sábado, 31 de enero de 2015

EL PROTECTOR DEL PERGAMINO: SEGUNDA PARTE

Y, en efecto, Satoshi había descubierto a Naruto. Después de la explosión, los dos se encontraban en el exterior, uno a la izquierda y el otro a la derecha.
-Vamos –dijo Masato en posición de carrera.
-No, espera –dijo Sakura-, a nosotros no nos ha descubierto. Nos quedaremos aquí buscando información. Sai, tú busca arriba, señor Masato, tú y yo seguiremos aquí.
-Pero no podemos dejar a ese chico ahí fuera.
-Tranquilo, Naruto ha crecido. Y Kakashi estará aquí para decirnos qué debamos hacer.
-… Está bien –Masato se lo pensó.
Y antes de que Sai subiera las escaleras, Kakashi llegó a ellos:
-Naruto está hablando con Satoshi –Kakashi se preocupó-. Creo que hablará más de lo suficiente. Sai, ves afuera con Naruto e intenta que no hable demasiado. Nuestra misión principal era llevar al señor Masato sano y salvo a su casa.
-Sí –Sai siguió la orden de Kakashi y llegó al lado de Naruto.
-Sakura, vigila que Masato no vaya –Kakashi se lo dijo bien flojo-. Yo voy arriba. Además, he encontrado algo.
-Está bien.
Mientras, Satoshi les preguntó:
-¿Quiénes sois?
-Hemos venido a… -Naruto hablaba sin pensar.
-Hemos venido a verte señor Satoshi. No hemos visto a nadie y hemos decidido entrar para ver dónde estabais.
-¿Crees que soy un viejo tonto?
-No, sabemos lo que ha pasado en la aldea de la Hierba. Y hemos venido a ayudar.
-¡Vamos! ¡Masato, sal! –chilló Satoshi.
Todos se sorprendieron al oír eso. ¿Cómo es que lo sabía?
-¿Cómo es…
-Chicos, yo soy un ninja sensor. ¿Qué no os lo ha dicho vuestro amigo?
Kakashi pensó que lo estaba invitando a que fuera. Pero Sakura sabía lo que había que hacer.
-¿Qué es lo que quiere? –le gritó Naruto a Satoshi.
-Nada, recuperar lo que me pertenece.
-No te pertenece nada. Sabemos la historia y te toca rendirte.
-¿Qué, ya os ha contado su historia? –resaltó el posesivo.
-Sí, no nos puedes mentir. Acabaremos con esto ahora.
-Vamos Masato, te estoy esperando –repitió.
Kakashi pensaba que Satoshi ya sabía que Masato estaba allí. No había porqué ocultarlo. La provocación que Satoshi le hacía era muy notable.
-Vamos Sai –dijo Naruto para empezar la batalla.
-Sí.
Naruto utilizó su jutsu de sombras. Y Sai utilizó su pincel e hizo atacar a unos leones que había dibujado. Todos fueron contra Satoshi. Pero éste con una simplicidad esquivó a los leones y con su kunai los deshizo. A los clones de Naruto hizo lo mismo. Peleó cuerpo a cuerpo, excepto con el verdadero Naruto.
-¿Eso es todo lo que tenéis? –provocó a los chicos.
-¿Para qué quieres que salga el señor Masato? –preguntó Sai.
-Para hablar con él, chico, hace tiempo que no nos vemos.
-Serás… -Naruto le atacó.
Satoshi seguía esquivando pero sin usar ninguna técnica. Era extraño, o sólo sabía taijutsu o no quería usar ninguna.
La batalla seguía, y los demás buscando información que pudiese tener.
-Chica –dijo Masato-, hemos buscado por todas partes y no hemos encontrado nada.
-Es verdad, aquí no hay nada. Sin embargo, Kakashi me ha dicho que ha encontrado algo. Esperemos aquí hasta que baje.
-Satoshi, ¿para qué quiere lo que está buscando?
-¿El pergamino? Ya te lo he dicho. Porqué me pertenece. Se lo cogieron ellos a mi abuelo. Ellos empezaron todo.
-No te creo –Naruto atacó de nuevo.
Sin parar, Naruto atacaba y con un rasengan, ésta vez sí que dio a Satoshi.
-Satoshi, sólo queremos que todo esto acabe. No queremos hacerte daño y que todo acabe bien.
Mientras en la batalla hablaban, Kakashi regresó con Sakura y Masato:
-¿Habéis visto la llave que tiene Naruto? Tiene la forma de un kunai. ¿Os acordáis del símbolo que tenían los ninjas que nos hemos encontrado?
-Sí, era un kunai.
-La llave tiene que ver con esto.
Kakashi les enseñó un plano. En el mapa había muchas habitaciones y resaltaba una cruz. Como si la cruz indicase un tesoro.
-Este plano es del lugar. La cruz indica el pergamino. ¿Cómo es que lo tienen ellos?
-Eso es lo que me pregunto. Masato, no nos has dicho toda la verdad. Dinos lo que pasó en verdad.
-Ya os lo he dicho.
-No. ¿Qué hace este kunai en el plano?
-¿Y a mí qué me preguntas? Pregúntaselo a Satoshi.
-Este plano no indica el pergamino, ¿cierto?
-¿Tengo opciones para seguir bromeando?
-No. Ésta cruz indica una cueva. La vi antes, fuera de este sitio.
-Sí, así es. Dentro de la cueva, en los pasillos del subsuelo se encuentra el pergamino. Pero no sólo uno.
-¿Es eso a lo que se refiere Satoshi?
-Sí. Es verdad, no me pertenece uno de ellos, pero el otro sí.
De repente apareció Satoshi donde ellos se encontraban. Naruto y Sai no lo pudieron retener.
-Al fin nos vemos las caras, viejo amigo.
-Hace mucho que no nos vemos.
-Sí, tú fuiste el responsable, ¿no es así?
-Sí, pero el responsable de su muerte fuiste tú, ¿no te acuerdas?
-¡¿Pero qué pasa aquí?! –Naruto gritó sin entender nada, como todos.
-Me acuerdo. Pero no lo pude evitar. Se interpuso.
-¡¿Alguien nos puede explicar qué rollo está pasando?! –Naruto reclamó de nuevo.
-Está bien. Os contaré toda la verdad, ya que vuestro amigo no os la ha contado –dijo Satoshi-. Es verdad que el abuelo de Masato defendió el pergamino del dragón y que mi abuelo y más espías lo intentaron robar. Pero la cosa cambió. Se hizo un pacto para acabar la guerra, que declaraba que el pergamino se quemaría. Ninguno de los dos bandos lo aceptó, pero eso es lo que decían los documentos. Entonces, antes de quemarlo, el abuelo de Masato lo robó y lo hizo él. Nadie supo nada de quién lo robó. Y todas las culpas fueron dirigidas a mi abuelo, el cuál no hizo nada. Y allí es cuando mi abuelo, defendiendo su palabra fue a pedir explicaciones al abuelo de Masato y los dos murieron.
-¿Y qué pasó con el pergamino? –preguntó Naruto.
-Continuó guardado –prosiguió-, hasta que el hijo del amo del pergamino decidió darle el pergamino a mi padre. Su padre no lo entendía, y al respecto provocó otra pequeña guerra entre dos bandos y, también murieron.
-¿Y luego que pasó? –preguntó Naruto interesado.
-Separaron el contenido del pergamino en dos. Uno perteneciente a mi familia y otro a su familia. Pero nadie supo de esta división. Cada uno de nosotros pensaba que el pergamino verdadero era el que teníamos. Hasta que nos dimos cuenta que no era así, y tanto ellos como nosotros nos atacamos para conseguir las dos partes. Y ellos nos robaron el nuestro, y lo que intentamos es recuperarlo.
-Recuperar el vuestro y conseguir el de ellos, ¿no es así?
-También, pero ellos comenzaron.
-La única solución es que cada uno tenga su parte y dejarlo en tablas –dijo Naruto.
-Sí, es verdad, pero por el bien de nuestra familia necesitamos la otra parte.
-¿Por qué?
-Por la maldición que hay. La maldición del dragón.

sábado, 17 de enero de 2015

EL PROTECTOR DEL PERGAMINO: PRIMERA PARTE

-Vuestra misión es llevar al señor Masato a su casa, en el País de la Hierba. Vigilad, porque en el camino se están llevando a cabo enfrentamientos, y algunos de los espías de la aldea de la Hierba quiere al señor Masato. Te los dejo a cargo, Kakashi.
-Está bien, preparaos las cosas y mañana a primera hora de la mañana saldremos. Nos encontraremos en la puerta principal.
Naruto, Sakura, Sai y Kakashi prepararon todo lo necesario, y al día siguiente, a primera hora de la mañana todos menos Kakashi ya se encontraban en el punto de partida.
-Disculpad chicos, perdón por el retraso.
-Tú discúlpate, que ya verás cuando recibas un puñetazo -susurró Sakura.
-Eso, eso, siempre llegas tarde.
-Bueno, ya podemos irnos.

Durante el camino, el señor Masato contó lo que en aquellos momentos ocurría entre la aldea de la Hierba. Y añadió el porqué de su captura, explicando la historia:
-Veréis, hace más de 70 años, mi abuelo defendió con fuerza el pergamino secreto de uno de los hechizos que en aquellos tiempos se consideraba importante. Parte de la aldea de la Hierba y otros espías de otras aldeas lo intentaron robar pero no pudieron. Pero entonces, mi abuelo se enfrentó al rival que tenía desde la adolescencia y al luchar y defender el pergamino, murió en batalla. El enemigo también cayó y el pergamino ha estado guardado durante años. El pergamino sólo lo conocía la familia de mi abuelo y así la presencia del pergamino se desvaneció, pero hace unos pocos días que alguien ha encontrado el sitio donde está guardado y lo ha intentado robar. Y a causa de este intento de robo, la aldea se ha dividido en dos bandos. Los enfrentamientos se llevan a cabo entre los atacadores y los defensores del pergamino. Es así, que yo soy el nieto del principal protector del pergamino y actualmente yo también lo soy.
-¿Y cómo llegaron a saber el escondite del pergamino? -preguntó Sakura.
-No lo sabemos, pero tenemos la certeza que un joven llamado Ryûma nos ha traicionado. Además, desde el ataque al pergamino, Ryûma ha desaparecido.
-Entonces os ayudaremos a buscar a ese tal Ryûma y a solucionar esta batalla -se entusiasmó Naruto.
-Gracias chico, pero vuestra misión es llevarme hasta mi casa. De lo demás ya nos encargaremos nosotros.
-Bueno, está bien. Gracias.

Siguieron andando hasta que se detuvieron. En frente se encontraron con un grupo de ninjas.
-Al fin te encontramos, Masato -dijo el que parecía el líder.
Y justo después atacaron. Naruto se dispuso en el centro.
-¡Multiplicación Oculta de Cuerpos!
Aparecieron bastantes Naruto que atacaron a la mayoría del grupo enemigo. Sakura estuvo en guardia y Sai atacó a los demás. La partida acabó.
-Ahora decidnos -dijo Naruto, ¿dónde se encuentra Ryûma? ¿Y por qué es tan importante el pergamino para vosotros?
-No sabemos nada, sólo nos han mandado encontrar el pergamino que se esconde tras el señor Masato.
-Seguid hablando -los presionó Kakashi.
-¡No sabemos nada más! Sólo íbamos a capturarte.
-¿Y quién os lo ha mandado? -preguntó Sakura.
-Nuestro jefe, Satoshi Masuko.
-Ese nombre... ¿dónde se encuentra?
-En las afueras de este camino, hacia el este. En una casa alta y con gran terreno amplio sin gente en los alrededores.
Los chicos se fueron en la dirección indicada y el señor Masato interrumpió el silencio:
-Sé quién es. Es, o era mi rival. El nieto del rival de mi abuelo. Hace mucho que no nos vemos.
-Entonces, la rivalidad ha pasado a la descendencia, y con eso, la intención por obtener el pergamino.
-Sí, pero lo raro es la tardanza. ¿Por qué han tardado tanto en actuar?
-Puede que estuviesen investigando el escondite del pergamino, y han esperado el tiempo suficiente para atacar y pillaros desprevenidos.
-Sí, puede ser. Espero que ahora nos encontremos con las respuestas.
-Esperad -dijo Sakura, y se escondieron detrás de unos arbustos-, mirad. Allí hay dos hombres hablando.
-Sí, sin duda. El de la izquierda es Satoshi. Iré a hablar con él.
-Espera -Kakashi lo agarró por el brazo-, si vamos así por delante los pillaremos por sorpresa y les dará tiempo a actuar. Tendremos que intentar entrar y conseguir respuestas antes de que nos descubran.
-Está bien. ¿Y por dónde entramos?
-Si damos un rodeo podremos entrar sin problema, pero puede que tardemos demasiado. Hay otra opción que sería entrar por debajo.
-¡La que sea más rápida! -exclamó Naruto.
-Iremos por tierra, pero usted -se dirigió a Masato-, se quedará aquí con Sakura.
-No, ¡yo iré! No me puedo quedar aquí de brazos cruzados.
-Entonces, Sakura tú le cubrirás. Sai, utiliza tú técnica para saber si hay más gente, y después entraremos y nos separaremos. Señor Masato, usted y Sakura irán juntos, Naruto y Sai, vosotros juntos y yo iré por separado. ¿Entendido?
-¡Entendido! -repitieron todos menos el señor Masato.
-Jutsu de Invocación -dijo Kakashi haciendo los sellos.
De repente salieron Pakkun y otro de los Ninken de Kakashi.
-Hola Kakashi, ¿para qué nos has invocado? -preguntó Pakkun.
-Hola Pkkun, necesito que cavéis un agujero hasta llegar al otro lado de la casa. Gracias.
-¡En marcha!
Pakkun y Bisuke cavaron un túnel hasta llevarlos a la parte posterior de la casa. Luego Kakashi los hizo regresar.
-Bien Sai, tu turno.
-Jutsu oculto: Representación de grandes bestias -Sai invocó unos ratones para que buscaran si hubiese algún enemigo.
Después de un rato, pareció que no había nadie, y todos se dispersaron como Kakashi indicó. Naruto y Sai se dirigieron a la parte de arriba de la casa. Allí, seguro que encontrarían algo. Sakura y el señor Masato entraron rectos y buscaron por la parte derecha de la casa. Mientras, Kakashi lo hacía por la parte izquierda.

-Señor Masato -preguntó Sakura-, ¿sabe usted si Ryûma puede haber encontrado el pergamino?
-Yo no se lo he dicho a nadie y tampoco el pergamino me ha sido de gran importancia hasta ahora. Seguramente que ha estado investigando.
-Sí, y puede que aya encontrado lo que quería.
-¿El pergamino? No creo. Está muy bien guardado, y la llave para abrir el lugar la tengo yo -se lo pensó bien y tocó su bolsillo-. Sí, yo tengo la original, pero cerca del lugar donde se encuentra hay una copia.
-Esperemos que no la hayan encontrado. Vamos, por aquí.
Mientras, Naruto y Sai buscaban por arriba de la casa. Y Sai encontró unos papeles guardados en un viejo cajón. Los papeles parecían de hace años y transmitían de hace años la intención de coger el pergamino.
-Naruto, aquí puede que esté el porqué de la captura del pergamino y del señor Masato. Mira.
Los dos leyeron, pero nada. Todo iba bien hasta que iban a leer el punto principal de la captura, pero estaba tachado. Estaba en blanco y no se podía leer. Así que no encontraron nada. Sin embargo, encontraron una llave diferente a las normales.
-Sai, mira esta llave. ¿Te parece normal? ¿Crees que puede abrir algo importante?
-Seguramente, pero por aquí no hay ninguna puerta con una cerradura para que entrase esta llave.
-Por aquí arriba, pero puede que por abajo sí. Voy abajo.
-Naruto, Kakashi nos ha dicho que busquemos por aquí.
Pero era demasiado tarde, Naruto ya había bajado las escaleras. Corrió hacia abajo y se iba deteniendo en cada puerta que encontraba para asegurarse. Y se encontró con Kakashi:
-¡Kakashi-sensei! He encontrado esta llave. ¿Crees que sirve de algo?
-Esta llave... -Kakashi pensó-, la he visto en alguna parte.
-¿Dónde? -gritó Naruto.
-Shh, viene alguien.
Kakashi y Naruto pasaron de hablar y se escondieron detrás de la pared que tenían detrás. Vieron a un hombre entrar por la puerta principal y se dirigió recto. Luego giró y subió hacia arriba.
-Sai -dijo Naruto.
-...Él es bueno. Sabrá qué hacer.
-Vamos, subamos y seguimos al hombre.
-Naruto, ves tú, yo me quedo aquí. No lo pierdas de vista.

El hombre llegó arriba y Naruto lo seguía con cautela sin que pudiera ser visto. Mientras, Sai buscaba en una habitación información que encontrase pero por el momento no encontró nada. Oyó un ruido. Los crujidos de los pasos del hombre. Observó afuera si había alguien y como no encontró a nadie salió por la ventana dejando toda la habitación como estaba.
Sai saltó, y cuando lo hizo, Sakura lo vio. Le abrió la ventana y entró en silencio.
-Ya sabemos que Satoshi ha subido. Tendremos que ir con cuidado.
-Sí, es bastante cauteloso, así que tened cuidado, aunque estemos juntos -apuntó Masato.
-¿Y Naruto?
-Ha bajado. Ha encontrado una llave poco normal y ha ido a comprobar si entraba en alguna de las cerraduras de por aquí.
-¿Una llave? -preguntó Masato-. ¿Cómo es esa llave?
-...Tenía la forma como de un kunai.
-A, entonces no. Pemsaba que era la llave que abría el lugar del pergamino.
-¿No pensaréis que Naruto habrá subido, no?
-¿Ese chico? -preguntó Masato-. Si se encuentra arriba puede estar en peligro. Satoshi era muy hábil y puede que todavía lo siga siendo.
De repente hubo una explosión. ¿Satoshi habría descubierto a Naruto?



jueves, 1 de enero de 2015

LAS POSTALES DE AÑO NUEVO

Para el día 1 de enero, Shikmaru mandó una postal a Temari para felicitarle el año. No sólo la felicitaba, también decía lo mucho que la echaba de menos. Tanto él como ella estaban ocupados en sus respectivas aldeas, así que no podían verse mucho. Pero la carta que mandó no era de amor, al menos eso creía él.
Por otra parte, Naruto también le mandó una postal a Gaara felicitándole el nuevo año. Y le decía que haber si podrían combatir como amigos.
Temari y Gaara recibieron las postales con ilusión, en cambio, Kankuro, al no recibir ninguna se mosqueó:
-¿Por qué vosotros recibís cartas y yo no?
-Yo no sabía que Shikamaru me mandaría esta postal -dijo Temari sonriendo.
-Y tu Gaara, ¿por qué Naruto tiene la necesidad de mandarte eso?
Gaara no contestó. Estaba pensando lo que pasó aquella vez. Pero al ver que su amigo quería una batalla digna no se puso nada triste.
-Bueno chicos, me tengo que ir -dijo Temari-, aquí os dejo. Kankuro, vigila no te estreses con tantas postales.
-Ajj -Kankuro apretó el puño cuando Temari reía.
Temari cerró la puerta y se quedaron Gaara y Kankuro.
-Gaara, me alegro por ti.
-Kankuro -dijo Gaara mirando al horizonte-, ¿crees que soy buen Kazekage?
-No lo dudo. ¿A qué viene eso?
-Nada.
-¿Sabes? Naruto te ha cambiado. Y gracias al pasado, ahora eres quién eres. Vaya con el chico.
-Sí -dijo Gaara mirando al cielo.


En Konoha, Hinata y Neji se encontraban juntos entrenando. El amor especial que había entre ellos era notable. Los dos se preocupaban por el otro, en especial Neji por Hinata.
Los dos encontraron un descanso y unos segundos después de sentarse, Neji le preguntó:
-Hinata, estos días te he visto diferente.
-A... ¿a si? ¿Cómo?
-No sé, te he visto contenta pero también preocupada.
-...No sé. Como siempre.
-No, ¿es por Naruto?
-¿Na...Naruto? -se puso nerviosa-, ¿qué tiene que ver Naruto?
-Que lo quieres.
-E... eso... no. Bueno, sí, pero no. Como amigo. Es muy bueno.
-Sí, la verdad es que sí que es muy bueno. Por cierto, ¿le has enviado alguna postal?
-No...
-Entonces hazla. Ahora. Sí Hinata, se acabó el entrenamiento, vamos.
-¿Pero dónde me llevas? -preguntó Hinata a Neji que le cogía del brazo.
-Vamos a hacer una postal.
Los dos llegaron a casa de Hinata e hicieron una postal, bueno, Neji ayudó a Hinata, pero la que escribió fue ella.
-Y perfecta. Ahora vamos a ponerle en su buzón. Vamos.
Los dos llegaron al piso de Naruto y le dejaron una postal en su buzón. Y cuando se iban, Naruto abrió la puerta.
-¿Neji, Hinata? ¿Qué hacéis aquí?
-Na... Naruto, hola -dijo Hinata vergonzosa.
-Hola Naruto, pues veníamos... pues... a dar un paseo.
-¿Por aquí?
-Bueno, sí, queríamos... -Neji no sabía qué decir- invitarte a venir con nosotros.
-Pues venga -Naruto cerró la puerta-, ¿qué tal Hinata?
Hinata se desmayó. No era el momento. Neji pensó:
-Mira que te he dejado la oportunidad, Hinata.
-¡Hinata, despierta! -Naruto la balanceaba-. Bueno, me voy a ver a Konohamaru. Cuando se despierte pregúntale si quiere venir, nos vemos.
-¡HINATA! -le gritó Neji.
-¿Qué? -Hinata se levantó y se dio un golpe con Neji-. Aa.
-Hinata, ¿estás bien? Bueno, Naruto se ha dio. Ahora que tenías una oportunidad de estar con él a solas, vas y la desperdicias. Me ha dicho que si querías ir con él a ver a Konohamru, aunque no me ha dicho dónde.
-N... no pasa nada. No hace falta ir. ¿Seguimos entrenando?
-Está bien. A ver si ve la postal.


Naruto, cuando iba a ver a Konohamaru, Sakura le llamó:
-Naruto, hola.
-¡Hola Sakura!
-¿No te acuerdas de que éramos los encargados de entregar las postales? ¿Acaso te acuerdas de algo?
-¿Enserio? Aix, ahora que iba a entrenar a Konohamaru. Le digo que se cancela y voy.
-No, tienes que venir ya. Que la Hokage no está de buen humor -dijo Sakura mientras que le cogía de la oreja.
-A, a -Naruto con dolor-, Sakura, me haces daño.
Los dos llegaron a ver a Tsunade, y allí estaba Konohamaru. Tsunade le estaba gritando, hasta que vio a Naruto y se dirigió a él:
-¡Naruto! ¿Qué le enseñas a este mocoso? Como te vuelva a ver hacer ese jutsu...
-N, n, no, no, yo ya no hago el jutsu erótico. Esa época de mi vida se acabó.
-Eso no es...
-Shh -dijo Naruto dándole a Konohamaru en la cabeza.
-Ayy -se quejó él.
-Pues he oído otras cosas. Dile a este que no lo vuelva a hacer, y no le enseñes nada más. Retírate Konohamaru.
-Está bien -dijo él enfadado-. Te has olvidado de nuestro entrenamiento, Naruto.
-¡Konohamaru! Te lo iba a decir pero se me olvi...
-¿Y tú qué? -Tsunade le interrumpió-. ¿Te piensas presentar a alguna misión?
-¡Si yo quiero! Pero se me olvida.
-Pues que no se te olvide más. Sakura, acompáñalo.
-¡Sí!
Los dos fueron a ayudar a los demás con las postales y a la hora del entrego, Naruto dejó disimuladamente la postal que había hecho él para Sakura en el buzón de ésta. Sakura también escribió una postal para Naruto, pero se la dio directamente.
-Sakura, me has hecho una postal. Muchas gracias.
-Ya sé que nos vemos todos los días, pero es un regalo y con agradecimiento por todo, a pesar de tus meteduras de pata.
-Gracias. Yo también te he hecho una. Te la he dejado en tu buzón.
-A, muchas gracias Naruto. ¡Pero no la abras! -le dijo cuando vio que abría la postal-. Ábrela en casa, o cuando yo no esté, será mejor.
-Está bien.
-Pero ahora acabemos de repartir las que quedan.
Naruto y Sakura acabaron de repartir las postales y justo después fueron a ver las que el otro había hecho para ellos. Los dos se emocionaron al ver la postal del otro. No eran de amor, o por lo menos no lo confesaron, pero sí que los dos se emocionaron.
-Gracias -dijo Sakura, saltándole las lágrimas.
-¡Bien! Muchas gracias Sakura! -dijo Naruto saltando de alegría.


Era el primer día del nuevo año, un día para disfrutarlo y para pasarlo bien; para recibir las postales, para declararse el amor, para abrirse con los demás y para todo.
Naruto recibió la postal de Hinata, bien acogida por él. También una de Sasuke, dándole las gracias, entre otras postales.
Sakura recibió también una de Sasuke, diciendo lo mucho que la quería como amiga, y ésta al no aguantarse, chilló de emoción. Y una de Lee, que aunque éste le declaraba su amor y la respuesta era no, Sakura también se lo agradeció.
Sai también le dio una postal a Ino. Estaba enchufado con ella, ¿acaso era amor lo que sentía?
Hinata también recibió una postal de Naruto y se puso muy contenta, con Neji estando a su lado.
Shikamaru recibió una postal de Temari, diciéndole que muy pronto se verían.
Y finalmente, Naruto no recibió ninguna carta de Gaara. No hacía falta. Tanto Naruto como Gaara, sabían perfectamente lo que querían y lo que pasaría. Para eso están los verdaderos amigos.

Todos lo pasaron en grande el 1 de enero del 2015, con las postales y haciendo lo que ellos quisieran. Las puertas se volvían a abrir y el año volvía a empezar.
-¡Feliz Año Nuevo!