascada vuelva a la normalidad. Ahora todos volverán a reír y a darse un gran chapuzón. Ya nos veremos.
Todos rieron y Yûko y Nozomu se marcharon, acompañados de dos jonin para que Nozomu llegase a la prisión de su aldea sin escaparse, aunque eso no sucediera.

-Bueno -dijo Naruto-. Otra misión bien hecha. Sakura, ¿quieres venir a la piscina de Konoha?
-No sé... -dudó-. Está bien, te acompañaré.
-¡Bien! Ahora podremos pasar un ratito juntos.
Pero Sakura miró a Sai, que estaba distanciado de ellos, así que le preguntó:
-Sai, ¿quieres acompañarnos?
-No-no sé... -enrojeció.
-Vamos, Sai, que lo pasaremos genial.
-Está bien...
-¡Aaahh! -gritó Naruto- ¡Noooo! ¿No podemos ir solos, Sakura?
-¡No! ¿Por qué tenemos que ir solo nosotros dos?
-No, no -Naruto se puso rojo como un tomate-, por nada...
-Entonces iremos los tres -dijo Sakura-, pero primero convenzamos a los demás para que también vengan.
Naruto paró el paso un momento y agachó la cabeza deprimido. Pobrecito. Esperemos que se lo pase bien.

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