-¿Dónde estamos?
-No se puede ver nada -dijo Ino.
-Las olas nos han dirigido y hemos acabado envueltos de niebla.
-¿Qué hacemos ahora?
-Kiba -dijo Shikamaru-, utiliza tu técnica de colmillo para despejar la niebla.
-¡Sí! Vamos, Akamaru: ¡Colmillo Sobre Colmillo!
Kiba y Akamaru utilizaron su técnica, pero en vez de atacar a un oponente, la utilizaron moviéndose por todo el espacio para despejar la niebla que los cubría. Y así funcionó.
-Muy bien, Kiba -dijo Hinata.
La niebla alrededor del barco desapareció y justo delante se encontraron con una isla, aunque la neblina estaba por todas partes y los rayos de sol no llegaban con fuerza.
-¿Bajamos? -preguntó Choji.
Pero antes de que preguntase, Naruto se había adelantado y ya se encontraba pisando tierra.
-Hay que ver... -suspiró Sakura.
-Está bien, bajemos -dijo Kakashi.
-¿Y el barco? -preguntó Yamato- No lo podemos dejar solo.
-Tranquilo Yamato, lo amarraremos a algún sitio.
Todos bajaron y se reunieron con Naruto, que estaba ansioso por inspeccionar el lugar, aunque el que más alegría se llevó al bajar del barco fue Gai:
-¡Por fin! ¡Libre soy! Ya puedo respirar aire puro, uahh -una náusea le entró, pero se recuperó enseguida- Estoy bien.
-Gai-sensei -dijo Tenten-, el aire puro lo has estado respirando durante todo el trayecto.
-¡Tranquilo, Gai-sensei! -dijo Lee, obstaculizando la visión de Tenten- Ahora se recuperará, y si no, yo estaré aquí para apoyarte en lo que haga falta.
-¡Muchas gracias, Lee! Pero no me rendiré, y tendré que aguantar sin tu ayuda. Si la necesito ya te avisaré.
-¡Está bien! Tenten y yo te ayudaremos en lo que haga falta.
-¿Yoo? -preguntó asustada Tenten.
-Bien -habló Sasuke- ¿y ahora qué?
-Demos una vuelta por la isla, a ver si encontramos a alguien.
-¿Aquello que es? -preguntó Sakura señalando un edificio.
-Descubrámoslo.
La isla era bastante grande, de color verde por sus grandes bosques, pero en el centro parecía haber algo. Un edificio se asomaba en lo más alto, aunque parecía viejo, en ruinas. Todos se dirigieron hacia allí, algunos andando y otros, como Naruto, a un paso más ligero.
-No hace falta correr, Naruto -le dijo Sakura- llegaremos tarde o temprano.
-Mejor temprano, así tenemos más tiempo para estar en la isla.
Después de un rato, llegaron al edificio y se encontraron con unas ruinas. Todo estaba destrozado, escaleras rotas, trozos de piedra por todos lados, pero había unos cuantos pasillos alrededor, y el edificio que avistaron antes, situado en el centro.
Todos se dispersaron sin querer, queriendo informarse sobre lo que veían, pero nadie encontraba nada. Habían bastantes pasillos con unas columnas de piedra, pero nada más. Hasta que Naruto encontró una puerta en la torre. Se encontraba bajando unas escaleras, y allí había una puerta grande con verjas marrones oxidadas.
-¡Venid, chicos! -les dijo Naruto a gritos-. Me parece que he encontrado algo.
Todos bajaron y se quedaron mirando la puerta.
-Debe haber algún botón para abrirla -dijo Shikamaru.
Todos buscaban y observaban pero no encontraban nada.
-¡Byakugan!
Neji utilizó su Ojo Blanco para poder ver más allá de la puerta. Vio un salón grande con unas escaleras que conducían abajo, pero sus compañeros le interrumpieron diciéndole si encontraba algún botón para poder entrar.
-¡Sí! En esa columna -señaló-. Supongo que hay que empujar esa parte.
Sai, quien estaba más cerca, empujó una parte de la columna, tal como había dicho Neji y la puerta se fue abriendo poco a poco. Todos entraron y se encontraron en un salón bastante grande y totalmente desierto. Lo único que distinguían eran unas escaleras en la parte izquierda de la sala, a las cuales se dirigieron y fueron bajando.
Aunque en el segundo escalón, Naruto tropezó y empezó a rodar, llevándose por delante a Gai, Rock Lee y Neji.
Después de un buen rato dejaron de rodar y acabaron tendidos en el suelo sin poder abrir la boca. Llegaron los demás y éstos sí se dieron cuenta de lo que tenían alrededor. Estaba nevando y el suelo estaba cubierto de nieve, que amortiguó la caída de los chicos. Pero había una salida al mar en la que se encontraba un barco pirata del que se oían unos ruidos.
-Naruto... -se cabreó Neji dándole un golpe sin dañar sus puntos de chakra.
-¡Aahh!
-Shh -silenció Sakura-, mira, Naruto.
Los que estaban en el suelo observaron la sala, sorprendidos por la nieve.
-¿Y esta nieve? .preguntó Asuma con voz baja tocando un copo de nieve.
-Debe ser artificial, porqué fuera no nevaba -apuntó Kurenai.
Todos se dirigieron al barco silenciosamente mirando hacia todas partes, pero no veían el techo. La niebla les obstaculizaba la vista. Y, de repente, del techo empezaron a salir lanzas, como si fueran estalactitas que no dejaban de caer. Todos las esquivaban, pero parecía que no se acababan, porqué además del techo, empezaron a salir estalactitas de las paredes.
-¿Esto no es casualidad, verdad? -preguntó Rock Lee saltando y utilizando su taijutsu.
-Parece que no. Hemos entrado en el territorio de alguien.
-¡Vayámonos de aquí! -gritó Yamato.
Mientras unos se dirigían a las escaleras poco a poco y esquivaban las lanzas, otros se quedaron en medio dando la impresión de que no querían irse. Yamato fue de los primeros en llegar a las escaleras, cuando una puerta parecía que los iba a encerrar allí.
-¡Vamos, chicos! ¡Corred!
En esa situación todos corrían hacia las escaleras. Shikamaru, que también llegó, utilizó su técnica de sombra para detener la puerta y gracias a su resistencia, algunos pudieron pasar pero no todos. La puerta se cerró y separó al grupo.
Naruto, Shikamaru, Rock Lee, Sasuke, Sakura, Hinata y Gai se quedaron allí dentro, aún luchando contra las lanzas, y los demás consiguieron salir.
-¡Sasuke! -gritó Ino preocupada desde fuera.
-¡Neji, Tenten! -gritó Gai-, tranquilos, enseguida saldremos.
De repente, todos se quedaron en silencio, sin oír ningún ruido, ya que las lanzas de hielo desaparecieron.
-¿Y ahora qué? -preguntó Rock Lee.
-Deberemos esperar a que nos saquen de aquí -dijo Shikamaru- o tendremos que buscar una salida nosotros mismos.
-Vaya, vaya -apareció una voz enfrente de ellos-, parece que tenemos unos intrusos. ¿Qué habéis venido a buscar?
-¡¿Quién eres?! -no dudó Naruto en preguntar.
-Nosotros hemos venido a por el tesoro y por fin lo tenemos.
-¿Tesoro?
-No os hagáis los tontos. Si eso es lo que queríais, tendremos que luchar.
De la voz que hablaba, todavía no habían visto su rostro, hasta entonces. Aparecieron como unas 30 personas, con armas y con colgantes y pulseras de oro que resplandecían. Nuestros chicos se pusieron en forma para pelear excepto Shikamaru.
-Nosotros no hemos venido a buscar oro ni nada por el estilo, sólo paseábamos y hemos acabado en esta isla.
-Pero ahora estáis aquí y no os dejaremos marchar -respondió el capitán.
Y corrieron hacia ellos para luchar. A Shikamaru no le quedaba más remedio que seguir los pasos de sus compañeros, aunque mientras peleaba, buscaba alguna salida.
-¡Multiplicación Oculta de Cuerpos! -Naruto utilizó su técnica.
-¡Jutsu Ígneo: Gran Bola de Fuego! -hizo Sasuke sin dañar a sus compañeros.
Hinata y Sakura se complementaban muy bien, ayudándose la una a la otra y cubriéndose las espaldas. Shikamaru utilizó su sombra para paralizar unos cuantos enemigos y justo cuando les dejó ir, Rock Lee los atacó con un fuerte golpe. Gai también estaba luchando apoyando a Lee.
Mientras ellos luchaban, parece que no se rendían y los golpes que recibían no les causaba mucho daño. En un momento en el que nadie se dio cuenta, Shikamaru se fue al barco pirata de los contrincantes. Allí buscó alguna cosa que le ayudara a derrotarlos. Bajó a la bodega y encontró un cofre, lo abrió y, en efecto, había bastante oro y un mapa de la isla. Lo observó y mientras lo hacía, apareció el capitán detrás suyo.
-¿No decías que no te importaba el oro? Parece que no es así...
-Y no me importa el oro, lo único que quiero es salir de aquí cuanto antes. Así que si nos dejas ir, nos marcharemos y os dejaremos tranquilos.
-No me importan tus habladurías -y atacó a Shikamaru, aunque éste lo esquivó-. No te escaparás.
El líder volvió a atacar y Shikamaru volvió a esquivar. Pero en el próximo ataque, Shikamaru salió de la bodega para estar más cómodo con el área de combate. Siguieron luchando hasta que el hombre volvió a hablar:
-Parece que no te vas a estar quieto, así que ya es hora de comprobar el poder de este brazalete -se lo quitó y abriéndolo hacia Shikamaru, dijo:- ¡Elemento Tormenta: Alambre prisionero!
Del brazalete se disparó hacía Shikamaru un hilo eléctrico, saltó, pero el hilo le siguió. Nada más saltar, bajó al suelo, pero esta vez, del hilo salió una capa de agua para encerrar a Shikamaru. Lo esquivó, pero al hacerlo, recibió un fuerte golpe del hombre por detrás, y se estampó contra el hielo de la pared, cayendo al suelo.
Al ver el destello del ataque, todos se giraron hacia esa escena y cuando vieron caer a Shikamaru, Naruto fue inmediatamente a ayudarlo.
-Bueno, bueno, parece que vuestro amiguito ha caído.
-Serás... -se cabreó Naruto.
Shikamaru se intentó levantar pero cayó de nuevo. Sakura fue hacia él y le empezó a curar las heridas recibidas:
-Tranquilo, no te muevas.
-¡Chicos! -grito el capitán a los suyos- ¡Parece que estos objetos funcionan!
Todos se rieron, incluido él, del poder mágico de los objetos de oro que habían encontrado. Cada uno se quitó alguno de los que llevaban puestos y se dispusieron a atacar. Así como Naruto a atacar con su Rasengan. Pero se detuvieron de nuevo. Oyeron una explosión que venía de arriba. Y del techo, además de seguir cayendo nieve, cayeron los demás shinobis de Konoha, algunos conscientes y otros no tanto. Gai, Rock Lee, Hinata, Sakura, Sasuke y Naruto cogieron en brazos a los que estaban inconscientes. Llegaron al suelo, tocando la nieve. Y nada más llegar, empezaron a salir de nuevo pequeñas lanzas puntiagudas de hielo, esta vez sólo de las paredes.
En ese momento no lucharían contra sus enemigos, sino por salvar sus propias vidas.